El hallazgo, afirman los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología en México y la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ofrece información valiosa sobre los mecanismos de la sociedad maya.
Los murales, muchos de los cuales aparecen acompañados de jeroglíficos, muestran en particular cómo era la vida de los ciudadanos comunes que formaban la mayoría de la población.
La pirámide fue descubierta en Calakmul, un antiguo poblado maya en el estado de Campeche, en el sureste del país.
Los detalles del hallazgo aparecen publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).
Hasta ahora, mucho lo que se sabe de los mayas y de otras sociedades antiguas está basado en evidencia relacionada a las élites dirigentes de estas culturas.
Esto se debe a que la mayoría de los descubrimientos arqueológicos ofrecen únicamente información sobre los estratos más altos de estas civilizaciones, por lo que existen muchos vacíos en el entendimiento de estas sociedades.
En el caso de los mayas -tal como señalan los autores- tanto los monumentos públicos como la cerámica y joyería que se han encontrado han brindado mucha información sobre las prácticas y funciones de la vida de los dirigentes.
Pero se conoce muy poco sobre el papel que jugaba en la sociedad la gente común y corriente para mantener el opulento estilo de vida de la clase reinante.
Práctica poco común
La pirámide de Calakmul, que mide unos 11 metros de ancho y tiene tres pisos, fue encontrada en el complejo de Chiik Nahb un centro arquitectónico donde se cree había 68 edificaciones.
os restos de cerámica descubiertos en el sitio sugieren que la construcción de la pirámide pintada -la estructura más alta del complejo- comenzó entre el año 420 y el 620, e igual que muchos edificios mayas, la edificación fue una acumulación de estructuras remodeladas.
Según los científicos, en la estructura se llevaron a cabo siete remodelaciones, pero fue en la tercera donde los constructores mayas comenzaron "un programa de murales exteriores", una práctica poco común en esa zona.
"El estilo de algunas de las vasijas representadas en los murales sugiere que éstos fueron decorados entre el año 620 y el 700, mientras que el estilo de pintura y la paleografía de los jeroglíficos pueden ser atribuidos al siglo 7", dicen los autores.
Se encontraron murales con escenas pintadas sobre paneles en los tres pisos del edificio y varias de estas escenas presentan textos cortos de jeroglíficos.
En total la pirámide presenta unas 46 escenas pintadas a colores, algunas mejor conservadas que otras.
"Los murales son ejemplos notables del arte maya -afirman los autores- pero su valor científico consiste principalmente en la información que presentan en sus imágenes".
En murales mayas descubiertos en el pasado -en Bonampak, México y San Bartolo, Guatemala- se encontró información importante sobre la sociedad y cultura mayas, tanto sobre sus aspectos de guerra y rituales reales, como su pensamiento religioso y escritura.
"Los murales de Calakmul -explican los investigadores- aunque carecen de los finos detalles ceremoniales de las funciones de la realeza o los distintivos marcadores de su identidad supernatural, ofrecen un entendimiento de sus actividades cotidianas".
La vida diaria
Las pinturas de estos murales muestran a grupos de hombres, mujeres y niños comprometidos a diversas actividades.
Sus vestimentas varían desde los simples taparrabos y adornos de la cabeza hasta vestidos más elaborados decorados con diseños de tejidos de colores.
Los científicos creen que estas distinciones en el vestido quizás reflejan las distintas clases sociales de los individuos.
Entre las escenas representadas están las de gente preparando y repartiendo comida junto a individuos que la consumen. Otros personajes aparecen caminando o moviéndose, algunos con grandes vasijas o cargamentos amarrados al cuerpo.
Y los jeroglíficos que acompañan a estas escenas ofrecen datos para interpretarlas, como leyendas o "pie de foto", con el nombre de un alimento o material particular o el tipo de persona que representan.
"Es claro que el propósito de estas leyendas es establecer descripciones de los personajes representados, sin identificar a ningún individuo en particular" dicen los autores.
Todavía no se conocen todas las implicaciones de este hallazgo, dicen los científicos.
"Tenemos muy poca información sobre los procesos sociales con los cuales los productos y alimentos circulaban en el sistema maya y el papel que tenían los festivales, la entrega de ofrendas, banquetes comunales e intercambios".
"Pero estos murales evidentemente representan una o más de estas actividades y por lo tanto reflejan un mecanismo social antiguo del cual no se tenía evidencia de su existencia" señalan los investigadores.
Los murales están ahora siendo sometidos a un proceso de limpieza y conservación y expertos de la Universidad de Florencia, en Italia, están analizando los pigmentos y técnicas que los mayas utilizaron para su elaboración.
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