Un equipo de investigadores en el Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, ha creado una vacuna experimental contra la beta-amiloide, la proteína que forma placas en el cerebro y que se cree que contribuye al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Foto: UTSMC En comparación con otras de las denominadas vacunas de ADN, que los investigadores del mencionado centro comprobaron en un estudio animal, la nueva vacuna experimental estimuló a una cantidad 10 veces superior de los anticuerpos que se adhieren a las beta-amiloides y las eliminan.
El anticuerpo es específico; se adhiere a las placas en el cerebro. No se adhiere al tejido cerebral que no contiene placas. Hay razones para creer que este método podrá generar suficientes anticuerpos como para ser clínicamente útil en el tratamiento de los pacientes.
En otras investigaciones, se ha demostrado que una vacuna tradicional (una inyección de las propias proteínas beta-amiloides en el brazo) provoca una respuesta inmunitaria, incluyendo la producción de anticuerpos y otras defensas corporales contra la beta-amiloide. Sin embargo, la respuesta inmunitaria a este tipo de vacuna algunas veces causa efectos secundarios significativos en el cerebro, así que el Dr. Roger Rosenberg, director del Centro para la Enfermedad de Alzheimer en el Centro Médico del Sudoeste, y sus colegas, decidieron descartar la vacuna tradicional y concentrarse en el desarrollo de una vacuna de ADN.
La vacuna de ADN no contiene beta-amiloide propiamente, sino un fragmento del gen que codifica la proteína.
El próximo paso en la investigación es comprobar la seguridad de la vacuna a largo plazo en animales, y si protege debidamente las funciones mentales en estos.
"Después de siete años desarrollando esta vacuna, consideramos que no mostrará una toxicidad significativa, y que podremos desarrollar una para su uso en humanos", adelanta el Dr. Rosenberg. Scitech News |
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