Las personas de clase social alta tienen más oportunidades educativas, mayor seguridad financiera y mejores perspectivas de trabajo que las personas de clase social baja, pero eso no significa que estén más capacitadas en todo. Un nuevo estudio desvela que la gente de clase baja reconoce mejor las emociones de los demás. En el estudio, a cargo de Michael W. Kraus, de la Universidad de California en San Francisco, Dacher Keltner de la Universidad de California en Berkeley, y Stéphane Coté de la Universidad de Toronto, se llevaron a cabo varios experimentos.
En uno de ellos, los voluntarios debían mirar fotografías de rostros e indicar qué emociones transmitía cada uno. Los individuos de clase alta hicieron un peor trabajo de reconocimiento que los de clase baja.
En otro experimento, los estudiantes universitarios de clase social alta (determinada por la información que cada estudiante daba sobre la situación socioeconómica de su familia) tuvieron más dificultades en reconocer correctamente las emociones de un desconocido durante una entrevista de trabajo.
Estos resultados sugieren que la gente de clase alta no es muy buena para reconocer las emociones de otras personas. Los investigadores especulan con que esto podría deberse a que las personas de clase alta pueden resolver muchos de sus problemas, como lograr que alguien cuide sus niños mientras están en el trabajo, sin tener que depender de la buena disposición de vecinos u otras personas de su entorno que acepten hacerles el favor. En cambio, según los investigadores, las personas con una situación económica más humilde, al estar más acostumbradas a tener que pedir favores, se vuelven más hábiles en detectar las emociones de los demás, ya que eso puede ayudarles a escoger la persona idónea a la cual pedirle uno. Scitech News |
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