Muchos bateadores y lanzadores han vivido situaciones en las que una pelota se desvía progresivamente hacia un lado durante su trayecto aéreo, en vez de avanzar en línea recta como sería lógico que hiciera. Otros cambios anómalos de trayectoria suelen estar asociados al fenómeno. Varias explicaciones han sido propuestas para la naturaleza de estas trayectorias. Foto: Mira Zimet La más aceptada ha sido que cuando se hace girar sobre sí misma a la pelota, la combinación de esta rotación con su movimiento rectilíneo a través del aire produce una desviación paulatina de la pelota hacia un lado.
Un nuevo estudio desvela ahora que la verdadera causa de esas trayectorias curvas es una sorprendente ilusión óptica que interviene sobre la visión periférica del ojo humano. Esas pelotas que parecen seguir una trayectoria curvada no la siguen en realidad, sólo lo parece.
Así lo han comprobado los investigadores de un equipo dirigido por Arthur Shapiro de la Universidad Americana en Washington, y Zhong-Lin Lu de la Universidad del Sur de California.
Los resultados del nuevo estudio aparecen un año después de haber ganado el mismo equipo el premio a la mejor ilusión óptica en un congreso de ciencias de la visión. La ilusión óptica que estos científicos presentaron es una impactante demostración de cómo un objeto cayendo en línea recta puede parecernos que se desvía conforme apartamos la mirada de él, y puede verse aquí:
http://illusioncontest.neuralcorrelate.com/2009/the-break-of-the-curveball/
Los bateadores tienden a pasar de la visión central a la periférica cuando la pelota está a unos seis metros de distancia. La visión periférica del ojo carece de la capacidad de separar debidamente el movimiento de avance del de rotación de la pelota. Por eso, cuando una pelota vuela girando al mismo tiempo sobre sí misma, la visión periférica capta de manera confusa la combinación de avance y rotación.
El resultado es una diferencia entre la trayectoria real de la pelota y la que es percibida por el bateador. Cuando el bateador pasa a visión periférica, esa diferencia empieza siendo pequeña, pero crece conforme pasa el tiempo y la pelota avanza hacia la base del bateador.
Cuando la pelota llega a la base del bateador, éste pasa de nuevo a la visión central y descubre la pelota en un punto distinto del que esperaba. Ese aparente desvío anómalo de la pelota pone en no pocas dificultades a los bateadores. Scitech News |
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