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lunes, 17 de enero de 2011

El cerebro también canturrea sus melodías preferidas

Nos habrá pasado algún día, seguramente, escuchar en la radio una vieja canción de nuestra infancia y que eso nos retrotraiga a los albores de nuestra vida como una película que empieza a pasar de nuevo por la mente. O pasear por algún lugar remoto del extranjero y que sea cierta música la que despierte la melancolía por el lugar de donde somos .

¿Qué cualidad tiene entonces la música que parece actuar, en muchos casos, como llave que moviliza mecanismos como la memoria, la emoción, la inteligencia humana ? Aunque los neurocientíficos recién están empezando a descubrir cómo nuestros cerebros procesan la música, existe evidencia de activación compleja y generalizada en muchas áreas del cerebro cuando uno toca, escucha o se imagina mentalmente música.

El cerebro es modificado por la música y la exposición a la música podría aumentar el funcionamiento emocional y cognitivo.

Un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Nature Neuroscience demostró, por primera vez, que escuchar música libera la misma sustancia química en el cerebro que la comida, el sexo e, incluso, las drogas : la dopamina . Esta molécula está muy fuertemente vinculada a los circuitos de recompensa en nuestro sistema nervioso.

Para evaluar el mecanismo biológico detrás de una experiencia musical agradable, el equipo utilizó neuroimágenes funcionales (que nos permiten ir visualizando, en tiempo real, qué áreas del cerebro se activan frente a distintos estímulos) y captar cambios en la temperatura corporal, la conductividad de la piel, la frecuencia cardíaca y la respiración, que los participantes sentían en respuesta a sus canciones favoritas.

Los investigadores encontraron que la dopamina se libera en dos áreas del cerebro: en primer lugar, en anticipación a un pico musical, en el núcleo caudado , clave en el aprendizaje y la memoria; a continuación, durante la experiencia máxima, en el núcleo accumbens , un sitio clave de las vías de recompensa y el placer. Nuestra experiencia con la música también puede variar los patrones de actividad en nuestro cerebro.

Otra cuestión relevante es pensar los mecanismos que se activan para la ejecución musical . En músicos expertos existe una mayor densidad de conexiones entre distintas estructuras del cerebro, a fin de afianzar la coordinación, por ejemplo, de las secuencias motoras necesarias para tocar un instrumento. Esta capacidad del cerebro de ir reorganizándose para alimentar la alta demanda de actividad musical es crucial también porque permite pensar en la utilización de la música para la rehabilitación .

De hecho, investigadores de la Universidad de Harvard han entrenado con ciertos tonos musicales a pacientes que habían sufrido un accidente cerebrovascular, que había afectado su capacidad para comunicarse de manera oral. Observaron que, tras un intenso entrenamiento, se habían remodelado las áreas “sanas” para compensar la falta de funcionamiento de las áreas afectadas por el accidente.

Estas reflexiones nos permiten reconsiderar la simple y reiterada definición que da cuenta de que la música es un arte que combina mucho más que los sonidos.

LA MUSICA LES LLEGA MAS HONDO A LAS PERSONAS ABIERTAS A NUEVAS IDEAS Y EXPERIENCIAS

Psicología
Miércoles, 12 de Enero de 2011 09:10

A bastante gente se le pone la piel de gallina cuando escuchan la música que más les emociona, pero algunas personas sienten esos escalofríos más a menudo, en tanto que para otras esa experiencia es prácticamente desconocida. Las personas más abiertas a las nuevas experiencias son más propensas a experimentar esas sensaciones físicas al escuchar música que las emociona, según los resultados de un nuevo estudio.

Emily Nusbaum y Paul Silvia de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, preguntaron a unos estudiantes acerca de la frecuencia con que sentían escalofríos por su columna vertebral, se les ponía la piel de gallina, o sentían como sus pelos se erizaban mientras escuchaban música de su agrado.

También midieron su grado de experiencia con la música, y diversos parámetros de su personalidad, incluyendo su grado de extroversión, lo concienzudos que eran, su nivel de neuroticismo, y cuán abiertos estaban ante nuevas experiencias.

De todos estos parámetros, sólo su capacidad de estar abiertos a nuevas experiencias se relacionó con las citadas sensaciones al escuchar música. Las personas abiertas son creativas, sienten curiosidad hacia muchas cosas, poseen una imaginación activa, y sienten con mayor frecuencia que el resto de la gente las citadas sensaciones al escuchar música.

¿Por qué la gente más abierta a nuevas experiencias siente más a menudo esos escalofríos y demás sensaciones al escuchar música? Sorprendentemente, según las conclusiones del estudio no se debe a que escuchen muchos tipos distintos de música y eso les permita descubrir el que más les emociona. Mayormente, se trata de sujetos que ya de entrada clasifican la música como algo más importante en sus vidas de lo que lo es en las de quienes están menos abiertos a nuevas experiencias y le otorgan menos protagonismo a ese arte. Además, las personas más abiertas tienen más probabilidades de disfrutar interpretando música, y por ende de haber aprendido a tocar un instrumento musical. Y, por supuesto, las personas más abiertas también pasan más tiempo escuchando música.

Scitech News

miércoles, 25 de agosto de 2010

LA UTILIDAD OCULTA DE SER MUSICO

Psicología
Jueves, 19 de Agosto de 2010 08:35

Saber tocar un instrumento musical sirve, por supuesto, para interpretar música. Pero también aporta muchas otras habilidades a la persona que ha recibido dicho entrenamiento musical. Una extensa revisión de literatura científica reciente llevada a cabo por el equipo de Nina Kraus de la Universidad del Noroeste, en Estados Unidos, pasa revista a los muchos efectos positivos asociados a la formación musical, en áreas como el lenguaje, el habla, la memoria y la atención.

Los científicos utilizan el término neuroplasticidad para describir la capacidad que tiene el cerebro de adaptarse y cambiar como resultado de la formación y la experiencia a lo largo de la vida de una persona. Los estudios revisados por Kraus y sus colegas ofrecen un modelo de neuroplasticidad. La investigación sugiere que las conexiones neuronales hechas durante el entrenamiento musical también preparan el cerebro para otros aspectos de la comunicación humana.

Un contacto activo con los sonidos musicales no sólo mejora la neuroplasticidad, sino que también facilita el aprendizaje de otras materias.

El cerebro de un músico realza selectivamente los elementos portadores de información presentes en los sonidos. En una sofisticada interrelación entre los procesos sensoriales y cognitivos, el sistema nervioso establece asociaciones entre los sonidos complejos y su significado. Las conexiones entre sonido y significado no son sólo importantes para la música sino también para otros aspectos de la comunicación.

Las ventajas de ser músico, aunque no se ejerza profesionalmente, abarcan áreas muy diversas.

Los músicos tienen más éxito que los no músicos en el aprendizaje de los patrones sonoros de un nuevo lenguaje correspondientes a las palabras. Los niños con formación musical muestran una actividad neuronal más robusta para registrar los cambios de frecuencia en los sonidos del habla, tienen un mejor vocabulario, y una mejor capacidad de lectura que los niños que no recibieron entrenamiento musical.

Los músicos, entrenados para escuchar sonidos incorporados en una rica red de melodías y armonías, están mejor preparados que la gente sin formación musical para entender el habla de su interlocutor en un ambiente ruidoso. Muestran un aumento de su capacidad sensorial y cognitiva que les da una clara ventaja para el procesamiento del habla en un entorno que dificulte la escucha.

Los niños con trastornos del aprendizaje son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de los ruidos de fondo. La formación musical parece fortalecer los mismos procesos neuronales que son a menudo deficientes en personas con dislexia del desarrollo o que tienen dificultades mayores de lo normal para entender las palabras en entornos ruidosos.

El efecto de la formación musical sobre la mente puede ser comparado al que tiene el ejercicio físico sobre el cuerpo.

Scitech News

MUSICA DE FONDO Y CAPACIDAD DE CONCENTRACION

Psicología
Miércoles, 25 de Agosto de 2010 08:19

Durante décadas, las investigaciones han demostrado que escuchar música alivia la ansiedad y la depresión, mejora el estado de ánimo y puede reforzar la capacidad cognitiva en algunas funciones. Sin embargo, hasta ahora, no ha habido investigaciones orientadas a averiguar en qué condiciones de escucha la música ejerce sus efectos beneficiosos.

Por ejemplo, una pregunta clave es: ¿El beneficio cognitivo es el mismo tanto si escuchamos música mientras realizamos una tarea, como si la escuchamos sólo justo antes? Otra pregunta crucial es: ¿Cómo nuestra preferencia por un determinado tipo de música afecta a nuestro rendimiento intelectual?

Un nuevo estudio de psicología cognitiva aplicada muestra que escuchar la música que nos gusta, al mismo tiempo que realizamos un tarea que depende de nuestra memoria, no favorece el rendimiento más que si escuchamos un tipo de música que nos resulta indiferente.

Los investigadores pidieron a los participantes que recordasen una lista de 8 consonantes por el orden en que fueron presentadas previamente. Mientras trataban de citarlas en el orden adecuado, un determinado ambiente sonoro les acompañaba. Entre esos ambientes figuraban música relajante, música que les gustase a los participantes, y música que no les gustase.

No se detectó un mejor rendimiento en las personas que escuchaban la música que les gustaba.

De hecho, aunque puede tener un efecto muy positivo en nuestra salud mental general, la música puede, en algunas circunstancias, tener también efectos negativos sobre el rendimiento cognitivo, ya que puede distraernos cuando intentamos concentrarnos en algo. La mayoría de la gente que usa la música en conexión con actividades intelectuales la escucha mientras realiza la tarea, no antes de empezar a trabajar en ella.

El investigador principal del estudio, Nick Perham, sostiene que para reducir los efectos negativos de la música de fondo al tratar de recordar el orden de unos datos recientes, uno debe realizar la tarea en silencio o escuchar música sólo antes de empezar dicho trabajo.

Scitech News

lunes, 2 de agosto de 2010

EL PODER DE LA MUSICA EN LAS RELACIONES DE PAREJA

Jueves, 22 de Julio de 2010 08:22

Las probabilidades de que un hombre consiga una cita con una mujer aumentan si suena una música adecuada, según han determinado unos científicos franceses. En los experimentos de su estudio, constataron que las mujeres estuvieron más dispuestas a dar su número de teléfono a un hombre joven de atractivo físico "normal" (o "promedio") después de escuchar una música romántica de fondo.

Muchas investigaciones indican que el medio afecta nuestro comportamiento. Pero, ¿las canciones románticas tienen algún efecto? Esta pregunta impulsó a los investigadores Nicolas Guéguen y Céline Jacob de la Universidad de Bretaña Sur, y Lubomir Lamy de la Universidad de París Sur, a comprobar el poder de las canciones románticas en mujeres solteras de entre 18 y 20 años de edad. Y resulta que al menos una canción de amor fue capaz de marcar una diferencia significativa.

Guéguen y Jacob fueron parte de un equipo de investigación que ya había mostrado cómo la música romántica sonando en una floristería hacía que los clientes masculinos gastaran más dinero.

Esta vez los investigadores empezaron por seleccionar canciones románticas y otras neutrales, basándose en los gustos personales de gente que respondió cuestionarios. Se seleccionó "Je l'aime a mourir", una canción de amor bien conocida del compositor francés Francis Cabrel, y la canción neutral "L'heure du thé", de Vincent Delerm. Por otra parte, un grupo de mujeres jóvenes separadas del estudio principal evaluó a 12 voluntarios jóvenes del sexo masculino por su atractivo, y los investigadores seleccionaron al calificado como más cercano al "promedio" de atractivo, para que les ayudase con la serie principal de experimentos.

A continuación, los investigadores prepararon un escenario donde cada una de las 87 mujeres reclutadas para este estudio pasaba un rato en una sala de espera donde sonaba música de fondo, antes de ser requerida en una habitación distinta donde la experimentadora le encargaba debatir con el hombre joven sobre la diferencia entre dos productos alimenticios. Una vez que la experimentadora regresaba para la conclusión del debate, les pedía que aguardaran unos momentos a solas, y esto daba al hombre "promedio" una oportunidad de usar su petición estándar para obtener una cita con la mujer: "Mi nombre es Antoine, como sabes. Creo que eres muy agradable y me preguntaba si me darías tu número de teléfono. Te llamaré luego y podemos tomar una copa juntos en algún sitio la semana próxima".

La canción de amor en la sala de espera casi duplicó las oportunidades de Antoine de obtener el número telefónico de una mujer: El 52 por ciento de las participantes respondió positivamente a su propuesta bajo la influencia de Francis Cabrel, mientras que sólo el 28 por ciento de las que habían escuchado la canción "neutral" de Vincent Delerm ofreció esa información personal.

Scitech News

viernes, 16 de julio de 2010

Lo Que Hace Agradable o Desagradable una Combinación de Notas Musicales


14 de Junio de 2010. Foto: U. MinnesotaDesde la antigüedad, los estudiosos se han preguntado los motivos por los que algunas combinaciones de notas musicales suenan tan dulces, mientras que otras combinaciones resultan claramente espantosas.
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En la Grecia Clásica, se creía que las proporciones simples en la longitud de las cuerdas de los instrumentos musicales eran la clave. Se suponía que ciertas relaciones matemáticas precisas dotaban a algunos acordes de una calidad especial, incluso divina. En cambio, los compositores del siglo XX se inclinaron hacia la idea de que en realidad los gustos musicales lo son todo a la hora de decidir si una estructura musical nos suena agradable o desagradable.

Unos investigadores de la Universidad de Minnesota creen que pueden haberse acercado a la verdad mediante el estudio que han hecho sobre las preferencias de más de 250 alumnos universitarios de Minnesota por una amplia variedad de sonidos musicales y no musicales. La pregunta crucial es: ¿qué hace que ciertas combinaciones de notas musicales sean agradables o desagradables?

El equipo de Josh McDermott (Ahora en la Universidad de Nueva York), Andriana Lehr y Andrew Oxenham, fue capaz de manipular de forma independiente las relaciones de frecuencia armónica de los sonidos y otro parámetro relacionado.
Las frecuencias armónicas son múltiplos de la misma frecuencia fundamental. Por ejemplo, las notas con frecuencias de 200, 300 y 400 hercios son todas múltiplos de 100. Cuando dos sonidos tienen frecuencias muy parecidas aunque no idénticas, se produce un efecto que los autores del nuevo estudio también controlaron. En ciertos casos, conforme transcurren los segundos, dos sonidos pueden pasar a estar en fase para luego dejar de estarlo y vuelta a empezar. Esto hace que el sonido global resultante experimente cambios notables en amplitud y se produzca un efecto audible de "temblor".

Para escuchar ejemplos de sonidos que los participantes en el estudio encontraron agradables (consonantes) y desagradables (disonantes), visite está página web:

http://bit.ly/93Oqeb

Los resultados de esta investigación muestran que los acordes musicales suenan bien o mal sobre todo en función de si las notas que están siendo reproducidas son de frecuencias que están armónicamente relacionadas o no. En los experimentos, el "temblor" resultó ser de menor importancia.

La preferencia por las frecuencias armónicas fue más fuerte en las personas con experiencia tocando instrumentos musicales. En otras palabras, el aprendizaje desempeña un papel, quizá incluso el principal.

Aún está por ver si se obtienen los mismos resultados con personas de otras partes del mundo.

Información adicional en:



lunes, 21 de diciembre de 2009

La música imita al habla humana

Jazz Singer by *LoriVintage55

Según reporta Tendencias21, dos investigaciones realizadas por neurocientíficos de la Universidad de Duke han revelado que existe un profundo vínculo biológico entre la música y el habla humana. La comparación de miles de acordes y escalas musicales con los tonos del discurso en ciertas situaciones emocionales reveló las similitudes existentes entre melodía y lenguaje. Según los científicos, estos resultados sugieren que la razón por la que apreciamos la música es porque ésta imita nuestro propio discurso, que ha resultado clave para nuestro éxito evolutivo.

Los estudios han establecido que tanto los acordes como las escalas musicales más comúnmente usadas durante siglos guardan similitudes con nuestro discurso y, en definitiva, aseguran los investigadores, comprendemos las emociones expresadas por la música porque ésta imita la forma en que las emociones son expresadas a través del habla. La investigación también explica por qué cualquier variación musical puede provocarnos emociones diferentes.

Durante siglos, los compositores han aprovechado la percepción de los acordes menores de la música como tristes y de los acordes mayores como alegres para conseguir provocar con ésta ciertos sentimientos.

Los acordes consisten en tres o más notas que suenan de manera simultánea. Según cómo se sitúen estas notas, el acorde puede ser mayor o menor, produciendo emociones distintas en quien escucha la música.

En un primer estudio, Dale Purves, profesor de neurobiología de la Universidad de Duke, y sus colaboradores, analizaron la hipótesis de que los acordes musicales mayores y menores fueran similares a los espectros del habla humana en diferentes estados emocionales.

Para evaluar esta posibilidad, los científicos compararon los espectros de intervalos musicales con espectros de segmentos de la voz, en discursos con estados emocionales de exaltación o de sumisión.

Así, constataron que los espectros de los acordes mayores de la música son más similares a los espectros encontrados en discursos exaltados, mientras que los espectros de los acordes menores se parecen más a los discursos de estados emocionales de sumisión.

Los resultados de esta investigación aparecerán pronto publicados en Journal of the Acoustical Society of America (JASA).

En un segundo estudio, explicado en un artículo de la revista PLOS One, Kamraan Gill y Purves descubrieron que las escalas musicales más comúnmente utilizadas en las composiciones melódicas están también basadas en los tonos vocales que los humanos producimos.

Las escalas son sucesiones de sonidos consecutivos de un sistema que se suceden regularmente en sentido ascendente o descendente, con relación a un solo tono que da nombre a toda la escala.

Dado que el ser humano puede distinguir 240 tonos distintos a través de una octava en el rango medio de la audición, en principio podrían usarse un gran número de combinaciones tonales para crear música.

Sin embargo, las composiciones musicales occidentales clásicas, la música folk y la música popular, así como otras tradiciones musicales, utilizan un número relativamente pequeño de escalas que suelen comprender entre cinco y siete tonos, explican los investigadores.

La causa de esta limitación se desconoce, pero en el presente estudio se ha demostrado que los componentes de los intervalos de la mayoría de las escalas más usadas y extendidas en la historia de la música y en todas las culturas son aquéllos con mayor similitud espectral global con una serie de armónicos.

Estos hallazgos sugieren que los seres humanos prefieren las combinaciones tonales que reflejan las características espectrales de las vocalizaciones de nuestra especie, así como ponen de relieve la similitud espectral entre las escalas utilizadas por diferentes culturas.

Conclusiones

Para estudiar el contenido emocional de la música, los científicos de Duke elaboraron una base de datos con melodías de alrededor de 1.000 composiciones de música clásica y más de 6.000 canciones de música folk, y luego analizaron sus cualidades tonales.

Por otro lado, también se pidió a 10 personas que dijeran palabras aisladas con diversos tonos de voz, o que pronunciaran breves monólogos. La comparación de ambos registros reveló las relaciones entre música y lenguaje.

Según declara Purves en el comunicado de la Universidad de Duke, estas investigaciones demuestran que existe una fuerte base biológica en la estética del sonido: los humanos prefieren combinaciones tonales musicales similares a aquéllas que se encuentran en su habla.

Esto significa que la razón principal por la que apreciamos la música es porque ésta imita nuestro propio discurso, que ha resultado clave para nuestro éxito evolutivo. Purves afirma que “nuestra apreciación de la música es un feliz subproducto de las ventajas biológicas del discurso y de nuestra necesidad de comprender su contenido emocional”.

Todavía se desconoce qué se produjo primero en nuestra especie, si el canto o el lenguaje, pero los científicos suponen que “la comunicación emocional tanto en el habla como en la música enraíza en ambos casos en vocalizaciones no lingüísticas para la expresión de emociones”.

martes, 8 de septiembre de 2009

¿Quién fue la Elisa de Beethoven?

Casi todos conocen la melodía de “Para Elisa”, de Ludwig van Beethoven, pero la identidad de Elisa siempre fue un misterio. Ahora, un musicólogo alemán revela quién fue ella en realidad.

Desde el rock pesado hasta el jazz, pasando por el cabaret y los tonos para teléfonos móviles: “Para Elisa” es la quintaesencia de la popularización de la música clásica. Pero, mientras todos conocen la melodía de esta partitura para piano en La menor, sólo unos pocos se preguntan qué hay detrás de esa dedicatoria personal del gran músico de Bonn.

El musicólogo berlinés Klaus Martin Kopitz cree haber descubierto la personalidad secreta de la Elisa de Beethoven, sin haber querido buscarla expresamente. “He estado trabajando durante años en una publicación llamada Beethoven bajo la mirada de sus contemporáneos, la cual incluye todos los reportes de gente que conoció al músico personalmente en forma de extractos de diarios, cartas, poemas y memorias”, dice Kopitz. “Allí se menciona a ciertas mujeres, entre las que figura Elisabeth Röckel”, relata el experto.

Una gran amistad

Elisabeth Röckel nació en 1793. Era la hija menor del cantante Retrato de Elisabeth Röckel. Retrato de Elisabeth Röckel.Joseph Röckel, quien interpretaba el rol de Florestan en la ópera “Fidelio”, de Beethoven. Elisabeth entabló una estrecha amistad con el músico. Elise, (de Elisabeth, en alemán), su hija, quien tenía también inclinación por la música, era una excelente pianista y más tarde también se dedicó al canto.

En la primavera de 1810, Elisa viajó a Bamberg para actuar en el teatro, con la esperanza de causar impresión nada menos que en ETA Hoffman, quien en esa época era director teatral. De acuerdo con Kopitz, Beethoven dedicó la obra en La menor “A la memoria de Elisa" debido a la separación de ambos, cuando ella se estableció en Bamberg. Dado que la dedicatoria de la pieza se refiere a “Elisa” y no a la “Señorita Röckel”, Koptiz deduce que a esas alturas ya Elisa y Beethoven se conocían bien. Tal es así que Elisa misma documentó la relación que los unía en una carta.

Beethoven, conquistador renano

“De acuerdo con lo que escribió, su relación debe haber sido bastante estrecha”, dice Kopitz. En esa carta, Elisa relata los pormenores de una velada con Beethoven, junto al famoso guitarrista Mauro Giuliani y el compositor Johann Nepomuk Hummel, quien más tarde se convertiría en el marido de Elisa.

“Escribió que Beethoven, fiel a su atrevido carácter renano, no paraba de provocarla, y ella ya no sabía qué actitud tomar”, comenta el musicólogo. “Beethoven le pellizcó el brazo en signo de puro afecto”, agrega Kopitz.

El hecho de que Elisa se decidiera por Hummel no significó el fin de su amistad con Beethoven. Algunos días antes de la muerte del compositor, en marzo de 1827, Elisa lo visitó en su casa. Como recuerdo de su antiguo admirador, Elisa cortó uno sus rizos y aceptó como obsequio una pluma fuente del genial músico.

Pero, ¿cómo es posible que la identidad de Elisabeth Röckel haya permanecido siendo un misterio, hasta para los musicólogos, durante tantos años? Y ¿por qué se afirmó tan a menudo que la pieza “Para Elisa” estaba dedicada a Therese Malfatti, a quien Beethoven propuso matrimonio en 1810?

Casa natal y archivo de Beethoven en Bonn.Casa natal y archivo de Beethoven en Bonn.

Desaparece manuscrito original

La culpa parece ser de Ludwig Nohl (1831-1885), un discípulo de Beethoven. Cuando éste descubre en 1865 una versión de “Para Elisa”, la publica con una dedicatoria a Therese Malfatti. Nohl dijo entonces haber visto el manuscrito original, que habría sido descubierto en la propiedad de Teresa. Sin embargo, tal manuscrito nunca fue hallado.

Todo lo que existe es una versión incompleta de la obra, un boceto en una hoja de papel que Beethoven aparentemente había usado para anotar sus ideas. El manuscrito data de 1810, época en la cual Beethoven propone matrimonio a Therese Malfatti.

Sea como fuere, si la melodía en La menor fue compuesta para Elisa y no para Teresa, aún no queda claro cómo y por qué el manuscrito original fue a parar a manos de Teresa.

Kopitz admite que este aspecto de su teoría no es del todo científico: “Therese Malfatti llegó a la casa de Beethoven y vió el manuscrito de “Para Elisa” sobre el piano. Entonces preguntó: “¿Quién es Elisa? ¿Estás seguro de que quieres casarte conmigo?” En ese momento, Beethoven se sintió avergonzado de haber compuesto la pieza para Elisa, cuando en realidad quería casarse con Teresa”.

Elisa o Teresa, la música es la misma

La teoría del musicólogo está en proceso de publicación y aún no ha encontrado una aceptación demasiado amplia. El director del Archivo Beethoven en la Casa de Beethoven en Bonn, Bernhard Appel, se muestra escéptico ante la hipótesis de Kopitz, aunque enfatiza que no puede sacar conclusiones hasta que el informe esté disponible para realizar una revisión detallada del mismo.

“Elise era un nombre muy común en aquellos años”, dice Appel, por lo que la dedicatoria podría haberse referido a una cantidad de mujeres. Agrega también que, para probar quién fue realmente Elisa, sería fundamental clarificar qué destino tuvo el manuscrito antes de desaparecer.

“¿Cambiaría la música si supiéramos a quién estaba dedicada?”, pregunta Appel. Para quienes la usan como tono en su teléfono móvil, probablemente no.