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sábado, 28 de agosto de 2010

Vida extraterrestre: no como la imaginamos

Red de telescopios Allen para señales extraterrestres

La red de telescopios Allen intenta detectar señales de vida extraterrestre.

La búsqueda de vida extraterrestre quizás hasta ahora ha estado equivocada, porque más que seres biológicos ésta podría consistir en máquinas que piensan.

Tal es la conclusión de uno de los principales astrónomos del Seti, el Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, basado en California, Estados Unidos.

Según el doctor Seth Shostak, el organismo hasta ahora ha buscado señales de radio procedentes de otros mundos similares a la Tierra.

Pero quizás los extraterrestres ya han pasado del desarrollo de tecnología de radio y han alcanzado un nivel de inteligencia artificial.

El astrónomo afirma en la revista Acta Astronáutica que hoy en día tenemos más posibilidades de detectar esa inteligencia artificial que formas de vida biológica.

Durante mucho tiempo los científicos que trabajan en el Seti han argumentado que la naturaleza quizás ya se encargó de resolver el problema de cómo sostener vida con distintos modelos de compuestos químicos.

Es decir que los extraterrestres no sólo no serían como nosotros, sino que ya no se encuentran al mismo nivel biológico con el cual funcionamos los habitantes de la Tierra.

¿Cómo nosotros?

A pesar de esto los científicos del Seti han basado sus investigaciones -para la búsqueda de vida en todo el cosmos- en la teoría de que los extraterrestres podrían ser seres "vivos" tal como nosotros.

Ciertamente, lo que estamos buscando en el cosmos en un objetivo que evoluciona y está en movimiento

Dr. John Elliot

Por ello, esta búsqueda de vida ha seguido algunas reglas básicas de la bioquímica como un período finito de vida y procreación. Pero sobre todo ha estado sujeta a los procesos de la evolución.

Ahora, sin embargo, el doctor Shostak afirma que aunque la evolución para desarrollar seres capaces de comunicarse más allá de su propio planeta puede tardar mucho tiempo, la tecnología más allá de la Tierra podría haber avanzado suficientemente rápido para "eclipsar" a las especies que la crearon.

"Si observamos las escalas de tiempo del desarrollo de tecnología, vemos que en un punto se inventó la radio y después fuimos capaces de transmitir señales y tuvimos la posibilidad de que alguien nos escuchara" explicó el científico a la BBC.

"Pero unos cientos de años después de haber inventado la radio -al menos si nos ponemos nosotros como ejemplo- podríamos inventar máquinas que piensan, lo cual es algo que quizás lograremos este siglo".

"Así hemos sido capaces de inventar a nuestros sucesores y sólo durante unos cuantos cientos de años hemos sido una inteligencia 'biológica'", expresa.

Desde el punto de vista de la probabilidad, agrega el científico, si esas máquinas pensantes lograron evolucionar, tenemos ahora más posibilidades de detectar sus señales que las de la vida 'biológica' que las inventó.

Objetivo en movimiento

Por su parte John Elliot, quien fuera investigador del Seti y ahora está basado en la Universidad Metropolitana de Leeds, en Inglaterra, afirma que los comentarios del doctor Shostak expresan un sentimiento común en la comunidad de científicos del Instituto.

"Tenemos que partir de algún lado y no hay nada incorrecto con esa teoría", dice el doctor Elliot a la BBC.

Modelo de extraterrestre

La vida más allá de la Tierra podría ser muy distinta de como la imaginamos.

"Pero después de haber buscado señales de vida durante 50 años, el Seti está atravesando un proceso de concientización sobre la forma como nuestra tecnología ha avanzado, lo cual es un buen indicador de cómo otras civilizaciones -si es que existen- podrían haber progresado".

"Ciertamente, lo que estamos buscando en el cosmos en un objetivo que evoluciona y está en movimiento", afirma el científico.

Pero ambos investigadores están de acuerdo en que encontrar y descifrar cualquier eventual mensaje que pudieran enviar esas máquinas pensantes podría ser más difícil que si se tratara de vida biológica.

La idea, sin embargo, ofrece nuevas direcciones en la búsqueda de vida extraterrestre.

Según el doctor Shostak es probable que la vida extraterrestre artificialmente inteligente emigre hacia lugares donde tanto la materia como la energía, las únicas cosas que serían de interés para estas máquinas, estuvieran plenamente disponibles.

Eso significa que la búsqueda del Seti necesita enfocarse cerca de las estrellas jóvenes y calientes o incluso cerca del centro de las galaxias.

"Creo que deberíamos dedicar un porcentaje de nuestro tiempo a buscar en las direcciones que quizás no sean las más atractivas en términos de inteligencia biológica, pero que podrían ser donde se ubican las máquinas que piensan", afirma el científico.

sábado, 7 de agosto de 2010

La galaxia es rica en planetas similares a la Tierra

Escrito por Kanijo en Astronomía, Sondas y Misiones, tags: ,

KeplerLa NASA no lo planeó de esta forma, pero a principios de este mes, un co-investigador de la misión Kepler en la búsqueda de otros planetas similares a la Tierra, anunció en una conferencia en Oxford, Inglaterra, que “los planetas como el nuestro están ahí fuera. Nuestra galaxia de la Vía Láctea es rica en este tipo de planetas”. El anuncio – que no se hizo público hasta que los organizadores de la conferencia publicaron un video la semana pasada – fue especialmente destacada debido a que estaba basada en gran parte en datos de Kepler que se había permitido a los miembros mantenerlos en secreto para un mayor análisis hasta el próximo febrero. Por lo que, tradicionalmente, esos datos serían publicados formalmente por todos los científicos implicados a bordo.

La filtración pública llegó del astrónomos y co-investigador de Kepler Dimitar Sasselov de la Universidad de Harvard en la conferencia anual TEDGLobal, una producción de la organización sin ánimo de lucro TED.

En el minuto 8:15 de su charla de 18 minutos, Sasselov mostró un gráfico de barras del tamaño de los planetas. De los aproximadamente 265 planetas de Kepler representados en el gráfico, aproximadamente 140 tenían la etiqueta de “similares a la Tierra”, es decir, que tenían un radio menor que el doble del radio de la Tierra. “Puede verse aquí que los planetas pequeños son los que dominan el paisaje”, dice Sasselov. Hasta ahora, los hallazgos de los astrónomos que buscan exoplanetas eran más del tipo de gigantes gaseosos como Júpiter que de pequeños rocosos como la Tierra. Incluso los investigadores de Kepler han evitado debatir sobre cualquier hallazgo sobre planetas del tamaño terrestre.

Sasselov enfatiza que son candidatos, no exoplanetas confirmados. Con mayores observaciones, la mitad de ellos podrían resultar ser falsas alarmas. Muchos podrían ser mundos similares a la Tierra pero que orbitan tan cerca de sus estrellas que no se parecerían a la Tierra más que en el tamaño. Sasselov comentó que los astrónomos serán capaces de identificar al menos 60 mundos similares a la Tierra. Por lo que la presentación no autorizada de los resultados preliminares parecería confirmar que Kepler ha tenido éxito al demostrar que la Tierra no es una rareza estadística.

La NASA aún no ha realizado comentarios al respecto.


Autor: Richard A. Kerr
Fecha Original: 26 de julio de 2010
Enlace Original

miércoles, 4 de agosto de 2010

Detectan un Complejo Compuesto Prebiótico en el Espacio Interestelar


4 de Agosto de 2010. Foto: Gaby Pérez y Susana Iglesias-GrothUn equipo de científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de Texas ha logrado identificar una de las más complejas sustancias orgánicas encontradas en el material que flota entre las estrellas.
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El descubrimiento del antraceno podría ayudar a resolver un misterio astrofísico de décadas de antigüedad, relacionado con la producción de moléculas orgánicas en el espacio.

El equipo encabezado por Susana Iglesias Groth, investigadora del IAC, ha detectado la presencia de moléculas de antraceno a unos 700 años-luz del Sol, en una nube densa ubicada en dirección a la estrella Cernis 52 de la constelación de Perseo.

Tal como apunta la científica, el siguiente paso lógico es investigar la presencia de aminoácidos. Compuestos como el antraceno son prebióticos, por lo que cuando son sometidos a radiación ultravioleta y combinados con agua y amoniaco, pueden producir aminoácidos y otros compuestos esenciales para el desarrollo de la vida.
Hace dos años, Susana Iglesias y sus colaboradores encontraron una prueba de la existencia de otra sustancia orgánica, naftaleno, en el mismo lugar, por lo que todo indica que allí existe una región de formación estelar rica en química prebiótica.

Hasta ahora, se había detectado antraceno sólo en meteoritos, nunca en el espacio interestelar. Formas oxidadas de esta molécula abundan en los sistemas biológicos y son bioquímicamente activas.

En nuestro planeta, el antraceno oxidado es un componente básico del aloe y tiene propiedades antiinflamatorias.

El nuevo hallazgo sugiere que una buena parte de los componentes clave en la química prebiótica terrestre podría estar presente en la propia materia interestelar.

Información adicional en:

domingo, 30 de mayo de 2010

Descubren los hidrocarburos más complejos que se han detectado en el espacio interestelar


Escrito por Kanijo

Un equipo de científicos liderado por el Instituto Astrofísica de Canarias (IAC) ha logrado identificar una de las moléculas orgánicas más complejas que se han detectado hasta la fecha en el medio interestelar. El descubrimiento de antraceno en la constelación de Perseo, a unos 700 años luz de distancia de la Tierra, podría resolver un problema astrofísico pendiente desde hace décadas sobre la producción de moléculas orgánicas en el espacio.

“Hemos detectado la presencia de moléculas ionizadas de antraceno en una nube densa, en dirección a la estrella Cernis 52”, explica Susana Iglesias Groth, la investigadora del IAC que ha liderado el estudio. “En esta región de formación estelar hemos encontrado también uno de los más altos contenidos de radicales de carbono hidrogenado que se conocen en el medio interestelar”, añade la astrofísica.

Iglesias destaca que “hace dos años ya encontramos pruebas de la existencia de naftaleno en la misma región, por lo que todo apunta a que hemos descubierto una región de formación estelar muy rica en lo que a química prebiótica se refiere”. En su opinión, el siguiente paso es investigar la presencia de aminoácidos. Sometidos a radiación ultravioleta y combinados con agua y amoníaco, moléculas como éstas pueden producir aminoácidos y otras moléculas esenciales para el desarrollo de la vida.

Hasta la fecha, este compuesto químico sólo se había detectado en meteoritos, pero nunca en el medio interestelar. Las formas oxidadas de esta molécula son comunes en los sistemas vivos y tienen actividad bioquímica. En nuestro planeta, el antraceno oxidado es un compuesto básico del aloe y tiene propiedades antiinflamatorias.

Este hallazgo sugiere que buena parte de los componentes clave en la química prebiótica terrestre podrían estar presentes en el material interestelar. En el artículo, que será publicado por la revista especializada de la Royal Astronomical Society el próximo mes, han participado varios colaboradores del IAC y de la Universidad de Texas.

Desde hace unos 80 años se conoce la existencia de cientos de bandas espectroscópicas asociadas con material interestelar, denominadas bandas difusas, pero hasta ahora no se había podido identificar el agente causante de ninguna de ellas. Este descubrimiento apunta a que podrían estar causadas por formas moleculares basadas en el antraceno o naftaleno. Ampliamente distribuidas por el espacio interestelar, podrían haber sido clave en la producción de muchas de las moléculas orgánicas presentes en la época de formación del Sistema Solar.

Los resultados, que se presentan la próxima semana en el Congreso Internacional “PAHs en el Universo” en Tolouse, Francia, se han basado en las observaciones realizadas con el telescopio William Herschel del Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, y con el telescopio HET de Texas, en Estados Unidos.


Fecha Original: 25 de mayo de 2010
Enlace Original

lunes, 26 de abril de 2010

El científico Stephen Hawking alerta sobre los peligros del contacto con extraterrestres


El científico, en una rueda de prensa en la Universidad de  Potsdam. | Markus Schreiber | AP

El científico, en una rueda de prensa en la Universidad de Potsdam. | Markus Schreiber | AP

  • Para el profesor es "racional" asumir que hay vida fuera de la Tierra
  • Advierte de que los 'aliens' llegarán a nuestro planeta en busca de recursos
  • Compara la llegada extraterrestre con el descubrimiento de América

El científico británico y astrofísico, Stephen Hawking, ha afirmado en una serie televisiva para el canal de televisión 'Discovery Channel' que los extraterrestres "casi seguramente existen" aunque aconseja que los humanos eviten mantener el contacto con ellos.

El profesor ha asegurado que es "perfectamente racional" asumir vida inteligente en otros lugares, aunque advierte de que los 'aliens' posiblemente harán incursión en la Tierra para proveerse de recursos y luego se irán.

"Algunos extraterrestres evolucionados podrían haberse convertido en nómadas y tener intención de colonizar los planetas a los que llegaran", afirma en la serie 'En el universo con Stephen Hawking".

Para él, si los extraterrestres visitaran la Tierra el resultado sería similar a cuando Cristóbal Colón llegó a América, un encuentro en el cual los nativos del continente americano no fueron los más beneficiados.

Así, el profesor piensa que en lugar de tratar de comunicarse activamente con seres alienígenas los humanos deberían hacer todo lo posible por evitar el contacto. A su juicio, las personas sólo tienen que observarse a sí mismas para darse cuenta de cómo un organismo inteligente puede tornarse en algo que no se quisiera conocer.

Comunicación con el espacio

Según explica la BBC, en el pasado se han enviado sondas al espacio con información acerca del planeta Tierra y de los seres humanos. Además, se han lanzado al Universo transmisiones radiales, con la esperanza de que sean captadas por alguna civilización alienígena.

"Para mi cerebro matemático sólo los números me hacen creer que la existencia de los extraterrestres es perfectamente posible. El gran reto es predecir qué forma tendrían los extraterrestre", asegura el científico británico, aunque supone que, probablemente, la mayor parte de la vida en otros rincones del universo consistirá en simples microbios.

viernes, 22 de enero de 2010

Buscando vida en el “multiverso”

Multiverso

¿Hay alguien ahí fuera? En el caso de Alejandro Jenkins, la cuestión se refiere no sólo a si hay vida en algún lugar del universo, sino si existe en otros universos fuera del nuestro.

Aunque podría ser una idea desconcertante de sopesar para una persona común, está en el trabajo cotidiano de Jenkins, asociado posdoctoral en física teórica de alta energía en la Universidad Estatal de Florida. De hecho, sus profundas ideas sobre el hipotético “multiverso” – piensa en él como un mega-universo lleno de numerosos universos menores, incluyendo el nuestro — están recibiendo ahora atención mundial, gracias a un artículo de portada que co-escribió en el ejemplar de enero de 2010 para la revista Scientific American.

En “Buscando vida en el multiverso”, Jenkins y el co-autor Gilad Pérez, teórico del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel, discuten una provocadora hipótesis conocida como el Principio Antrópico, la cual afirma que la existencia de vida inteligente (capaz de estudiar procesos físicos) impone restricciones sobre la posible forma de las leyes de la física.

“Nuestras vidas en la Tierra – de hecho, todo lo que vemos y sabemos sobre el universo que nos rodea – dependen de un conjunto preciso de condiciones que nos hacen posibles”, dijo Jenkins. “Por ejemplo, si las fuerzas fundamentales que dan forma a la materia en nuestro universo se alterasen sólo ligeramente, sería concebible que los átomos nunca se formasen, o que el elemento carbono, considerado un bloque básico para la vida como la conocemos, no existiera. Entonces, ¿cómo es que existe este equilibrio tan perfecto? Algunos lo atribuirían a Dios, pero por supuesto, esto está fuera del dominio de la física”.

La teoría de la “inflación cósmica”, que se desarrolló en la década de 1980 para resolver ciertos problemas sobre la estructura de nuestro universo, predice que el nuestro es sólo uno entre incontables universos que surgen a partir del vacío primordial. No tenemos forma de ver esos otros universos, aunque muchas del resto de predicciones de la inflacción cósmica han sido corroboradas recientemente mediante medidas astrofísicas.

Dadas algunas de las actuales ideas científicas sobre la física de alta energía, es plausible que esos otros universos puedan tener cada uno distintas interacciones físicas. Por lo que tal vez no es un misterio que estemos ocupando el extraño universo en el que las condiciones son justo las adecuadas para hacer posible la vida. Esto es análogo a cómo, de entre los muchos planetas de nuestro universo, ocupamos uno raro donde las condiciones son las adecuadas para la evolución orgánica.

“Lo que teóricos como el Dr. Pérez y yo hacemos es revisar los cálculos de las fuerzas fundamentales para predecir los efectos resultantes en posibles universos alternativos”, dijo Jenkins. “Algunos de estos resultados son fáciles de predecir; por ejemplo, si no hubiese fuerza electromagnética, no habría átomos ni enlaces químicos. Y sin gravedad, la materia no se agruparía en planetas, estrellas y galaxias.

“Lo sorprendente de nuestros resultados es que hemos encontrado condiciones que, aunque son muy distintas de las de nuestro unvierso, no obstante podría permitir – de nuevo, al menos hipotéticamente — la existencia de vida. (Qué aspecto tendría esa vida es otra historia completamente diferente). Esto nos lleva a la cuestión de la utilidad del Principio Antrópico cuando se aplica a la física de partículas, y podría forzarnos a pensar en más detalle sobre qué podría contener realmente el multiverso”.

“Buscando vida en el multiverso” puede comprarse, o acceder al mismo a través de la suscripción a Scientific American, en el sitio web de la revista. El ejemplar de enero también se vende actualmente en todo Estados Unidos.

“Tener un artículo en Scientific American es un logro magnífico, pero ser seleccionado para la historia de portada es realmente especial”, dijo Mark Riley, Catedrático del Departamento de Física de la Estatal de Florida. “Mis felicitaciones al Dr. Jenkins y a nuestro Grupo de Física de Alta Energía”.

Jenkins está graduado por la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de California, y ha llevado anteriormente a cabo investigación de posgraduado sobre el tema de los universos alternativos mientras estaba en el Institito Tecnológico de Massachusetts (MIT). A pesar de todo su aprendizaje, no obstante, el artículo de Scientific American fue inesperado.

“Estoy muy orgulloso de nuestra investigación, pero para ser honesto, creo que esto tiene algo que ver con el hecho de que la gente está intrigada por naturaleza por las ideas especulativas sobre la cosmología y la ‘gran descripción’. La idea de los universos paralelos, en particular, es una que mucha gente encuentra apasionante”, comenta Jenkins.

“La actual temporada de “Padre de Familia” (Family Guy, una comedia de la cadena de televisión Fox) recientemente se inició con un episodio llamado ‘Road to the Multiverse’, (Camino al Multiverso) el cual estaba bajo la premisa de que se pueden visitar otros universos — aunque eso parece imposible dado lo que conocemos sobre física. No obstante, si existen o no otros universos en realidad, es una cuestión que tiene consecuencias para nuestra comprensión de la física de este mundo. Creo que nuestra investigación genera importantes preguntas a este respecto”.

miércoles, 6 de enero de 2010

Kepler descubre cinco exoplanetas

El telescopio espacial de la NASA Kepler detectó sus cinco primeros exoplanetas, o planetas más allá del Sistema Solar.

Exoplaneta

Las temperaturas estimadas van desde los 1.200 grados Celsius hasta 1.650°C.

El observatorio, que fue lanzado el año pasado, realizó los descubrimientos en las primeras semanas de sus operaciones científicas.

El anuncio fue realizado este lunes en un encuentro de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos (AAS, por sus siglas en inglés) en Washington.

Pese a que los nuevos planetas son todos más grandes que Neptuno, la agencia espacial de Estados Unidos dijo que el telescopio está funcionando bien y destacó su sensibilidad.

Los exoplanetas recibieron el nombre de Kepler 4b, 5b, 6b, 7b y 8b.

Los cuerpos celestes varían en tamaño: de un objeto que tiene un radio cuatro veces mayor que el de la Tierra, a mundos mucho más grande que incluso nuestro Júpiter.

Y todos ellos orbitan muy cerca de sus estrellas madre. Esta proximidad, y el hecho de que las estrellas de acogida son también mucho más calientes que nuestro Sol, significa que los nuevos exoplanetas experimentan un calor intenso.

Densidad intrigante

Los planetas que encontramos son todos más calientes que la lava fundida; simplemente brillan con su temperatura

Bill Borucki, científico líder del Kepler en el Centro Ames de Investigaciones de la NASA

Las temperaturas estimadas van desde los 1.200 grados Celsius hasta 1.650°C.

"Los planetas que encontramos son todos más calientes que la lava fundida; simplemente brillan con su temperatura", dijo Bill Borucki, científico líder del Kepler en el Centro Ames de Investigaciones de la NASA.

Kepler 7b intrigará a muchos científicos. Es uno de los exoplanetas con menos densidad (unos 0,17 gramos por centímetro cúbico) que se han descubiertos.

"La densidad media de este planeta con su núcleo es casi la misma que la de la espuma de poliestireno", explicó el Borucki. "Así que es un planeta sorprendentemente ligero, algo que estoy seguro que los teóricos estarán encantados de ver en términos de tratar de entender (su) estructura".

Sensibilidad extraordinaria

Telescopio Kepler

  • Kepler fue lanzado al espacio encima de un cohete Delta II desde Cabo Cañaveral el 6 de marzo de 2009.
  • Está equipado con la cámara más grande jamás lanzada al espacio. La misión del telescopio es continua y simultáneamente observar más de 100.000 estrellas.
  • Detecta la presencia de planetas en busca de una pequeña "sombra" efecto cuando uno de ellos pasa por delante de su estrella madre.

Los detectores del Kepler tienen una sensibilidad extraordinaria.

La NASA dice que si el observatorio fuera dirigido hacia un pequeño pueblo en la Tierra, desde el espacio y de noche, podría detectar cómo un porche se oscurece cuando alguien pasa frente a la luz.

La agencia espacial espera que esta sensibilidad los guíe a planetas que no son sólo del tamaño de la Tierra y que orbitan sus estrellas a distancias más favorables a la vida, donde agua líquida podría residir en su superficie.

Los científicos de la misión dijeron en la reunión de la AAS que Kepler había medido cientos de posibles planeta, pero que eran necesarias nuevas investigaciones para establecer su verdadera naturaleza.

Mientras tanto, los descubrimientos ayudarán a los científicos a mejorar sus estadísticas sobre el tamaño de los planetas y el período orbital.

Las observaciones de seguimiento necesarias para confirmar la existencia de nuevos exoplanetas utilizan un conjunto de instalaciones terrestres incluyendo el telescopio Keck I en Hawaii.

Si Existen, Muy Pronto Será Posible Detectar Lunas Como Pandora, de la Película "Avatar"


Foto: David A. Aguilar, CfALunas pobladas por formas de vida, como Pandora en la reciente película "Avatar", son hoy ciencia-ficción, pero podrían dejar de serlo antes de lo creído. El telescopio espacial Kepler, en órbita desde Marzo de 2009, tiene la capacidad de detectar astros del tamaño de la Tierra hasta unos 500 años-luz de distancia de nosotros, y eso incluye lunas grandes alrededor de planetas gigantes. Además, tal como concluye la astrónoma Lisa Kaltenegger en un nuevo estudio, el Telescopio Espacial James Webb será capaz de analizar las eventuales lunas que sean descubiertas, y detectar gases cruciales para la vida como el oxígeno, el dióxido de carbono y el vapor de agua.


"Si Pandora existiera, podríamos potencialmente detectarla y estudiar su atmósfera en la próxima década", declara Lisa Kaltenegger, del Centro para la Astrofísica (CfA), gestionado conjuntamente por la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano.

Hasta recientemente, las búsquedas de planetas de otros sistemas solares han estado limitadas a la detección de planetas gigantes como Júpiter, de los cuales ya se conocen varios cientos. Los gigantes gaseosos, aunque fáciles de detectar, no podrían servir para sostener la vida, al menos tal como la conocemos. Sin embargo, una luna rocosa en órbita a un gigante gaseoso ubicado a la distancia idónea de su estrella (la que conlleva una temperatura que permite la existencia de agua líquida) sí podría resultar apta para albergar vida.

Todos los planetas gigantes gaseosos de nuestro sistema solar cuentan con lunas rocosas que además son ricas en hielo de agua en muchos casos. Eso hace suponer que los gigantes gaseosos de otros sistemas solares muy probablemente también posean lunas de esa clase a su alrededor. Algunas pueden tener masas comparables a la de la Tierra y ser capaces de retener una atmósfera.

La misión del Kepler es buscar planetas que, desde la dirección de observación del telescopio, crucen por delante de sus respectivas estrellas. Eso crea un minieclipse y atenúa el brillo de la estrella en un grado minúsculo pero detectable. Los tránsitos de este tipo duran unas pocas horas y requieren una alineación muy exacta de la estrella y el planeta a lo largo de la línea de visión terrestre. El Kepler examinará miles de estrellas, de manera que acabará por encontrar una cantidad significativa de soles con un planeta en tránsito.

Conociendo ya un planeta gigante gaseoso, los astrónomos pueden buscar lunas a su alrededor. La gravedad de un satélite es capaz de alterar, de modo sutil pero detectable, el movimiento de su planeta, de forma que puede acelerar o retardar su tránsito de maneras que delaten la existencia de esa luna.

Una vez hallada la luna, la siguiente cuestión a resolver es: ¿Tiene atmósfera? Si la posee, esos gases absorberán una fracción de la luz de la estrella durante el tránsito, dejando una huella sutil pero delatadora de la composición atmosférica del satélite.

Kaltenegger, tras calcular qué condiciones son las mejores para examinar las atmósferas de lunas de otros sistemas solares, ha llegado a la conclusión de que el sistema de Alfa Centauro A, escenario en la película "Avatar", sería un excelente objetivo para la búsqueda de satélites.

Alfa Centauro A es una estrella brillante y cercana, muy parecida a nuestro Sol, de manera que proporciona una señal clara y fácil de interpretar. Kaltenegger señala que bastarían unos pocos tránsitos para detectar la presencia de agua, oxígeno, dióxido de carbono y metano en una luna parecida a la Tierra, como lo es en "Avatar" el satélite Pandora. Tal como señala Kaltenegger, si esa luna de "Avatar" existiera de verdad, los astrónomos podrían detectarla y estudiarla en un futuro muy cercano mediante el Telescopio Espacial James Webb.

Aunque Alfa Centauro A es un prometedor objetivo de búsqueda de planetas o lunas habitables, las enanas rojas, muy abundantes, lo son en grado igual o incluso mayor. La zona orbital habitable (la que, por la temperatura reinante en ella, permite la existencia de agua líquida) está más cercana a la estrella en el caso de una enana roja, lo que incrementa la posibilidad de un tránsito.

Los astrónomos han debatido largamente sobre los problemas que podría acarrear para un planeta estar tan cerca de su estrella aunque la temperatura a esa distancia sea aceptable para la vida. La corta distancia de un planeta templado a su estrella enana roja influiría sobre su rotación de manera que ésta se amoldaría a la traslación y el planeta siempre le presentaría la misma cara a la estrella, como le sucede a la Luna con la Tierra. Aunque un buen régimen de vientos quizá podría repartir debidamente el calor entre la cara diurna y la nocturna, es obvio que un mundo con un hemisferio sumido en un día perpetuo y el otro en una noche perpetua, representa para la vida un mayor desafío que un mundo con una suficiente alternancia de días y noches.

Este problema de los planetas en la zona orbital habitable de una enana roja no lo sufrirían sus lunas. Una luna en tal escenario le presentaría siempre la misma cara a su planeta, pero no a la estrella, y por tanto tendría una alternancia normal de días y noches. La existencia de atmósfera también ayudaría a moderar las temperaturas. La vida vegetal podría poblar virtualmente toda la luna ya que tendría en la luz solar una fuente de energía accesible desde casi cualquier lugar de la superficie.

Debido a todas estas circunstancias, en la zona orbital habitable de una enana roja las lunas en órbita a planetas gigantes gaseosos tienen más probabilidades de albergar vida que los planetas rocosos o que las superTierras, dos tipos de planetas que se han considerado muy prometedores para acoger vida.

Información adicional en: