29 de Noviembre de 2010. La mano humana es una máquina asombrosa que puede agarrar, mover y posicionar objetos con facilidad, pero para un robot este conjunto de habilidades constituye un reto muy difícil.
Optando por la elegancia de lo simple, un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, la Universidad de Chicago y la Corporación iRobot han creado una "mano" que funciona aplicando a un material particulado dentro de una bolsa elástica un proceso por el que esa masa de partículas se vuelve rígida e incrementa su densidad. De esta manera, se logra que la "mano" se afiance del modo adecuado a cada objeto. Este método evita tener que recurrir a los tradicionales diseños que se limitan a imitar, con mayor o menor fidelidad, la mecánica de una mano humana.
Esta mano metamórfica se amolda a los objetos y ajusta su agarre para cada uno, a diferencia de una mano convencional con la que sólo es posible encajarla del mejor modo posible que permitan sus articulaciones con el objeto a agarrar.
La investigación es una colaboración entre los grupos de Hod Lipson, profesor de ingeniería mecánica y ciencias de la computación de la Universidad de Cornell, Heinrich Jaeger, de la Universidad de Chicago, y Chris Jones, de iRobot.
La estructura metamórfica de la nueva mano la convierte en una especie de herramienta universal para agarrar cosas. Por tanto, es fácil pronosticar que sus aplicaciones futuras van a ser presumiblemente ilimitadas, incluyendo operaciones militares para desactivar artefactos explosivos o para mover objetos potencialmente peligrosos, su uso en brazos robóticos de fábricas para infinidad de tareas industriales, e incluso aplicaciones que hoy pueden parecer ciencia-ficción. Dos ejemplos de estas últimas son el uso de la mano metamórfica en los pies de un robot con el fin de capacitarle para caminar sobre las paredes, o la fabricación de extremidades protésicas multifunción.
Así es cómo funciona la mano metamórfica: Los materiales particulados son grandes conjuntos de partículas sólidas individuales. Una característica especial de esta clase de materiales, entre los que están muchos materiales familiares como la arena, o el café molido, es que al aplicarles el proceso mencionado anteriormente se comportan más como un sólido que como un fluido. Esto ocurre cuando las partículas pierden su capacidad de deslizarse unas entre las otras. Adoptando un estado fluido en las secciones pertinentes a fin de amoldarse del modo deseado al objeto a agarrar, y luego adoptando el estado rígido, la mano puede aferrar casi cualquier cosa.
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