2 de Febrero de 2011. Desde hace tiempo, se cree que el Hombre moderno surgió en el continente africano hace 200.000 años. Ahora, unos arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto indicios bastante firmes de que hace 400.000 años, el Homo sapiens ya deambulaba por lo que hoy es Israel. Estos indicios son los de mayor antigüedad sobre la existencia del Ser Humano anatómicamente moderno en el mundo.
El hallazgo se ha hecho en la Cueva de Qesem, un yacimiento paleontológico en el que las primeras excavaciones se efectuaron en el año 2000. La cueva fue descubierta en un terreno calizo montañoso a unos 11 kilómetros al Este de Tel Aviv, durante la construcción de una carretera.
Avi Gopher y Ran Barkai del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, quienes dirigen las excavaciones, e Israel Hershkowitz del Departamento de Anatomía y Antropología de la misma universidad, junto con un equipo internacional de científicos, realizaron un análisis morfológico de ocho dientes humanos hallados en la Cueva de Qesem.
Este análisis, que incluyó escaneos por tomografía computerizada y rayos X, indica que el tamaño y la forma de los dientes son muy similares a los comunes en los dientes del Ser Humano moderno. Estos dientes concuerdan muy bien con otras pruebas de la existencia del Hombre moderno en Israel, que datan de hace unos 100.000 años, y descubiertas en otras cuevas, incluyendo la de Qafzeh, cerca de Nazaret.
La Cueva de Qesem data de un período que va desde hace 400.000 años hasta hace 200.000, y los arqueólogos que trabajan allí creen que los hallazgos indican una evolución significativa en el comportamiento del Ser Humano prehistórico. Este período fue crucial en la historia de la humanidad desde el punto de vista cultural y biológico. Los dientes objeto de estudio indican que estos cambios están aparentemente relacionados con los cambios evolutivos que tuvieron lugar en aquella época.
En una investigación de 2009 de la que informamos entonces en NC&T, esta misma cueva ya ofreció evidencias de que, al igual que los humanos del Paleolítico Tardío, los humanos del Paleolítico Temprano se centraron en la caza de grandes animales y realmente estuvieron en la cima de la cadena alimentaria. Esto puede parecer un dato de escasa importancia para los profanos en el tema, pero en la comunidad científica ha habido un largo e intenso debate sobre si las personas de fines del Paleolítico Temprano eran del todo capaces de cazar, o si estaban limitadas sólo a ser carroñeros. Los humanos de la Cueva de Qesem cazaban de manera cooperativa, y luego llevaban las mejores partes del cuerpo de sus presas hacia la cueva, donde cortaban la carne mediante herramientas de hoja de piedra bastante afiladas, y la cocinaban con fuego.
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