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domingo, 4 de julio de 2010

La gráfica de la muerte durante el siglo XX

Muy a menudo me encuentro con gente que dice que antes se vivía mejor, que hoy la ciencia lo estropea todo y que comemos porquerías. Uno puede opinar que le gusta más vivir en el campo, que le gusta más el aire de la montaña o que prefiere coger el tomate directamente de su huerta. Pero no es opinable que hoy la esperanza de vida ha subido extraordinariamente. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas objetivas de todo el siglo XX. El documento Esperanza de vida en España a lo largo del siglo XX es un trabajo muy documentado que se basa en los datos recogidos por el INE (Instituto Nacional de Estadística). En él se pueden ver gráficas y tablas espectaculares que muestran con claridad esta mejora en el modo de vida de la sociedad.







Me quedo con un par de párrafos de las conclusiones (negritas mías):

La esperanza de vida al nacer ha pasado de 34,76 años en 1900 a 78,71 en 1998 para el conjunto de la población (de 33,85 a 75,25 años en varones, y de 35,70 a 82,16 años en mujeres). Esta evolución representa una ganancia de 43,95 años de vida (41,40 en varones, 46,46 años en mujeres). La mitad de estos años ganados, 22,14, se debe a mejoras en la supervivencia en los menores de 15 años, sobre todo durante los dos primeros tercios del siglo.

La mejora en la esperanza de vida en los dos primeros tercios del siglo XX se debe en gran parte a la mejora de las condiciones de vida de los niños, pero en el último tercio del siglo parece estar mucho más relacionada con la mejora de la asistencia sanitaria y su extensión a toda la población, beneficiando especialmente a los mayores de 65 años.

La sanidad ha mejorado, indudablemente, gracias a la ciencia. Tenemos todo tipo de aparatos en los hospitales para medir, controlar y mejorar todo tipo de variables biológicas. Y no sólo asistencia sanitaria en hospitales y centros de salud. La sanidad también ha entrado de lleno en nuestra alimentación. Lo que comemos ha pasado controles sanitarios exhaustivos y, si algo se ve extraño, rapidamente se retira el producto en cuestión. Puedes pensar lo contrario si quieres, pero los datos los tienes delante de ti. Al menos, deja de pensar en conspiraciones.

sábado, 5 de junio de 2010

Nadie estudia a los animales "feos"

Rana. Foto: Rudi van Aarde.

Los anfibios son una de las especies menos estudiadas, dicen los autores del estudio.

clic Fotogalería: ¿Quiénes ganan y quiénes pierden en la competencia?

Que los hombres y las mujeres bellas despierten un interés mayor que el resto de los mortales, es algo que, hoy día, no sorprende a nadie. Pero quizá a usted sí le sorprenda saber que el mundo animal es víctima del mismo fenómeno.

Cual si fuera un concurso de belleza, a la hora de elegir qué especie estudiar o a cuál destinar financiamiento, los animales más carismáticos son los que encabezan la lista.

Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pretoria, en Sudáfrica, hay una marcada tendencia dentro de la comunidad científica a elegir como objeto de estudio especies que se caracterizan por su encanto.

Tigres, leopardos, chimpancés, gorilas y suricatos son algunos de los más favorecidos, en detrimento de ranas, lagartijas y aves.

En líneas generales, la investigación científica está dominada por el estudio de los grandes mamíferos amenazados, mientras que los reptiles, las aves y los pequeños mamíferos en peligro de extinción reciben mucha menos atención, dice el informe.

Dinero, publicidad e interés genuino

Puede ser que los científicos estudien estos animales porque les interesen o porque es más fácil conseguir fondos para estudiarlos, o porque es más factible que publiquen los resultados de estas investigaciones y hacer que la gente se interese en ellas

Morgan Trimble, coautora del estudio

Para llegar a esta conclusión los investigadores hicieron un recuento de los estudios sobre especies en el sur de África publicados entre 1994 y 2008, y combinaron esta información con la lista global producida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que clasifica a los animales según su riesgo de extinción.

Así notaron que los chimpancés, por ejemplo, fueron los protagonistas de 1.855 estudios, mientras que otras especies como las manatíes, sólo lo fueron de 14.

¿Por qué? "Es fácil entender por qué la gente está más interesada en un elefante que en un escarabajo", le dijo a BBC Mundo Morgan Trimble, coautora del estudio. "Pero la disparidad dentro de la comunidad científica puede deberse a mucha razones".

"Puede ser que los científicos estudien estos animales porque les interesen o porque es más fácil conseguir fondos para estudiarlos, o porque es más factible que publiquen los resultados de estas investigaciones y hacer que la gente se interese en ellas", agrega Trimble.

Los riesgos de la ignorancia

Manatí

El manatí, por su apariencia, no logra atraer el interés del científicos.

Hay quienes sostienen que no importa qué especies concentren el mayor esfuerzo de investigación, si de lo que se trata es de fomentar la conservación. Según los científicos que se adhieren esta corriente, si las políticas se dirigen hacia la conservación de especies clave, no sólo se evita la extinción de las mismas, sino también de muchas otras que comparten su hábitat.

"En parte es verdad", dice Trimble, "ya que gran parte de la pérdida de especies está vinculada a la pérdida de su hábitat natural. Pero si no sabemos qué especies hay allí, no podemos tener ninguna certeza".

Por otra parte, aclara, "tampoco podemos afirmar que corren mayor peligro de extinguirse porque no las estudiamos. Sencillamente no lo sabemos".

No obstante, la investigadora espera que poner de manifiesto los prejuicios y preferencias de los científicos cuando eligen una especie para estudiar, sirva para que tanto los investigadores como las agencias que financian los proyectos reflexionen sobre la mejor manera de ejercer un impacto positivo en la conservación de especies.

viernes, 21 de mayo de 2010

Proof: el blog de imágenes matemáticas

Proof-Blog

Feed RSS Proof es un precioso blog minimalista dedicado a imágenes matemáticas, detrás de las cuales se esconde toda una historia: una demostración, una teoría, cálculos complejos o el planteamiento de un problema. Cada imagen va acompañada de una pequeña descripción y los oportunos enlaces para indagar más en la belleza del mundo matemático.

martes, 6 de abril de 2010

Decálogo de valores culturales de la ciencia

 Extraído de la intervención de Ramón Núñez Centella en el Senado sobre Cultura científica durante la Reunión de Presidentes de Comisiones de Ciencia e Innovación de los Parlamentos Nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea y del Parlamento Europeo celebrada el pasado día 25 de marzo, a la que asistieron más de 30 representantes de 19 países:
  1. Curiosidad. La ciencia se basa, ante todo, en un insaciable deseo de conocer y comprender, que se puede manifestar de muchas formas; por ejemplo, en la búsqueda de datos complementarios y de su significado en cada situación. Albert Einstein sintetizó como nadie la necesidad de curiosidad: «Lo importante es no cesar de preguntarse cosas».
  2. Escepticismo. La ciencia promueve la búsqueda y exigencia de pruebas, y la evaluación continua del conocimiento con espíritu crítico. En ciencia se ha de cuestionar todo y es imprescindible la honestidad, pues tarde o temprano se impone la realidad de los hechos.
  3. Racionalidad. Entendiendo como tal un respeto a la lógica, así como la necesidad de considerar antecedentes y consecuencias de cada fenómeno analizado. Es la base para buscar causas y motivos de los fenómenos. Por ejemplo, la persona racional no es supersticiosa.
  4. Universalidad. Es decir, que lo que es válido para uno es válido para todos, independientemente de la raza, la religión o la cultura. La ciencia y la tecnología constituyen un elemento común a las culturas del mundo, pertenecen a toda la humanidad.
  5. Provisionalidad. Es una característica esencial del conocimiento científico. Aunque pueda resultar incómodo, debemos incorporar ese hecho como un valor, frente a esquemas de certeza, permanencia e inmutabilidad. Este es un punto crítico, porque a muchas personas les gustan las respuestas firmes, y la incertidumbre es difícil de aceptar. Hemos de acostumbrarnos -educarnos- a convivir con la provisionalidad: «No se llega a la certeza con la razón sino con la fe», nos dijo Guillermo de Occam.
  6. Relatividad. Muy relacionado con lo anterior está la necesidad de matices que necesita una calidad en las afirmaciones. La incertidumbre de resultados, el margen de error, el borde de la indefinición o la frontera son terrenos habituales por donde se mueve la ciencia, y el transitar por ellos nos educa en la comprensión de los niveles de riesgo, el valor de las estadísticas y la capacidad de evaluar a priori el éxito o fracaso de una iniciativa.
  7. Autocrítica. Es esencial en la ciencia el dudar de toda conclusión que uno mismo formula, comenzando inmediatamente a buscarle sus puntos débiles. La ciencia es crítica consigo misma, y también debe estar abierta al escrutinio social, histórico y cultural, tanto por parte de intelectuales como de la sociedad en general.
  8. Iniciativa. La necesidad de revisión continua que tiene la ciencia y la posibilidad permanente de mejorar las soluciones tecnológicas obligan a una actitud de inconformismo y emprendedora, a la valoración y asunción de riesgos en la innovación, asumiendo los ensayos fallidos como pasos imprescindibles y útiles de un proceso.
  9. Apertura. Es decir, la disponibilidad para escuchar y aceptar ideas de los demás, y también para cambiar las propias en función de las evidencias que se nos ofrecen. La apertura es imprescindible para la innovación y para que fructifique la creatividad.
  10. Creatividad. Es clave en la tecnología, para buscar soluciones a problemas divergentes, y para establecer relaciones originales, diseñar experiencias, proponer hipótesis, inventar y diseñar leyes, crear modelos, teorías, aparatos, mecanismos, procedimientos, métodos…

martes, 23 de marzo de 2010

La psicología del antropomorfismo y la deshumanización

Antropomorfismo

La gente habla con sus plantas, reza a dioses parecidos a los humanos, le pone nombre a sus coches e incluso viste a sus mascotas. Tenemos una fuerte tendencia a dar a las entidades no humanas características humanas (conocido como antropomorfismo), pero ¿por qué? En un nuevo informe de Current Directions in Psychological Science, una revista de la Asociación para la Ciencia Psicológica, el psicológo Adam Waytz de la Universidad de Harvard asi como Nicholas Epley y John T. Cacioppo de la Universidad de Chicago, examinan la psicología del antropomorfismo.

El término antropomorfismo fue acuñado por el filósfo griego Jenófanes al describir la similitud entre los creyentes y sus dioses, es decir, los dioses griegos eran presentados con la piel clara y los ojos azules, mientras que los dioses africanos tenían la piel oscura y los ojos marrones. Las investigación neurocientífica ha demostrado que regiones cerebrales similares están involucradas cuando pensamos en el comportamiento tanto de los seres humanos como de las entidades no humanas, lo que sugiere que el antropomorfismo puede utilizar procedimientos similares a los usados para pensar en otras personas.

El antropomorfismo conlleva muchas implicaciones importantes. Por ejemplo, pensar en una entidad no humana de forma humana, hace que valga la pena su cuidado y consideración moral. Además, las entidades antropomorficas se hacen responsables de sus propios actos, es decir, se convierten en merecedores de castigo o recompensa.

Aunque nos gusta antropomorfizar, no asignamos cualidades humanas a todos y cada uno de los objetos que nos encontramos. ¿Qué explica esta selectividad? Un factor es la similitud. Es más probable que se antropomorfice una entidad cuanto más parecida sea a los seres humanos (por ejemplo, a través de movimientos parecidos a los humanos o características físicas como un rostro). Varias motivaciones pueden influir en el antropormofismo. Por ejemplo, carecer de relaciones sociales con otras personas puede motivar a individuos solitarios a buscar conexiones con elementos no humanos. El antropormofismo puede ayudarnos a simplificar y dar más sentido a entidades complejas. Los autores han obvervado que, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, “poner nombres a los huracanes y las tormentas, una práctica que se originó usando el nombre de santos, el de las novias de los marineros y el de políticos desagradables, simplifica y facilita la comunicación eficaz para mejorar la preparación del público, la comunicación de los medios y un intercambio de información eficaz”.

El antropormofismo invertido se conoce como deshumanización, cuando los seres humanos son representados como objetos no humanos o animales. Hay numerosos ejemplos históricos de deshumanización, como el de la persecución nazi a los judios durante el Holocausto y las torturas en la prisión de Abu Ghraib en Irak. Estos ejemplos también sugieren que quienes se dedican a la deshumanización suelen formar parte de un grupo cohesionado que actúa contra los de fuera, esto es, personas que se sienten socialmente conectadas pueden tener una mayor tendencia hacia la deshumanización. Los autores señalan que “la conexión social puede tener beneficios para la propia salud de la persona y su bienestar, pero puede tener lamentables consecuencias para las relaciones intergrupales permitiendo la deshumanización”.

Los autores concluyen que pocos de nosotros “tienen dificultades para identificar a otros seres en un sentido biológico pero es mucho más complicado identificarlos en un sentido psicológico”.


Autor: Barbara Isanski
Fecha Original: 25 de febrero de 2010
Enlace Original

domingo, 28 de febrero de 2010


Consecuencias letales del negacionismo

No salgo todavía de mi asombro por el estudio que anoche cayó en mis manos…

Siempre han existido diferentes tipos de negacionismo y teorías conspirativas posicionándose en contra del consenso científico: la llegada del hombre a la Luna fue un montaje, los humanos no tenemos nada que ver con el cambio climático, el tabaco no provoca cáncer…

Uno de los casos más escandalosos fue –todavía hay grupos minoritarios que así lo creen- la negación de que el virus HIV fuera la causa del SIDA. “¡Es una invención de las farmacéuticas!”, decían unos pocos listos tomándonos al resto por marionetas. “Hay científicos que así lo afirman”, argumentaban apoyándose en un reducidísimo número de investigadores con ganas de notoriedad entre los que, efectivamente, había incluso un premio Nobel. “Los medicamentos son perjudiciales”, afirmaban saltándose los resultados de ensayos clínicos con total impunidad.

La verdad, nunca les había otorgado demasiada importancia, hasta este estremecedor estudio de la Harvard School of Public Health: si entre el año 2000 y el 2005 el gobierno de Sudáfrica hubiera aceptado las ayudas y fármacos que se le daban gratis en lugar de rechazarlos argumentando que eran ineficientes contra el SIDA, se hubieran salvado 330.000 vidas humanas.

Impresionante.

En el fondo es sólo poner números a una realidad ya conocida y denunciada ampliamente durante años por multitud de organizaciones. Pero las cifras impactan.

Los autores del estudio explican que en 1999 el presidente Thabo Mbeki decidió no aceptar los fármacos ZDV y AZT como tratamiento del SIDA y contra la transmisión del virus de madres infectadas a hijos. Argumentó que eran tóxicos e ineficientes contra una enfermedad que no era causada por el HIV. Mientras su ministra de salud defendía el uso de ajo, limón y ciertos vegetales.

En esos momentos la comunidad científica ya había demostrado sobradamente la relación entre virus y enfermedad y la eficacia de los antirretrovirales. Sólo un puñado de científicos -el artículo cita textualmente a Peter Duesberg- alimentaban su fama negando que el HIV fuera el causante del SIDA. Algunos de ellos formaban parte del panel de expertos que asesoraba al gobierno de Mbeki.

Los investigadores de Harvard hicieron una estimación de cuantas personas habrían recibido tratamiento entre 2000 y 2005 si el gobierno sudafricano no se hubiera opuesto, y calcularon que se habrían evitado 35.000 nacimientos de bebés ya infectados, y salvado 330.000 personas con un equivalente total de 2,2 millones de años de vida perdidos.

No es nuevo. Pero hay momentos en que merece la pena recordar las consecuencias de dar la espalda a la ciencia, y lo peligroso de seguir unas posturas negacionistas que transforman el riguroso y necesario escepticismo de la ciencia en un compromiso ideológico inflexible.

sábado, 20 de febrero de 2010

La ciencia no es cosa solo de europeos

Una de las muchas ironías de nuestra civilización tecnológica y científica es que nosotros, sus integrantes, ni aplicamos ni tan siquiera conocemos el modo en que se hace ciencia. Dicho de otro modo, con la aparición de la ciencia asalariada, allá por la época de la Revolución Francesa, hemos dejado de preguntarnos cómo funciona el mundo y hemos olvidado observar y sacar conclusiones de lo observado. Ésa es misión de los científicos, que para eso les pagamos. Pero lo peor de todo es que nos creemos que la ciencia es un producto occidental, que nació en Grecia y fue perfeccionada siglos después con Galileo y el famoso método hipotético-deductivo. Nada hay más errado. Ni somos únicos ni tampoco hemos sido los primeros.

Por ejemplo, en Japón existe un método tradicional para pescar peces ayu (Plecoglossus altivelis) que saca partido del estudio de su comportamiento. Durante la época de la reproducción los machos defienden territorios en el lecho del río, al igual que otros muchos peces a lo largo y ancho de este mundo. Cuando un intruso penetra en el territorio del macho, éste nada a su encuentro: si es una hembra, la corteja, pero si es otro macho, le da un golpe fuerte en la parte lateral. Pues bien. Los japoneses han aprovechado este comportamiento para desarrollar una técnica llamada tomozuri, que literalmente significa “pescar con señuelo”.

Primero hay que hacerse con un pez pequeño usando los métodos tradicionales. Después se ata este pez a un anzuelo con forma de U de forma que la parte posterior está oculta por el cuerpo de pez-cebo. Sujeto a una caña, hay que hacer que se mueva en el agua imitando el movimiento de estos peces. Entonces llega el macho y al darle el golpe, se clava él mismo en el anzuelo. Una cosa más: esta técnica únicamente se utiliza para este tipo de peces. El resto se pesca con sedales o redes. El japonés que ideó este método tuvo que realiza una verdadera investigación etológica.

Algo parecido hacen los vaqueros fulani, en el Alto Níger. No tienen caballos como los cowboys, por lo que el uso de la fuerza no sirve para guiar las manadas. Para ello lo que hacen es adoptar el comportamiento y los privilegios del animal dominante de la manada: se intercala en la jerarquía social del rebaño atacando a los más fuertes sin que medie provocación y tratando con mimo y cuidado al resto. Así se convierten en los líderes del rebaño y pueden gobernarlo fácilmente.

Y nosotros, los brillantes europeos, nos creemos que inventamos la ciencia del comportamiento animal, la etología. Quizá deberíamos haber ido a preguntar a África…

lunes, 15 de febrero de 2010

Los transhumanistas

La ficción basada en los adelantos de la ciencia da para todo: desde imaginar cyborgs que nos reemplacen, hasta concebir una especie de evolución artificial (o no natural, como la que ejemplificaba S. Lem en El Invencible). Y bueno, aquí tenemos a los transhumanistas, casi tan delirantes como todos los demás.

Por Pablo Capanna
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PARA FIN DE SIGLO LA INMORTALIDAD HABRÍA SIDO ALCANZADA Y DESAPARECIDO LOS LIMITES ENTRE HUMANOS Y MAQUINAS.

Quizás el momento culminante de muchas conferencias se alcance cuando el coordinador, tras agotarse los aplausos de rutina, le cede la palabra al público. Aquel que acaba de hablar se afloja un poco, porque siente que ya ha dejado de dar examen. Los oyentes despiertan de su sopor y se regocijan, pensando que falta poco para irse.

Es habitual que las preguntas no sean demasiado pertinentes, comenzando por el enigmático “¿desde dónde está hablando?”, al cual por supuesto está prohibido contestar “Desde acá”. Suele haber quien aprovecha la audiencia para pronunciar un discurso o disertar sobre cosas que nada tienen que ver con el tema.

No falta aquel que sentencia que como lo que acaba de escuchar no está en la bibliografía (“y mire que yo hace mucho que ando en esto”), ni vale la pena considerarlo. Pero también está ese chico de cara engañosamente inocua que se ha tomado en serio eso de la trasgresión, y se esmera todo lo que puede para encontrar las preguntas más molestas.

Hace poco uno de ellos se me acercó para decir que no había motivos para ocuparse de la supervivencia de la especie humana, más allá de ese famoso instinto de conservación del individuo al cual, en su individualismo, admitía por lo menos como legítimo.

Como soy irremediablemente lento para responder (lo cual siempre me ha impedido ser un buen entrevistador o siquiera un buen entrevistado) no se me ocurrió nada. Podía haberle dicho que sin sociedad no hay individuos y que hasta los suicidas (que no respetan eso de la autoconservación) casi siempre están tratando de molestar con su acto a algunos miembros de la sociedad o al sistema en su conjunto. Pero el planteo me sorprendió porque en tiempos no tan lejanos a nadie se le hubiera ocurrido hacerlo.

Lo que había suscitado la cuestión era el Transhumanismo, un movimiento que proclama con pretensiones filosóficas, o por lo menos ideológicas, el inminente reemplazo de nuestro precario protoplasma por materiales más durables. Eso permitirá acabar con la humanidad tal como la conocemos y promete la inmortalidad, por lo menos para los ciborgs que habrán de reemplazarnos.

HOMBRES NUEVOS

La idea de mejorar la especie humana, no sólo moral o intelectualmente sino en sentido específicamente biológico, tiene menos de doscientos años. Herederos de la Ilustración, los utopistas del siglo XIX confiaban en que con la educación, la equidad social y el progreso científico la humanidad futura sería física y mentalmente superior a la actual.

Marx pensaba que el hombre venidero, superada la alienación del trabajo, desarrollaría intereses y habilidades múltiples, a lo cual Trotsky añadía que entonces todos alcanzarían el nivel intelectual de un Darwin o un Goethe.

El propio Nietzsche no imaginaba a su Superhombre como una mutación biológica, aunque Hitler le dijo a Rauschning que él y sus cómplices esperaban precisamente eso. El eugenismo de fines del siglo XIX ya había propuesto esa biopolítica activa que tanto atraía a Hitler: aplicar las técnicas de selección que usaban los ganaderos para “mejorar la raza”.

Desacreditados por su asociación con los nazis, los eugenistas entraron en eclipse, pero sus ideas no desaparecieron y, como veremos, hasta afloran en una polémica reciente.

Los transhumanistas concuerdan en reconocer que el primero que usó el término “transhumano” fue el biólogo Julian Huxley en 1953. Huxley, que fue el primer secretario de la Unesco, abogaba por la aplicación de las tecnologías para mejorar la condición humana. Sin embargo, hacía una importante salvedad: “que la humanidad siguiera siendo humana”. De todos modos, no especificaba dónde estaban los límites.

Julian Huxley era el hermano de Aldous Huxley, el autor de Un mundo feliz (1932), la clásica novela que satirizaba ciertas especulaciones sobre el futuro humano que habían circulado recientemente.

En los años ‘20, varios científicos de renombre, como el biólogo J. B. S. Haldane, el matemático Bertrand Russell y el físico J. D. Bernal se habían lanzado a especular sobre las tareas futuras de la ciencia. Julian Huxley pertenecía a ese grupo, pero el más audaz de todos había sido Bernal, quien imaginaba preservar los cerebros y reemplazar los cuerpos por terminales mecánicas.

Como última fase de la evolución, anunciaba su conversión a formas incorpóreas, que acabarían por disolverse en cuantos de energía o rayos de luz. En una etapa intermedia, Bernal planteaba el tema de qué hacer con los humanos “evolutivos” (nosotros) cuando la humanidad se dividiera en dos especies. En esos años, el tema les dio qué hablar a varios escritores, como Aldous Huxley, Olaf Stapledon y C. S. Lewis.

EL CAMINO DE LA SINGULARIDAD

El tema permaneció latente (o por lo menos siguió estando activo en el acotado campo de la ciencia ficción) durante muchas décadas, pero se diría que se reavivó con la llamada “muerte de las ideologías”, a fines de los años ochenta. La perspectiva de abandonar al hombre a su suerte y ponerse a engendrar al Superhombre se planteó en varios exitosos libros escritos por científicos y divulgadores:

Hans Moravec (Hijos de la mente, 1988) apeló a la informática y la robótica, Marvin Minsky (La sociedad de la mente, 1987) a las ciencias cognitivas y Eric Drexler (Máquinas de creación, 1986) a la nanotecnología. Antes que ellos, Robert Ettinger (Del hombre al Superhombre, 1972) había pensado que la criogenia nos daría tiempo para desarrollar las necesarias soluciones.

Todos los esfuerzos fueron a converger en otro libro que debemos a una estrella de la informática, Raymond Kurzweil, quien le puso el sugestivo título de La era de las máquinas espirituales (1998).

Todas estas obras hacen gala de una buena cuota de sensacionalismo y suelen irradiar un optimismo a prueba de tsunamis.

En realidad, los más entusiastas ideólogos del transhumanismo son dos filósofos, Nick Bostrom y David Pearce, que fundaron en 1988 la World Transhumanist Association. Su emblema “H+” (Homo Plus) parecen haberlo tomado de una novela de ciencia ficción que escribió Frederik Pohl en 1976. A veces se los llama extropianos, porque antes dieron a conocer sus ideas por medio de la revista Extropia.

A diferencia de los escritores de formación científica, los filósofos son más bien concordistas, y no dejan de presentar su propuesta casi como una nueva religión. Más cautelosos que esos posmodernistas que denunciaron Sokal y Bricmont, corren el riesgo de entender tan poco como ellos de un tema que para los científicos pertenece a la filosofía, aunque los filósofos lo consideran propio de la ciencia.

El núcleo duro de la propuesta es una predicción concreta para los próximos veinte o treinta años. En ese lapso, año más o menos, se daría la convergencia de cuatro corrientes que están creciendo de manera exponencial: la nanotecnología, la biología molecular, las ciencias cognitivas y la informática. Antes del 2050 se produciría un salto evolutivo radical, que Vernor Vinge y Kurzweil llaman “singularidad tecnológica”: una mutación cualitativa de la especie. Antes de fin de siglo, la humanidad que conocemos habría quedado tan atrás como los dinosaurios o la fauna de Ediacara.

MAS ALLA DE MOORE

El proceso es inexorable, asegura Kurzweil, porque se basa en “leyes naturales”. Su favorita es la Ley de Moore: “la superficie de los transistores se reduce un 50 por ciento cada dos años”. Tras ser enunciada por Gordon Moore de Intel, en 1965, la ley ya tuvo que ser rectificada, lo cual no la hace tan “natural” y confiable como la gravitación universal o los principios de la termodinámica.

Kurzweil también podría haber apelado a la Ley de Metcalfe, que expresa el vertiginoso crecimiento de las redes, pero prefiere hablar de los “retornos acelerados”, esto es, el ritmo con el cual los avances tecnológicos se realimentan y aceleran el proceso. Con este principio, la primera generación de inteligencias artificiales diseñaría la siguiente, y así al infinito.

Kurzweil saca una apresurada conclusión, cuando observa que si la industria automotriz hubiera crecido al mismo ritmo, un auto costaría diez dólares y sería más rápido que la luz. Claro que en el mundo real esas cosas no ocurren porque se neutralizan a sí mismas, pero como metáforas siempre resultan impactantes, más si uno las presenta con un vistoso power point.

A la hora de ponerles fecha a sus profecías, Kurzweil nos decepciona, porque comienza anunciando para el año 2000 aquel colapso de las computadores (el famoso 2YK) que nunca ocurrió. Para el pasado 2009 anunciaba teléfonos capaces de traducir (ya hacen cualquier cosa, pero todavía no eso), la cura del cáncer y un movimiento “neoluddita”: miles de energúmenos que la emprenderían a martillazos con las computadoras. Kurzweil no se arredra ante los hechos y anuncia que para el 2019 las máquinas comenzarían a confundirse con los cerebros en cuanto alguien se gane los 100 mil dólares del Premio Loebner por superar el test de Turing. En diez años más, habría que darles documentos y reconocerles derechos humanos a los robots. Dejando atrás la nanotecnología, para el 2072 ya estaríamos haciendo pico-ingeniería, esto es, trabajando con magnitudes de una billonésima de metro. Habría femto-ingeniería (medida en mil-billonésimas)para el 2099. No solo eso: para fin de siglo la inmortalidad habría sido alcanzada pero habían desaparecido los límites entre humanos y máquinas.

EL FRACASO DE LOS PROYECTOS UTOPICOS

Para ser creíble, todo esto se parece demasiado a la New Age, que con bases meramente astrológicas desde hace varias décadas viene anunciando la llegada de la Era de Acuario. El transhumanismo, por ahora, parece una new age “tecno”. Pero la pregunta más importante, la que no tiene respuesta, es: ¿Qué piensan hacer con los seres de carne y hueso, que para el caso serán los pobres del sistema?

La ideología implícita en los planteos más radicales de transhumanismo es un marcado desprecio por el cuerpo y por la evolución biológica. Allá por 1972, en los comienzos de la inteligencia artificial, el teórico Warren Mc Culloch escribió que “siendo el hombre el más sucio y destructivo de los animales” cabría esperar que las máquinas llegaran “felizmente, a dominarlo y esclavizarlo.” Un desprecio aun mayor por la vida orgánica se encuentra en ideólogos más recientes, como David Skal.

El fracaso de los proyectos utópicos parecería autorizar a algunos a renegar en bloque de la política y la educación, los recursos en los cuales tradicionalmente se confiaba para mejorar la especie.

Esta actitud antropológicamente nihilista autoriza a algunos, como el filósofo Peter Sloterdijk (Normas para el Parque Humano, 2003) a proponer como objetivo una forma elegante de eugenesia como única manera de mejorar la especie. Su propuesta ha abierto una polémica en la cual encontró su principal adversario en otro filósofo, el veterano Jürgen Habermas.

Se diría que si los humanos son tan irredimibles, ¿quién nos garantiza de que serán capaces de crear algo mejor que ellos? La solución puede ser más utópica que las anteriores, aunque pretenda respaldarse en la ciencia.

Se dice que algunos transhumanistas han elegido a Michael Jackson, con toda su ambigüedad física y psíquica, como el emblema de su movimiento.

Pero si el hombre del futuro se va a parecer a Michael Jackson, no es de extrañar que uno comience a añorar a los Neanderthales, que no bailarían tan bien pero después de todo tenían sus cosas.

Link a la nota:

viernes, 25 de diciembre de 2009

Innovación científica "al alcance de todos"

SpaceShipOne

El SpaceShipOne contó con fondos millonarios del sector privado.

Unos intentan crear carne en el laboratorio, llevar turista al espacio e incluso prolongar la vida humana hasta límites que desafíen la imaginación. Otros lanzan globos para medir la rapidez y exactitud con que la información circula en internet.

Lo que tienen todos en común es el uso de altas sumas de dinero como fuerza motriz de la innovación científica sobrepasando las estructuras oficiales y los programas de gobierno.

Cuando el multimillonario británico Richard Branson invirtió en el proyecto del SpaceShipOne, diseñado por Burt Rutanm -quien ganó US$10 millones del premio Ansari para la fabricación de naves espaciales por parte del sector privado- muchos pensaron que de manera efectiva se rompían los monopolios gubernamentales de la investigación espacial usando del poder motivador de las ganancias.

clic Al espacio por US$200.000

Igual pensaron cuando PETA, la organización independiente que aboga por el tratamiento ético de los animales, ofreció US$1 millón a quienes logren crear carne en el laboratorio y comercializarla para junio de 2012, con resultados que ya se pueden apreciar.

clic ¿Comería carne de laboratorio?

Y también gracias a donaciones privadas y de fundaciones, se creó el premio del Ratón Matusalén (o M Prize, como se le conoce en inglés) que cuenta con millones de dólares para estimular las investigaciones que ayuden a prolongar la vida humana. Recientemente el científico Andrzej Bartke logró que un ratón viviera 1.819 días, en lugar de los usuales 700 ó 750.

Este premio, como le dijo a la BBC el doctor Aubrey de Grey, bautizado como el "profeta de la longevidad" podría ser clave en lograr que en unas décadas la ciencia sea capaz de detener el proceso de envejecimiento.

clic ¿Más cerca de la eterna juventud?

La propia innovación

A la fuerza motivadora de las altas sumas de dinero también apeló un reciente proyecto de una agencia de investigación del departamento de Defensa de Estados Unidos que buscó medir la precisión y rapidez con la que la información se difunde en internet mediante el lanzamiento de diez globos rojos meteorológicos en diez lugares secretos.

clic Ponen a prueba exactitud de la internet

Más de 4.000 grupos compitieron para ser los primeros en detectar con exactitud el lugar de todos los globos, y un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ganó el premio de US$40.000.

Investigación en un laboratorio

La innovación debe "involucrar a las comunidades y proceder de ellas mismas".

Como explica Emilio San Pedro, de la BBC, la idea surgió de la Agencia para Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (conocida en inglés como DARPA), la cual desempeñó un papel clave en la creación de la propia internet.

Pero ¿es la creación de premios con altas sumas de dinero la fuerza motriz de la innovación y de su democratización?

Aunque no puede desdeñarse el poder de motivación de las ganancias y los estímulos que presentan las altas sumas de dinero, Nuria Molinero, jefa de Comunicación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, le dice a BBC Mundo que en la batalla por la innovación científica lo que está en juego es la propia definición del concepto de innovación, como algo que involucre a las comunidades y provenga de ellas mismas.

"Desde 2009 a raíz de la declaración de la Comisión Europea del Año Europeo de la Creatividad y la Innovación, y en coincidencia con los tiempos de crisis económica nos vimos en la necesidad de hacer llegar la innovación a la sociedad", dice, y para eso se presentó una convocatoria por valor de 4 millones de euros (unos US$5 millones y medio ) con el objetivo de financiar más de doscientas actividades de promoción de la cultura científica y tecnológica, explicó.

Así, en opinión de Molinero, pueden ser tan efectivos los premios millonarios del sector privado como aquellos premios locales y de pequeña escala que otorga una comunidad o un ayuntamiento.

Lo importante, explica, es que por varias vías se contribuya a crear una dimensión más participativa y se haga que la tecnología incida de una manera más práctica en la vida concreta de las personas.

martes, 15 de diciembre de 2009

Las mujeres de ciencia más inspiradoras de todos los tiempos


En julio se hizo una encuesta para elegir a las diez mujeres dedicadas a la ciencia que más han inspirado a la humanidad. La ganadora, con un 25,1% de los votos, ha sido Marie Curie, seguida de Rosalind Franklin (14,2%) y de Hypatia de Alejandría (9,4%).

Creo que es importante señalar que no se trata de cuál ha beneficiado más a la humanidad ni de si lo que ha hecho ha sido lo más importante. Creo que esta diferencia es interesante pues si nos fijamos en otro personaje, Julio Verne, veremos que no ha hecho ninguna contribución a la ciencia, incluso muchas de sus ideas eran pseudociencia pura y dura, sin embargo sí que ha sido un gran inspirador de vocaciones científicas. En ese sentido la ganadora del concurso, Marie Curie, sin duda lo es. Probablemente por el apoyo de Hollywood, pero las películas son un buen sistema de inspirar.

La encuesta se hizo on-line entre los lectores de la revista NewScientist bajo el patrocinio de la empresa L´Oreal para celebrar el Programa para mujeres en la ciencia L´Oreal-Unesco.

Los resultados han sido:

1. Marie Curie 1854-1923 (25%). Físico. Primera mujer que obtuvo un doctorado en ciencia. Primera persona en ganar dos premios Nobel y la única que los ha recibido en dos campos distintos: Física y Química.

(Marie Curie. Foto gentileza Wiki)


2. Rosalind Franklin 1920-1958 (14,2%). Químico. Es la persona olvidada de la historia del desciframiento de la «doble hélice», de cómo está codificada la información genética. Gracias a sus trabajos Watson y Crick descubrieron la estructura del DNA.


3. Hypatia de Alejandría 370-415 (9,4%). Matemático y Astrónomo. Escribió tratados de geometría, álgebra y astronomía. Se le atribuye la invención del astrolabio marino.


4. Jocelyn Bell Burnell 1943- (4,7%). Astrofísico. Como estudiante de investigación co-descubrió los «púlsares», estrellas que giran a enorme velocidad.


5. Ada, Condesa de Lovelace 1815-1852 (4,5%). Matemático. Inventora del primer lenguaje de programación de la historia y, como programaba en él, sin duda el primer programador.


6. Lise Meitner 1878-1968 (4,4%). Físico. Codescubridora de la fisión nuclear. Gracias al trabajo conjunto Otto Hahn ganó el premio Nobel. Sin duda ella también se lo merecía.


7. Dorothy Hodgkin 1910-1994 (3,8%). Químico. Perfeccionó la técnica de difracción de rayos X, que después sería fundamental en los trabajos de Rosalind Franklin que sirvieron para establecer la estructura del DNA. Obtuvo el premio Nobel en 1964.


8. Sophie Germain 1776-1831 (3,7%). Matemático. Hizo grandes progresos en el último teorema de Fermat.


9. Rachel Carson 1907-1964 (3,3%). Biólogo. Escribió el libro Silent Spring (Primavera Silenciosa) que lanzó el movimiento medioambiental moderno.


10. Jane Goodall. 1934- . (2,7%). Primatólogo. Estudió los chimpancés. Premio Príncipe de Asturias 2003

domingo, 15 de noviembre de 2009

Genes mutantes, "clave para una vida larga"

Cromosomas

Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas.

Existe un vínculo claro entre vivir hasta los 100 años y heredar una versión interactiva de una enzima que impide a las celulas envejecer, afirma un grupo de investigadores.

Los científicos del Colegio de Medicina Albert Einstein, en Estados Unidos, dicen que los judíos askenazíes centenarios tienen este gen mutante.

En su trabajo, encontraron que 86 personas muy ancianas y sus hijos tenían altos niveles de telomerase, que protege el ADN.

Aseguran que podría ser posible producir drogas que estimulen la enzima.

El equipo de expertos dijeron en un escrito de la Academia Nacional de Ciencias que estudiaron la comunidad de judíos askenazíes porque ellos están estrechamente relacionados y, por tanto, es más fácil identificar las enfermedades que causan diferencias geéticas.

Tomaron muestras de sangre de 86 ancianos, muy grandes de edad, pero sanos en general. El promedio de edad era 97 años.

También analizaron la sangre de 175 de los hijos de estos ancianos, y de otras 96 personas hijos de padres que tuvieron una duración de vida normal, para poder comparar resultados.

El papel de los telómeros

Los telómeros son secciones de ADN que se hayan en los extremos de los cromosomas.

Podría ser posible desarrollar drogas que imiten la telomerase que ha sido una bendición para nuestros centenarios

Yousin Suh, autor del estudio

Se les compara con las terminaciones de las cintas de zapatos que impiden que las cintas se deshagan.

Cada vez que una célula se divide, sus telómeros se acortan, y la célula se vuelve más susceptible a la muerte.

La importancia de los telómeros fue reconocida el mes pasado, cuando tres científicos recibieron el Premio Nóbel 2009 por determinar la estructura de los telómeros y descubrir la manera en que protegen a los cromosomas de la degradación.

La telomerase puede reparar los telómeros, evitando que se encojan.

"Heredable"

El equipo de investigadores encontró que las personas centenarias y sus hijos tenían niveles más altos de telomerase y telómeros significativamente más grandes que los del otro grupo de estudio, y que la cepa era fuertemente heredable.

Los científicos habían ya mostrado que los individuos en las familias de askenazíes con unan longevidad excepcional, en general, no habían sufrido enfermedades importantes relacionadas con la edad, como problemas cardiacos y diabetes.

Yousin Suh, uno de los principales autores del estudio, dijo que "podría ser posible desarrollar drogas que imiten la telomerase que ha sido una bendición para nuestros centenarios".

Sin embargo, el profesor Tim Spector, de King's College, Londres, quien ha estado investigando los telómeros y el envejecimiento, dijo que era un hallazgo interesante, pero que quizá podría no aplicarse a otras poblaciones, y por ello se necesitaba más investigación.

martes, 10 de noviembre de 2009

Latinoamericanos que cambiaron el mundo

BBC Mundo
Juan Vucetich, Luis Miramontes, Arturo Arias, Jacinto Convit, Franklin Chang Díaz

Juan Vucetich, Luis Miramontes, Arturo Arias, Jacinto Convit y Franklin Chang Díaz plasmaron sus nombres en los libros de ciencia del mundo.

Cuando pensamos en los aportes de Latinoamérica al mundo, algunas de las primeras ideas que se nos vienen a la cabeza son: fútbol, literatura, música, gastronomía... Pero muy pocos pensamos en la ciencia desarrollada en la región.

La realidad es que América Latina ha protagonizado importantes avances científicos y, en algunas áreas, ha sido pionera.

Entre el mar de nombres estadounidenses y europeos de la lista de los ganadores de los Premio Nobel, aparecen los argentinos Bernardo Alberto Houssay, cuya contribución fue clave para el entendimiento del metabolismo del azúcar en el cuerpo; Luis F. Leloir, quien descubrió los nucleótidos del azúcar y el rol que juegan en la biosíntesis de los carbohidratos, y César Milstein, premiado por sus investigaciones sobre el sistema inmunológico.

También aparece un investigador mexicano, Mario Molina, quien recibió el Nobel de Química por su trabajo sobre la formación y descomposición del ozono.

Otro nombre que brilla en el mundo de la ciencia es René Gerónimo Favaloro, el cirujano torácico argentino que realizó el primer bypass coronario en el mundo. Actualmente, se trata del procedimiento quirúrgico de corazón más difundido en el mundo.

Cinco contribuciones

Pese a que son varios los investigadores latinoamericanos que han contribuido con sus estudios al conocimiento científico universal, BBC Mundo escogió a cinco de ellos.

Investigamos que el primer sistema de identificación de personas por sus huellas digitales del mundo fue creado por el comisario de origen croata Juan Vucetich, en la Policía de Buenos Aires.

Cinco hombres, cinco obras

  • Juan Vucetich: pionero de la dactiloscopia
  • Luis Miramontes: "padre" de la pastilla anticonceptiva
  • Arturo Arias: inventor de la Intensidad Sísmica Instrumental
  • Jacinto Convit: creador de la vacuna de la leishmaniasis y pionero del tratamiento de la lepra
  • Franklin Chang-Díaz: pionero del motor de plasma

También exploramos el hallazgo de Luis Miramontes, un investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, que sintetizó el compuesto químico clave en la creación de la primera píldora anticonceptiva.

En el ámbito de la sismología, destaca un ingeniero de la Universidad de Chile, el profesor Arturo Arias, quien concibió la Intensidad Sísmica Instrumental. La también llamada Intensidad de Arias (en su honor) es una medida utilizada para determinar el riesgo sísmico de un área y que es fundamental en el diseño sismorresistente.

En el área médica, el doctor Jacinto Convit ha sido reconocido mundialmente por su incansable lucha contra la lepra y la leishmaniasis. El director del Instituto de Biomedicina de Venezuela se ha dedicado al desarrollo práctico de las vacunas para esas dos enfermedades infecciosas, que siguen afectando a miles de personas en todo el planeta.

Y finalizamos nuestro reportaje con el físico Franklin Chang-Díaz, el primer astronauta latinoamericano de la NASA, que está concentrado en la construcción de un motor de plasma que permita la realización de viajes espaciales más rápidos y económicos, a la vez que desarrolla, en su natal Costa Rica, tecnología de punta.

Queremos que usted participe en este reportaje y comparta con nosotros cuál considera que ha sido el principal aporte de América Latina al mundo. ¿Cree que algún científico o investigador de su país ha sido olvidado? ¿Actualmente su país está desarrollando una investigación pionera que no ha sida promovida internacionalmente?

clic Participe: ¿Qué ha hecho América Latina por el mundo?

Hallan pirámide con murales de los mayas

Científicos descubrieron en México una "pirámide pintada" decorada con murales que muestran escenas de la vida diaria local de los mayas.
Escena del mural de Calakmul (Imagen: PNAS)

Los murales representan escenas de la vida cotidiana de los mayas.

El hallazgo, afirman los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología en México y la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ofrece información valiosa sobre los mecanismos de la sociedad maya.

Los murales, muchos de los cuales aparecen acompañados de jeroglíficos, muestran en particular cómo era la vida de los ciudadanos comunes que formaban la mayoría de la población.

La pirámide fue descubierta en Calakmul, un antiguo poblado maya en el estado de Campeche, en el sureste del país.

Los detalles del hallazgo aparecen publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).

Hasta ahora, mucho lo que se sabe de los mayas y de otras sociedades antiguas está basado en evidencia relacionada a las élites dirigentes de estas culturas.

Esto se debe a que la mayoría de los descubrimientos arqueológicos ofrecen únicamente información sobre los estratos más altos de estas civilizaciones, por lo que existen muchos vacíos en el entendimiento de estas sociedades.

En el caso de los mayas -tal como señalan los autores- tanto los monumentos públicos como la cerámica y joyería que se han encontrado han brindado mucha información sobre las prácticas y funciones de la vida de los dirigentes.

Pero se conoce muy poco sobre el papel que jugaba en la sociedad la gente común y corriente para mantener el opulento estilo de vida de la clase reinante.

Práctica poco común

La pirámide de Calakmul, que mide unos 11 metros de ancho y tiene tres pisos, fue encontrada en el complejo de Chiik Nahb un centro arquitectónico donde se cree había 68 edificaciones.

Ubicación de Campeche, México (PNAS)

La pirámide pintada fue descubierta en el complejo de Chiik Nahb, un antiguo centro maya en Campeche.

os restos de cerámica descubiertos en el sitio sugieren que la construcción de la pirámide pintada -la estructura más alta del complejo- comenzó entre el año 420 y el 620, e igual que muchos edificios mayas, la edificación fue una acumulación de estructuras remodeladas.

Según los científicos, en la estructura se llevaron a cabo siete remodelaciones, pero fue en la tercera donde los constructores mayas comenzaron "un programa de murales exteriores", una práctica poco común en esa zona.

"El estilo de algunas de las vasijas representadas en los murales sugiere que éstos fueron decorados entre el año 620 y el 700, mientras que el estilo de pintura y la paleografía de los jeroglíficos pueden ser atribuidos al siglo 7", dicen los autores.

Se encontraron murales con escenas pintadas sobre paneles en los tres pisos del edificio y varias de estas escenas presentan textos cortos de jeroglíficos.

En total la pirámide presenta unas 46 escenas pintadas a colores, algunas mejor conservadas que otras.

"Los murales son ejemplos notables del arte maya -afirman los autores- pero su valor científico consiste principalmente en la información que presentan en sus imágenes".

En murales mayas descubiertos en el pasado -en Bonampak, México y San Bartolo, Guatemala- se encontró información importante sobre la sociedad y cultura mayas, tanto sobre sus aspectos de guerra y rituales reales, como su pensamiento religioso y escritura.

"Los murales de Calakmul -explican los investigadores- aunque carecen de los finos detalles ceremoniales de las funciones de la realeza o los distintivos marcadores de su identidad supernatural, ofrecen un entendimiento de sus actividades cotidianas".

La vida diaria

Las pinturas de estos murales muestran a grupos de hombres, mujeres y niños comprometidos a diversas actividades.

Sus vestimentas varían desde los simples taparrabos y adornos de la cabeza hasta vestidos más elaborados decorados con diseños de tejidos de colores.

Los científicos creen que estas distinciones en el vestido quizás reflejan las distintas clases sociales de los individuos.

Escena de un mural maya (Imagen: PNAS)

Hasta ahora hay poca evidencia sobre cómo era la vida diaria de los pobladores mayas.

Entre las escenas representadas están las de gente preparando y repartiendo comida junto a individuos que la consumen. Otros personajes aparecen caminando o moviéndose, algunos con grandes vasijas o cargamentos amarrados al cuerpo.

Y los jeroglíficos que acompañan a estas escenas ofrecen datos para interpretarlas, como leyendas o "pie de foto", con el nombre de un alimento o material particular o el tipo de persona que representan.

"Es claro que el propósito de estas leyendas es establecer descripciones de los personajes representados, sin identificar a ningún individuo en particular" dicen los autores.

Todavía no se conocen todas las implicaciones de este hallazgo, dicen los científicos.

"Tenemos muy poca información sobre los procesos sociales con los cuales los productos y alimentos circulaban en el sistema maya y el papel que tenían los festivales, la entrega de ofrendas, banquetes comunales e intercambios".

"Pero estos murales evidentemente representan una o más de estas actividades y por lo tanto reflejan un mecanismo social antiguo del cual no se tenía evidencia de su existencia" señalan los investigadores.

Los murales están ahora siendo sometidos a un proceso de limpieza y conservación y expertos de la Universidad de Florencia, en Italia, están analizando los pigmentos y técnicas que los mayas utilizaron para su elaboración.

¿Qué ha hecho América Latina por el mundo?

El realismo mágico, la gambeta sudamericana, el merengue dominicano, los taquitos mexicanos… Latinoamérica le ha dado mucho al planeta. Pero ¿qué ha pasado con la ciencia?

Pese a que muchas veces los científicos latinoamericanos pasan desapercibidos, varios de ellos han sido clave en el desarrollo del conocimiento científico universal.

Lea: Latinoamericanos que cambiaron el mundo

BBC Mundo investigó la obra de cinco científicos latinoamericanos, cuyas contribuciones han sido clave en la medicina, la sismología, la física y la criminología.

Pocos saben que el primer sistema de identificación de personas por sus huellas digitales lo creó el detective Juan Vucetich, en Argentina, o que la píldora anticonceptiva no hubiese sido posible sin el hallazgo de un investigador mexicano, Luis Miramontes.

¿Sabía que una de las medidas fundamentales de la sismología lleva el apellido de un ingeniero chileno: (Arturo) Arias, o que el creador de la vacuna curativa de la leishmaniasis y del tratamiento contra la lepra es el médico venezolano Jacinto Convit?

¿Ha oído hablar del desarrollo en Guanacaste, Costa Rica, de un motor de plasma que permitirá exploraciones espaciales más rápidas y económicas?

En BBC Mundo queremos invitarlo a que comparta con nosotros cuál considera usted que es el principal aporte científico de la región al mundo.

sábado, 24 de octubre de 2009

El «robot» esférico controlado por giroscopios y radiocontrol


Ver vídeo: Robot for navigating dangerous terrain
Robot for navigating dangerous terrain [4 min.]

TechEBlog y BotJuntkie publicaron una referencia a este interesante artículo de Popular Mechanics sobre este «robot» esférico y Greg Schroll, su joven inventor, ingeniero del MIT. Pongo lo de «robot» entre comillas porque en el vídeo se ve más bien a la criatura siendo dirigida por su creador mediante radiocontrol; no parece que sea muy autónoma. El siguiente paso será dotarle de sensores y algo de inteligencia y autonomía.

El invento está construido con una bola gigante que literalmente es una como las de las máquinas de caramelos, rodeada de gomas para mejorar su tracción. Lo interesante es el mecanismo que mediante giroscopios lo mantiene más o menos en equilibrio y le proporciona tracción. Dicen que iría muy bien para explorar terrenos complicados como los de otros planetas: aplicando potencia es capaz de salir incluso de los más complicados baches.

sábado, 17 de octubre de 2009

Hipatia de Alejandría divide a los científicos

La actriz británica Rachel Weisz interpreta a Hipatia.

La actriz británica Rachel Weisz interpreta a Hipatia.

  • Algunos expertos creen que la película exagera los logros de Hipatia
  • El film insinúa que la matemática descubrió la Teoría Heliocéntrica y 'no fue así'

Científicos españoles, entre los que se encuentran diversos astrónomos, pedagogos, antropólogos y sociólogos, han criticado este jueves el protagonismo de Hipatia de Alejandría en la recientemente estrenada película 'Ágora', dirigida por el director español Alejandro Amenábar, al considerar que apenas quedan restos de su obra.

Francesca Figueras, coordinadora de la actividad 'Ella es una astrónoma', del Año Internacional de la Astronomía (AIA-IYA 2009), opina que la película sí que refleja el papel de Hipatia como la primera mujer astrónoma y matemática, aunque "resbala un poco". A su juicio, deja entrever que ella fue la descubridora de la Teoría Heliocéntrica y "no fue así".

Por su parte, el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía, Víctor Manuel Muñoz, cree que Alejandro Amenábar "se toma unas licencias históricas" a la hora de dirigir este largometraje porque en su opinión, apenas se conoce la obra de la científica. "No queda nada de ella y me sorprende que se ponga a Hipatia como descubridora de esta Teoría, ya que no fue hasta Kepler cuando se descubrió", subrayó.

Críticas y elogios

En la misma línea, el libro 'Hipatia de Alejandría', editado especialmente para la presentación de la película de Amenábar, recoge la opinión de un equipo de expertos en esta materia que consideran que 'Ágora' tiene "grandes ventajas y graves inconvenientes" al reflejar a este personaje.

Los expertos sostienen que se conoce muy poco sobre la obra de Hipatia.

"Gracias a Amenábar muchísimas personas van a oír hablar por primera vez de Hipatia. Recupera con gran belleza esta historia artística con un trabajo cinematográfico riguroso", señalan. Sin embargo, dicen que el argumento se ha basado en "uno de los peores" materiales sobre la científica, procedente del autor Carl Sagan, que en su opinión se rige "por las convenciones comerciales y no le importa inventar cualquier cosa o mentir para tener éxito mercantil".

Por el contrario, la presidenta de la Sociedad Malagueña de Astronomía, Blanca Troughton, indicó que la película está muy bien adaptada a la parte histórica así como al papel de Hipatia, especialmente con las matemáticas y los conocimientos de su tiempo. "Me quedé impresionada por todo el montaje y porque aunque conocía la vida de Hipatia, el verlo en la película fue como verla realmente", indicó.

'Una maestra carismática que dejó huella'

Hipatia fue una astrónoma, matemática y filósofa que nació en el siglo IV en la ciudad egipcia de Alejandría. Según apunta el Año Internacional de la Astronomía (AIA) en su página web, no se conserva ninguna de sus obras, aunque los historiadores afirman que escribió tratados sobre matemáticas (cónicas, geometría euclídea y aritmética diofantina) y Astronomía (tablas ptolemaicas y explicaciones del Almagesto de Ptolomeo).

Aunque no se conserva ninguno, los historiadores afirman que escribió tratados sobre matemáticas y Astronomía.

También se cree que mejoró y construyó instrumentos astronómicos como el astrolabio o el planisferio. Los comentaristas la describen como una maestra carismática que dejó una profunda huella en sus discípulos, algunos de ellos también importantes científicos de la época. "Esta astrónoma, matemática y filósofa de la época fue asesinada a manos de una horda enfurecida por defender la racionalidad y el paganismo", explica el AIA.

En este sentido, la coordinadora española del AIA, Montserrat Villar afirmó que "aprovechando el tirón del estreno de Ágora" se está dando especial difusión al proyecto 'Ella es una Astrónoma', con numerosas actividades como conferencias o programas de televisión. Así se llama uno de los proyectos pilares impulsados por la Unión Astronómica Internacional y la UNESCO para el Año Internacional de la Astronomía 2009, con el objetivo de promover la igualdad entre géneros en este campo.

Aproximadamente la cuarta parte de los astrónomos profesionales son mujeres. Sin embargo, hay grandes diferencias geográficas, con países donde más del 50% de las profesionales son mujeres, y otros donde apenas existe representación femenina. En España, sólo el 26% de los investigadores en proyectos financiados son mujeres, y este porcentaje se reduce al 10% en el mundo 'amateur'.

jueves, 15 de octubre de 2009

Más ciencia en vidrio (y metal)

Batsehba Grossman aplica la misma técnica que se utiliza para hacer esos souvenirs que reproducen la torre Eiffel, el Golden Gate, o la atracción turística de turno como una serie de burbujitas dentro de un bloque de cristal a la creación de cristales que representan objetos astronómicos, biológicos, y físicos, como por ejemplo este que representa el campo magnético de la Tierra

Geodynamo crystal por Batsheba Grossman
Geodynamo crystal

O este mapa de nuestro vecindario estelar que incluye un parsec (abajo a la izquierda) para saber de qué escala estamos hablando y una conveniente flecha que indica en qué dirección cae el núcleo de nuestra galaxia.

Batsehba Sculpture starmap
Star Map Crystal

Aunque también tiene una serie de esculturas metálicas basadas en figuras matemáticas como por ejemplo este abridor de botellas de klein.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Instalan escáner que “desnuda” pasajeros

El aeropuerto de Manchester, Inglaterra, comenzó a probar un polémico escáner de rayos X que “desnuda” a los pasajeros.

Escáner instalado en el Aeropuerto de Manchester

Las autoridades del aeropuerto aseguran que el escáner es seguro para la salud del pasajero.

Las autoridades aseguran que esto hará que los controles de seguridad sean más rápidos, al revelar de forma instantánea si una persona esconde armas o explosivos.

Pero el escáner de cuerpo entero también mostrará otros detalles más personales como implantes de pecho, piercings y perfiles en blanco y negro de los genitales de los pasajeros.

Cada uno de estos aparatos, que cuesta US$126.000, lanza ondas electromagnéticas a los pasajeros mientras están parados en una cabina y genera una imagen virtual en 3D del sujeto observado.

Sarah Barrett, directora de atención al viajero del aeropuerto, aseguró que la máquina es “totalmente segura”:

"Los viajeros podrán pasar hasta 5.000 veces al año por un escáner sin riesgo porque la radiación que emiten es mínima".

“No son eróticas”

En la Terminal 2 del aeropuerto de Manchester, los pasajeros ya no tendrán que sacarse el abrigo, zapatos y cinturón al pasar por los controles de seguridad.

Según Barrett, la gente detesta el sistema tradicional de cacheo.

“El escáner elimina completamente la molestia de tener que despojarse de la ropa”, señaló la representante de la terminal aérea y añadió que las imágenes serán vistas por un solo oficial.

“Las imágenes no son eróticas ni pornográficas y no pueden grabarse o salvarse de ninguna manera”, afirmó.

Por si quedasen más dudas, Barrett también dijo que los pasajeros por ahora podrán negarse a pasar por el escáner.

El Departamento de Transportes del Reino Unido decidirá dentro de un año si los instala permanentemente.

Estos aparatos, construidos por la empresa RapiScan Systems, ya se han instalado en Nueva York y en Los Ángeles.

Guerrilleros, alfabetismo y ciencia

Los ex guerrilleros no suelen ser participantes asiduos de estudios científicos, pero ahora, por primera vez, antiguos miembros de la guerrilla en Colombia ayudaron a investigadores a mejorar su entendimiento del cerebro.

Escáneres cerebrales (Nature)

La imagen muestra los escáneres cerebrales de 10 individuos que aprendieron a leer siendo niños.

En particular, gracias a estos participantes, el equipo de investigadores de Gran Bretaña, España y Colombia descubrió cuáles son las áreas del cerebro involucradas en el aprendizaje de la lectura.

El estudio -publicado en la revista Nature- encontró cómo cambia la estructura cerebral cuando aprendemos a leer.

Y los resultados, dicen los autores, podrían ser útiles para el entendimiento de trastornos de aprendizaje como la dislexia.

Dificultades previas

Hasta ahora, los científicos no habían logrado entender con precisión los cambios que ocurren en el cerebro con el alfabetismo, principalmente

porque cuando la mayoría de la gente aprende a leer -siendo niños- ocurren muchos otros cambios en la estructura cerebral.

El estudio con adultos también había sido difícil porque en la mayoría de las sociedades el analfabetismo es por lo general el resultado de discapacidad o mala salud.

Ahora, sin embargo, los científicos del centro de investigación Wellcome Trust de Londres, de las universidades del País Vasco y La Laguna en España y la Nacional de Colombia, encontraron a un grupo de estudio ideal: los antiguos guerrilleros que se están reintegrando a la sociedad colombiana y aprendiendo a leer por primera vez.

El trabajo con los ex guerrilleros de Colombia nos ha ofrecido una oportunidad única para ver cómo se desarrolla el cerebro cuando se adquiere la capacidad de la lectura

Profesora Cathy Price

"Separar los cambios que ocurren en nuestro cerebro provocados por el aprendizaje de la lectura hasta ahora había sido casi imposible debido a otros factores de confusión" explica la profesora Cathy Price, una de las autoras del informe.

"El trabajo con los ex guerrilleros de Colombia nos ha ofrecido una oportunidad única para ver cómo se desarrolla el cerebro cuando se adquiere la capacidad de la lectura", señala.

Capacidad aprendida

El lenguaje es una capacidad única del ser humano y aún en los ambientes más empobrecidos linguísticamente, los niños desarrollan de forma natural sistemas sofisticados de lenguaje.

Sin embargo, la lectura es una habilidad aprendida que no se desarrolla más que con intensa enseñanza y aprendizaje.

Y aunque se sabía que este aprendizaje provoca muchos cambios en la estructura cerebral, no se había logrado detectar cuáles eran.

En la investigación, los científicos tomaron escáneres de imágenes de resonancia magnética (IRM) en el cerebro de 20 ex guerrilleros que habían concluido un programa de alfabetización en español siendo adultos.

Posteriormente compararon estos escáneres con los de otros 22 ex guerrilleros antes de que comenzaran el mismo programa de alfabetización.

Los resultados revelaron las áreas del cerebro que están involucradas en el aprendizaje de la lectura.

Área especializada

Con esta información los investigadores analizaron cómo son estas regiones en los cerebros de adultos en el Reino Unido que habían aprendido a leer siendo niños.

Escáneres cerebrales (Nature)

Áreas donde aumentó la materia gris en los cerebros de ex guerrilleros que aprendieron a leer y la de aquellos que no.

Los resultados mostraron que en los cerebros de los ex guerrilleros que habían aprendido a leer la densidad de la materia gris (donde se lleva a cabo el procesamiento cerebral) era mayor en varias áreas del hemisferio izquierdo del cerebro.

Y como se esperaba, dicen los autores, estas áreas eran las responsables del reconocimiento de las formas de las letras y la traducción de letras a sonidos de lenguaje y sus significados.

También encontraron que el aprendizaje de la lectura había aumentado la "solidez" de la materia blanca (donde están las conexiones que transmiten señales a diferentes regiones del cerebro).

Leer y predecir

Desde hace unos 150 años los científicos han sabido que hay una región del cerebro, llamada circunvolución angular, que es importante para la capacidad de leer, pero no se conocía con precisión su función.

Se pensaba que la circunvolución angular reconocía las formas de las palabras antes de encontrar sus sonidos y significados, pero el estudio demuestra que esta región puede predecir lo que el cerebro está a punto de ver.

"La opinión tradicional era que la circunvolución angular actúa como un "diccionario" que traduce las letras de una palabra a sonido y significado" explica la profesora Price.

"De hecho, logramos demostrar que su papel consiste en anticipar lo que nuestro ojo va a ver. Es casi como la función "de predicción" en los mensajes de texto de los teléfonos móviles", agrega.

Los científicos creen que estos resultados serán útiles para tratar de entender las causas de la dislexia, un trastorno que impide poder leer correctamente y que se cree afecta a entre 7 y 17% de la población mundial.

jueves, 8 de octubre de 2009

La ciencia es cosa de mujeres

La actriz Rachel Weisz, en una escena de 'Agora'. | Telecinco Cinema

La actriz Rachel Weisz, en una escena de 'Agora'. | Telecinco Cinema

Permítanme que convierta este blog hoy en una recomendación de cine y de lectura. El estreno de "Ágora", la esperada película de Amenábar, se convierte, en el Año Internacional de la Astronomía, en una verdadera fiesta de la ciencia. Hipatia de Alejandría era un personaje histórico casi completamente desconocido, hasta que Carl Sagan en su serie Cosmos (en efecto, este blog rinde homenaje a la serie que en 2010 cumplirá 30 años nada menos) narró el fin de la Biblioteca de Alejandría y la trágica muerte de la bibliotecaria, científica y filósofa alejandrina hace casi 16 siglos, a manos de exaltados cristianos que veían en el conocimiento el mayor enemigo de su fe.

Ahora Hipatia va a tener para siempre la cara y el cuerpo de Rachel Weisz, y la Alejandría renacida digitalmente será el escenario que muchos recuerden como crucial para ese momento donde el conocimiento perdió la batalla ante la sinrazón. Se ha publicado también un texto, una novela que desarrolla el guión de la película, "Ágora", escrita por Marta Sofía (Booket, 2009, 14,5 €) y que, confieso, tengo en mis manos en este momento sin atreverme a empezar...

La historia de Hipatia ha de ser forzosamente novelada: las fuentes históricas de la vida y el martirio y muerte de esta santa laica son poco conocidas, y las fuentes historiográficas del personaje poco más que referencias posteriores, en diccionarios onomásticos, o algunas cartas de su alumno, Sinesio de Cirene (convertido finalmente al cristianismo), autor de "De Dono Astrolabii", donde explica que este instrumento, el astrolabio, fundamental para la astronomía, lo construyó a partir de las instrucciones de su maestra. En cualquier caso, a lo largo de la historia, el triste sino de morir ante una masa jaleada por religiosos fue tomado como muestra que perdura de la importante labor de reunión del conocimiento que tuvo la Biblioteca alejandrina.

No es menos notorio que el personaje fuera una mujer. Y, precisamente, estos días he podido revisar varios textos en los que también mujeres científicas son protagonistas de apasionantes historias. La ucronía (o novela contrafactual) "Hypatia y la eternidad", de Ramón Galí, (EsEdiciones, 2009, 17 €) plantea que la Biblioteca de Alejandría se salvara del asedio e incendio, o al menos que ella intentara evitarlo transmitiendo antiguos secretos... No quiero destapar la ficción aunque personalmente creo que en la historia de Hipatia/Hypatia no hay que meter trucos esotéricos para tener una gran historia. Es más, desmerece un poco esa manía de cierta novela histórica (pseudohistórica) de llenar las intrigas de oscuras o antiguas conspiraciones. La conspiración más clara en la historia de la sabia de Alejandría fue la que llevó al culto cristiano a convertirse en la maquinaria de poder que dio al traste con el helenismo.

Dejando la ficción, tenemos otros dos apasionantes novedades editoriales. En primer lugar, y por seguir con el próximo jueves 15 de octubre se presenta "Bajo la estirpe de Hypatia", del periodista científico Oscar Menéndez, recoge la vida de nueve personalidades de la ciencia, de las que han cambiado la historia. Entre ellos, varias mujeres. Y no por una cuestión de paridad de género sino porque realmente hay historias que merecen la pena ser contadas, y que han sido protagonizadas por mujeres.

"Antes de Hubble, Miss Leavitt", de George Johnson, (Antoni Bosch, 2009, 18,50 €) es una biografía apasionada de uno de los personajes fundamentales de la astrofísica moderna, Henrietta Swan Leavitt, responsable de que el Universo multiplicara por 1000 su tamaño, que podríamos decir... En una época, finales del XIX en que la mujer tenía vedados los estudios universitarios, Leavitt y otras calculistas fueron contratadas por el Observatorio de Harvard (EEUU) para realizar una labor increíblemente compleja, ardua, pero fructífera: catalogar las estrellas, las imágenes que se obtenían con los nuevos y potentes telescopios.

El responsable del observatorio, Edgard Pickering creó este "harén" (así fue conocido en la época, con toda la carga machista que puedan extraer) porque estaba convencido de que las mujeres tenían más destreza para realizar tareas repetitivas y no creativas, acumular y clasificar con tanta destreza como un científico profesional. Además, cobraban mucho menos. Esas mujeres de Harvard fueron grandísimas astrónomas y, entre ellas, la poco conocida Henrietta demostró que las mujeres tenían además una creatividad sorprendente.

Estudiando estrellas variables en la Gran Nube de Magallanes, encontró una relación entre el brillo máximo que presentaban y el periodo de variabilidad de ese brillo. Esta ley de Leavitt, que se aplicaba a un tipo de estrellas pulsantes conocido como Cefeidas, permitió obtener una nueva escala de distancias que dirimió finalmente uno de las grandes controversias científicas de comienzos del siglo XX: si todo el Universo era la Vía Láctea o nuestra Galaxia era solo una de muchas, verdaderos universos-isla poblados de cientos de miles de millones de estrellas. Gracias a las observaciones de Leavitt se pudo finalmente medir la distancia a otras galaxias y confirmar la postura de Heber Curtis frente a la de Harlow Shapley de que el Universo era mucho más grande de lo que se creía.

Miss Leavitt, sin embargo, no pudo ser reconocida como la madre intelectual de ese gran argumentario porque, de débil salud, murió pronto y porque una sociedad estrictamente machista no podía asumir algo así. Carmen del Puerto, directora del Museo de la Ciencia y el Cosmos de La Laguna (Tenerife), prepara una obra de teatro sobre este personaje, también una mujer poco conocida y fundamental.

Uno de los proyectos pilares del Año Internacional de la Astronomía, precisamente, intenta recuperar la labor de las mujeres en la astronomía. Ella es una astrónoma parte de un hecho claro: la representación de la mujer en la investigación en astronomía es en promedio del 25%, aunque en algunos países se produce paridad y en otros casi no hay mujeres en la ciencia. Hasta los años 50 las mujeres no podían acceder a los observatorios astrofísicos en EEUU salvo como invitadas y las primeras que lo consiguieron tuvieron que escuchar por boca de sus colegas que ello se debía a que no había excusados preparados para las mujeres. Poco a poco, dentro de ese proyecto, se ha ido dando a conocer esta realidad, e invitando a mujeres a que desarrollen su profesión (y su afición) como astrónomas.

Quizá Hipatia, o Henrietta puedan servir de acicate a alguna indecisa. Y eso es importante porque las vocaciones científicas no abundan. Y menos en un país que se ve enfrentado a un importante tijeretazo presupuestario en los temas científicos para el año que viene.