Un estudio desvela que los parientes en primer grado de las personas con autismo tienen movimientos oculares anormales, similares a los de algunos autistas, lo que sugiere que estas alteraciones sutiles dentro de la circuitería sensoriomotora y cognitiva del cerebro son rasgos hereditarios. El autismo, un trastorno permanente con pocas causas conocidas, es hereditario, pero tiene una considerable variación genética y conductual. Las personas con autismo suelen tener impedimentos sociales y de comunicación, inflexibilidad conductual y dificultad para controlar o regular su comportamiento.
Los autores del nuevo estudio, de la Universidad de Illinois en Chicago, realizaron pruebas de movimiento ocular y otras evaluaciones de las funciones neuroconductuales en 57 parientes de primer grado de autistas. Compararon los resultados con los obtenidos de 40 sujetos de control sanos que no tenían ningún familiar con autismo.
Los investigadores evaluaron los movimientos sacádicos, o movimientos oculares rápidos que desplazan la vista entre objetos en el campo de visión, y los movimientos oculares suaves de seguimiento, que estabilizan la mirada en objetos con movimiento lento.
El equipo de John Sweeney, director del Centro para la Medicina Cognitiva en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Illinois en Chicago, ha constatado que los familiares biológicos de autistas efectúan movimientos oculares anormales similares a los realizados por algunas personas con autismo. Diferentes áreas del cerebro controlan los distintos tipos de movimiento ocular. En los análisis del estudio, se comprobó que algunos miembros de esas familias presentaban anomalías en el cerebelo, otros en la corteza prefrontal, y algunos en cómo interactúan la corteza frontal y la parietal. Scitech News |
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