Los niveles más altos de la corteza del cerebro tienen capacidades limitadas para influir en el placer comparados con los más profundos
la regulación por separado de sentimientos extremos como el deseo y el miedo, dificulta que las personas puedan controlar las reacciones emocionales más fuertes, concluyó un estudio de la Universidad de Michigan.
El reporte publicado en la revista de investigación científica y biomédica Public Library of Science PLoS, indica que una limitación de las señales para penetrar en las emociones puede restringir los esfuerzos voluntarios de las personas para regular eficazmente sus emociones.
El estudio, encabezado por Kent Berridge, Alexis Fauré y Jocelyn Richard del Laboratorio de neurociencias afectivas y biopsicología, se apoyó en trabajos previos que mostraron que el compuesto químico dopamina coopera con el compuesto glutamato en la inducción tanto del deseo como del miedo en regiones adyacentes del cerebro.
La dopamina, que motiva a las personas y animales en la búsqueda de recompensas, puede estar involucrada en sentimientos negativos tales como el temor en la esquizofrenia, o involucrada en la adicción a las drogas, lo que implica un deseo excesivo, expuso la investigación.
El análisis comparó la generación del deseo y del miedo en un grupo de neuronas del encéfalo, que confluyen lateralmente por señales de glutamato (que proviene principalmente de la corteza) y la generación de las mismas emociones por diferentes señales químicas que proceden principalmente de estructuras cerebrales profundas subcorticales.
Los niveles más altos de la corteza del cerebro tienen capacidades limitadas para influir en el placer comparados con los más profundos, y sólo las señales profundas pueden crear placer durante la generación del deseo o crear el disgusto durante la generación del temor.
"Esto podría explicar por qué es difícil controlar algunas emociones intensas o patológicas. Los niveles más profundos del cerebro generan placeres o disgustos de una manera que parece resistente a la influencia de los niveles superiores", apuntó Berridge.
"Los generadores subcorticales de placer resisten aún cuando los niveles más altos logren regular la expresión del deseo o del miedo", explicó.
El equipo de la Universidad de Michigan "tocó un teclado emocional" del cerebro usando micro inyecciones indoloras de compuestos químicos en ratas que trastornaron las señales rápidas de glutamato de la corteza o las señales de los niveles más profundos, causando emociones intensas, incluido el deseo similar al hambre o al miedo.
Los toques de compuestos químicos hicieron que las sensaciones se tornaran más placenteras durante el deseo y más desagradables durante el miedo, pero los toques con compuestos de glutamato no tuvieron ese efecto.
"Llegamos a la conclusión de que el núcleo contiene dos teclados efectivos funcionales para las señales de aminoácidos: un teclado generador de motivaciones y un teclado generador de hedonismo", apuntó.
"Ambos están organizados junto con gradientes que tienen impacto sobre aspectos diferentes de la emoción en la computadora cerebral del humano", añadió.
Más información:
Leer documentos de la investigación (en inglés): Hedonic hotspots of 'Liking'
Laboratorio de neurociencias afectivas y biopsicología (en inglés)
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