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lunes, 13 de septiembre de 2010

Nuevo Dispositivo de Memoria Que Usa el Espín de los Electrones Para Leer y Escribir Datos

13 de Septiembre de 2010. Foto: OSUUn equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio ha demostrado un innovador dispositivo de memoria para ordenadores que utiliza el espín de los electrones para leer y escribir los datos.
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La espintrónica, que es como se llama a este nuevo campo tecnológico del uso del espín de los electrones, constituye una alternativa a la microelectrónica tradicional. Recurriendo a la espintrónica, es teóricamente posible almacenar más datos en menos espacio, procesarlos con más rapidez y consumir menos energía.

Arthur J. Epstein y sus colegas crearon el prototipo de este dispositivo espintrónico pionero mediante el uso de técnicas de fabricación habitualmente utilizadas en la industria actual de los ordenadores.

De momento, el dispositivo es poco más que una tira delgada de color azul oscuro. Sin embargo, pese a su fase tan primitiva de diseño, los investigadores ya han conseguido grabar datos y luego leerlos con éxito, controlando los espines de los electrones mediante un campo magnético.

El material es un híbrido de semiconductor hecho de materiales orgánicos y de polímero magnético semiconductor de una clase especial. Como tal, es un puente entre los ordenadores actuales y las computadoras espintrónicas fabricadas enteramente con polímeros, que Epstein y sus colaboradores esperan hacer posibles en el futuro.

La electrónica normal codifica los datos de ordenador basándose en un código binario de ceros y unos. Dependiendo de si un electrón está presente o no en el punto de referencia, el valor es un "0" o un "1".
No obstante, los científicos ya saben desde hace mucho tiempo que los electrones pueden polarizarse para adquirir orientaciones en direcciones particulares, como un imán de barra. Se refieren a esta orientación como el espín. Y se trabaja con dos posiciones, el “espín hacia arriba” y el “espín hacia abajo”, mediante las cuales es posible almacenar datos. Se prevé que la electrónica de esa clase, o sea la espintrónica, permitirá a los ordenadores almacenar y transferir con suficiente fiabilidad y eficacia el doble de datos por cada electrón.

Sin embargo, esta mayor densidad de información es sólo una de las ventajas potenciales de la espintrónica. Aunque ésta a menudo es vista tan sólo como una forma de manejar más información con cada electrón, en realidad constituye la base de la próxima generación de la electrónica. Usando la espintrónica, es posible resolver muchos de los problemas que afrontan los ordenadores actuales.

La placa madre típica de un ordenador actual utiliza mucha energía. Los electrones que se mueven a través de ella generan calor, y se emplea mucha energía para enfriarla. Los fabricantes de chips están limitados a la hora de miniaturizar componentes, ya que no pueden concentrar en un espacio demasiado pequeño los circuitos si quieren evitar que el sobrecalentamiento alcance cotas inaceptables.

Cambiar el espín de un electrón requiere menos energía, y apenas produce calor. Eso significa que los dispositivos espintrónicos pueden ser energizados con menos electricidad, lo que permite también alimentarlos con baterías más pequeñas. Si se les fabrica de plástico, serán además flexibles y mucho más ligeros.

Información adicional en:

sábado, 13 de febrero de 2010

Miden por primera vez de forma precisa la masa de un elemento químico más pesado que el uranio

nobelio

Cubierta de electrones del Nobelio. Imagen: Greg Robson.

Un grupo de investigadores internacional ha logrado medir por primera vez de forma directa y con una precisión sin precedentes la masa de un elemento químico más pesado que el uranio, el nobelio, según publica esta semana la revista Nature. El equipo, liderado desde el GSI de Darmstadt (Alemania) y en el que ha participado un físico de la Universidad de Granada (UGR), ha utilizado trampas magnéticas de iones para conseguirlo.

Hoy se ha presentado en Nature las primeras medidas de masa de forma directa de elementos más pesados que el uranio y que, por definición, no existen en la naturaleza, son sintéticos. El elemento empleado para las investigaciones ha sido el nobelio (denominado así en honor de Alfred Nobel), que se ha producido en reacciones de fusión-evaporación y transferido a una trampa de iones magnética (penning trap), donde es capturado y confinado en un espacio muy reducido (del orden de 1 cm3).

El estudio lo ha realizado el investigador Michael Block, del GSI de Darmstadt (Alemania), y sus colaboradores utilizando un espectrómetro de masas basado en ese tipo de trampas (denominado SHIPTRAP), único en el mundo en su género. Con este instrumento los científicos han capturado iones de tres isótopos de nobelio (con 102 protones y 150-152 neutrones) y medido sus masas de forma directa, con una precisión y exactitud sin precedentes.

“Los resultados proporcionan valores precisos de las energías de enlace, así como puntos de referencia para construir modelos teóricos. Y lo que es más importante, constituyen unos pilares firmes para deducir las masas de elementos todavía más pesados. Son un punto de acceso más cercano a elementos cuya búsqueda y estudio constituye uno de los grandes temas de la física nuclear moderna”, explica a SINC Daniel Rodríguez, físico del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear (FAMN) de la UGR, que también ha participado en el estudio.

Rodríguez añade: “Es un gran logro poder acceder de forma precisa a una propiedad intrínseca de este tipo de elementos, lo que solo puede hacerse con la instalación del GSI, y abre el camino para otros casos y otros tipos de estudios, como las reacciones químicas”.

Hasta ahora, las masas de elementos más pesados que el uranio (su número de protones es 92) se deducían a partir de mediciones de los productos de su desintegración radioactiva, un método de medición indirecto que puede generar notables incertidumbres en el cálculo de las energías de enlace.

La masa de un núcleo atómico difiere de la de los protones y neutrones que lo forman en una cantidad equivalente a la fuerza de enlace nuclear, la energía que mantiene unido al núcleo. Esta es la energía que se libera en las reacciones nucleares y que determina la estabilidad de los núcleos atómicos. Los expertos consideran necesario un conocimiento preciso de las energías de enlace de los núcleos con más de 100 protones para acotar las predicciones de una “isla de estabilidad” en los elementos súper-pesados.

Estas “islas” es un concepto físico que hace relación a una “zona donde se espera que haya núcleos estables que no decaigan por fisión”, y se denominan así porque en ellas no hay núcleos que unan la isla a otros núcleos conocidos. Uno de los grandes temas de investigación en física nuclear es la síntesis de nuevos elementos en esa región de unión o puente.


Fecha Original: 11 de febrero de 2010
Enlace Original

viernes, 29 de enero de 2010

Superátomos Capaces de Imitar Elementos de la Tabla Periódica

29 de Enero de 2010. Foto: Castleman lab, Penn StateTres investigadores han demostrado que ciertas combinaciones de átomos elementales tienen firmas electrónicas que imitan las firmas electrónicas de otros elementos. Según el jefe del equipo, A. Welford Castleman Jr., de la Universidad Estatal de Pensilvania, el hallazgo podría llevar a materiales mucho más baratos para numerosas aplicaciones, tales como sistemas de aprovechamiento de energía, métodos para mitigar la polución, y catalizadores para procesamiento químico de los que dependen considerablemente diversos sectores industriales.

Los investigadores también han demostrado que los átomos que han sido identificados hasta ahora en estas combinaciones raras pueden ser predichos mirando simplemente la tabla periódica. El equipo se valió de nociones teóricas y experimentos avanzados para cuantificar estos nuevos e inesperados resultados. "Estamos obteniendo una nueva perspectiva de la tabla periódica", subraya Castleman.

Castleman y su equipo, que incluye a Samuel Peppernick (actualmente en el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste) y Dasitha Gunaratne de la Universidad Estatal de Pensilvania, usaron una técnica sofisticada para examinar las similitudes entre el monóxido de titanio y el níquel, entre el monóxido de circonio y el paladio, y entre el carburo de tungsteno y el platino.

Los investigadores han comprobado que la cantidad de energía necesaria para extraer los electrones de una molécula de monóxido de titanio es igual a la cantidad de energía que se requiere para quitar los electrones de un átomo de níquel. Lo mismo sucede con el monóxido de circonio y el paladio, y con el carburo de tungsteno y el platino. La clave es que todos los pares están integrados por sustancias cuyos átomos tienen la misma configuración de electrones.

Las moléculas de monóxido de titanio, monóxido de circonio, y carburo de tungsteno son los superátomos del níquel, el paladio y el platino, respectivamente. Los superátomos son racimos de átomos que exhiben alguna propiedad de los átomos elementales.

En trabajos previos llevados a cabo en el laboratorio de Castleman, ya se investigó la noción de los superátomos. Uno de los experimentos anteriores de Castleman mostró que un racimo de 13 átomos de aluminio se comporta como un átomo de yodo. Otras operaciones, como por ejemplo añadir un electrón y luego un átomo, provocan transformaciones igual de asombrosas.

Información adicional en:

miércoles, 27 de enero de 2010

Científicos predicen la masa de una nueva partícula

Zoo de partículas

Un equipo de físicos de la Universidad de Glasgow ha predicho la masa de una nueva partícula la cual podría ayudar a explicar una de las fuerzas fundamentales del universo.

Los científicos dicen que el mesón Bc* se producirá fugazmente en las colisiones del acelerador Tevatron en Illinois, Estados Unidos, y en el CERN en Suiza, pero aún no ha sido observado por los experimentadores que buscan entre los restos.

No obstante, un equipo liderado por la Profesora Christine Davies, jefa del Grupo de Física de Partículas en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Glasgow y experta en teoría de la cromodinámica cuántica (QCD), usó supercomputadores para predecir la masa del mesón, el cual podría ayudar a los científicos a comprender la fuerza nuclear fuerte que dicta el comportamiento de las partículas a nivel subatómico.

La fuerza nuclear fuerte es una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo y es la que mantiene unidos a los quarks – las menores unidades de materia encontradas hasta la fecha. Ésta es la fuerza que busca comprender la teoría de la QCD.

Las otras tres fuerzas fundamentales son:

  • Gravitación – el fenómeno por el cual los cuerpos con masa se atraen entre sí
  • Electromagnética – la atracción que existe entre las partículas eléctricamente cargadas tales como electrones y protones
  • Fuerza nuclear débil – que está implicada en algunas formas de decaimiento de partículas, el más notable el decaimiento nuclear beta

La Prof. Davies dijo que: “Aunque aún no se ha demostrado la existencia de este mesón, nuestros cálculos nos han permitido predecir no sólo su existencia, sino también su masa. Dos predicciones anteriores que hicimos demostraron ser ciertas, por lo que también estamos confiados en ésta”.

Los quarks aparecen en seis variedades (o sabores, como se les conoce) – up (arriba), down (abajo), charm (encantado), strange (extraño), top (cima) y bottom (fondo). Todos los quarks tienen una carga de color, que es similar a la carga eléctrica y provoca que sientan la fuerza nuclear fuerte y también que giren. Difieren mucho en masa, no obstante – los quarks up tienen una masa unas pocas veces menor que la de un electrón mientras que los quarks top son casi tan pesados como los núcleos de plomo.

Los quarks nunca se encuentran aislados, no obstante, debido a que la fuerza nuclear fuerte es tan potente que se necesitaría una cantidad infinita de la misma para separarlos. En lugar de esto siempre se encuentran unidos – en pares (mesones) o triós (bariones) – en partículas llamadas hadrones. Los protones y neutrones, las partículas que forman el núcleo de los átomos en los elementos de la tabla periódica, son ejemplos de hadrones.

El mesón Bc* consta de un quark bottom y un anti-quark charm en una configuración en la cual los espines de los quarks apuntan en la misma dirección.

Comprender cómo interactúan los quarks como resultado de la fuerza nuclear fuerte ayuda a los científicos a conectar este conocimiento con el de los mesones que ven en situaciones experimentales.

El grupo QCD de Glasgow es el principal socio del Reino Unido de la colaboración QCD de Alta Precisión (HPQCD) y recientemente recibió £530,109 del Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas para pagar el acceso a los supercomputadores del Reino Unido para avanzar en su trabajo.

La Prof. Davies dijo que: “La colaboración HPQCD se especializa el cálculos precisos de las propiedades del ‘zoo de partículas’ de mesones usando la teoría de la fuerza nuclear fuerte (QCD), y usa estos cálculos para determinar las propiedades de los quarks. Estos cálculos deben realizarse en ordenadores muy potentes, debido a que la fuerza nuclear fuerte es tan potente que lleva a interacciones muy complejas”.

El equipo de Glasgow está actualmente trabajando en la producción de predicciones basadas en cálculos increíblemente complejos para una variedad de distintos tipos de partículas que pueden compararse a los resultados de experimentos en el proyecto LHC del CERN.

El conocimiento puede usarse, esperan, para solventar los huecos en el Modelo Estándar de la Física, la teoría que intenta explicar qué es el universo y cómo funciona.