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jueves, 3 de junio de 2010

Los Mayas dominaron el caucho muchísimo antes que Goodyear

Mayas jugando a la pelota en Guatemala
el descubrimiento del proceso de vulcanización por parte de Charles Goodyear, figura como uno de los grandes logros que le debemos a la serendipia. Sin embargo antes de que a Goodyear se le cayese la mezcla de caucho y azufre sobre la estufa, los mayas ya tenían sus propias técnicas para fabricar bolas que rebotaban, pegamento e incluso sandalias de goma elástica. O al menos eso es lo que afirma un estudio reciente realizado por dos investigadores del MIT.


John McCloy, especialista en materiales del Laboratorio Nacional Pacific Northwest en EE.UU. cree que los pueblos mesoamericanos fueron los primeros científicos que estudiaron los polímeros. Variando la cantidad de materiales que mezclaban con el caucho bruto, eran capaces de fabricar calzado e incluso pegamentos que usaban para unir herramientas a los muñones de los mancos.

El caucho es un material de latex producido por la savia de ciertas variedades de árboles. Los mesoamericanos lo obtenían del árbol de goma de Panamá Castiila elastica, pero la goma que se consigue cuando la savia de este árbol se seca es pegajosa y termina por quebrarse.

Entonces ¿cómo conseguían los mayas pelotas que rebotasen? Eso es lo que se propusieron averiguar Michael J. Tarkanian y Dorothy Hosler.

Estudiando los registros escritos por los conquistadores españoles, descubrieron que los mayas fabricaban sus bolas mezclando el látex con el jugo de una enredadera llamada gloria de la mañana. En 1999, ambos científicos informaron que mezclando a partes iguales el látex del árbol de goma de Panamá con jugo de gloria de la mañana, y calentando la mezcla, habían logrado pelotas que botaban. Pero además, mientras realizaban el trabajo, se dieron cuenta que variando las proporciones de estos dos elementos, se obtenían productos con propiedades muy diversas.

Tres partes de latex y una de gloria de la mañana daba lugar, por ejemplo, a un material duradero y fuerte ideal para hacer sandalias. Si no añadían gloria de la mañana, se obtenía un buen adhesivo.

Parece ser que el jugo de la enredadera contiene aminoácidos ricos en azufre, así que como vemos, el resultado era similar al obtenido por Goodyear en 1839 cuando descubrió por azar el proceso de la vulcanización.

Pero el trabajo no ha acabado, Tarkanian y Hosler aún no han identificado la huella química de un compuesto descubierto en las muestras de goma Maya encontradas en las excavaciones arqueológicas. Encontrar a este compuesto misterioso será complicado, porque la goma tiene tendencia a deteriorarse con el paso del tiempo.

El trabajo se publicará en Latin America Antiquity.

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