En el estudio se analizó la depresión y dos tipos de ansiedad: Una es la excitación ansiosa, es decir la vigilancia temerosa que a veces se convierte en pánico. La otra es la preocupación.
Los investigadores usaron resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI) en el Instituto Beckman para examinar la actividad cerebral en sujetos que estaban deprimidos aunque no ansiosos, ansiosos pero no deprimidos, o que exhibían grados variables de depresión y uno o ambos tipos de ansiedad.
"Aunque pensamos en la depresión y la ansiedad como cosas separadas, con frecuencia se presentan simultáneamente", aclara Gregory A. Miller, profesor de psicología de la Universidad de Illinois, quien ha dirigido la investigación junto con Wendy Heller, profesora de la misma especialidad y universidad. Miller pone como ejemplo que en un estudio nacional sobre el predominio de trastornos psiquiátricos, tres cuartas partes de las personas a las que se les diagnosticó una depresión importante tuvieron al menos algún otro diagnóstico adicional. En muchos casos, los que tenían depresión también presentaron ansiedad, y viceversa.
Los estudios previos se han venido centrando por regla general en personas que estaban deprimidas o ansiosas; o en ellos se analizó tanto la depresión como la ansiedad de los sujetos, pero agrupando en una única clase todos los tipos de ansiedad.Miller y Heller llevan bastante tiempo sosteniendo que la ansiedad de los pacientes con preocupación crónica es distinta a la provocada por el pánico o la vigilancia temerosa que caracterizan a la excitación ansiosa.
En el nuevo estudio, se hicieron escaneos del cerebro mientras los participantes realizaban una tarea que incluía nombrar los colores de palabras que tenían significados negativos, positivos o neutrales. Esto permitió a los investigadores observar qué regiones cerebrales se activaban en respuesta a palabras emotivas.
Los investigadores descubrieron que la "firma" fMRI típica del cerebro de una persona deprimida y preocupada que realizaba la tarea de las palabras emotivas era muy diferente a la de una persona deprimida y con excitación ansiosa.
La combinación de depresión y ansiedad, y el tipo de ansiedad, proporcionan diferentes firmas fMRI cerebrales.
Quizás lo más sorprendente es que la excitación ansiosa potenció la actividad en la parte del lóbulo frontal derecho que también está activa en la depresión, pero sólo cuando el nivel de preocupación de una persona era bajo. La actividad neuronal en una región del lóbulo frontal izquierdo, área de la que se sabe que está relacionada con la producción del habla, fue mayor en los sujetos deprimidos y preocupados pero no temerosos.
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