Aunque se había asumido que las mujeres casadas con hombres más jóvenes que ellas también deberían vivir hasta una edad más avanzada que las mujeres casadas con hombres de su misma edad, un nuevo estudio ha mostrado que no es así. En vez de ello, cuanto mayor es la diferencia de edad con respecto a la del marido, menor es la expectativa de vida de la mujer. Sucede tanto si la diferencia es por ser ella más joven que su marido como por ser mayor que él.
El riesgo de mortalidad de un marido que tiene entre 7 y 9 años más que su mujer se reduce en un 11 por ciento, en comparación con parejas en las que ambos cónyuges tienen la misma edad. Por el contrario, un hombre muere más temprano cuando es más joven que su esposa.
Durante años, los científicos han pensado que estos datos se aplicaban a ambos sexos. Asumieron que se producía un efecto de "selección de salud": En la mayoría de los casos, quienes logran cónyuges más jóvenes lo pueden hacer porque están mejor conservados por estar más sanos o porque tienen mayor poder económico lo cual también les permite cuidar mejor su salud. Y debido a su mejor salud tienen, obviamente, una expectativa de vida mayor. También se pensaba que un cónyuge más joven tiene efectos positivos de tipo psicológico y social en un cónyuge más viejo, y puede proporcionar a éste mejores cuidados en la vejez, ayudándole por tanto a prolongar su vida.
"Ahora, estas teorías deben ser reconsideradas", sostiene Sven Drefahl, del Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica (MPIDR) en Rostock, Alemania. "Parece que todavía no están claras las razones de las diferencias en la mortalidad a causa de la diferencia de edad de los cónyuges"Usando datos de casi dos millones de parejas danesas, Drefahl fue capaz de eliminar las deficiencias estadísticas de investigaciones anteriores, y mostró que la mejor opción para una mujer es casarse con un hombre de exactamente su misma edad; un esposo mayor acorta su vida, y uno menor lo hace aún más.
Según los resultados del estudio de Drefahl, la mujer que se casa con un marido de 7 a 9 años menor que ella, incrementa su riesgo de mortalidad en un 20 por ciento. Por ello, la "selección de salud" no puede explicar la diferencia en el riesgo de mortalidad de las mujeres. Aunque muchos estudios sobre selección de pareja muestran que las mujeres prefieren mayormente a un hombre de su misma edad, la mayoría de ellas termina con un marido más viejo. En Estados Unidos, al casarse el novio es como promedio 2,3 años más viejo que la novia. "No es que las mujeres no puedan encontrar cónyuges más jóvenes; la mayoría simplemente no lo desea", explica Sven Drefahl.
Pero, ¿por qué un marido joven acorta la vida de una esposa mayor que él? Según Drefahl, una de las pocas explicaciones posibles es que las parejas con maridos más jóvenes que las esposas violan la norma social de que el marido debe ser mayor que la esposa y por tanto sufren a causa de las "sanciones" sociales que reciben. Dado que casarse con un esposo más joven se sale de lo que se considera como normal, estas parejas podrían ser consideradas como ajenas a los círculos sociales y recibir por ello menos apoyo social. Esto podría conducir a una vida menos placentera y más estresante, reduciendo así la salud y, finalmente, incrementando la mortalidad.
Aunque el nuevo estudio del MPIDR muestra que las mujeres tienen mayor desventaja cuando no son de la misma edad que sus maridos, no es cierto que casarse sea desfavorable en general. Estar casado eleva la expectativa de vida tanto del hombre como de la mujer por encima de los solteros. Además, las mujeres suelen vivir más que los hombres; mundialmente su expectativa de vida supera a la de los hombres en varios años.
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