miércoles, 08 de julio de 2009 | |
Abordar el análisis a determinados tipos de evaluación, implica la revisión de los enfoques bajo los cuales se ha desarrollado la educación en el país. Por una parte, se ha desarrollado de manera tradicional en los distintos niveles educativos (básico, medio y superior); un proceso basado en el conductismo y el congnoscitivismo, orientado además por el carácter científico que imprimen las ciencias duras y que supone la obtención de resultados cuantitativos, apegados a la objetividad como rasgo propio de ese modelo de enseñanza. No obstante, la evaluación tradicional en muchos de los casos, refleja resultados que no están consustanciados con lo existencial, con el ambiente que rodea al estudiante y las circunstancias que inciden en el proceso de aprendizaje, lo que consecuentemente constituye una forma de discriminación del sistema educativo. Es cierto, que un estudiante de ingeniería debe asumir los conocimientos bajo un criterio de precisión, por cuanto las ciencias así lo imponen, sin embargo, por muy aventajado que éste sea, la adquisición de tales conocimientos pudieran estar influidos por las circunstancias y el entorno en el cual se desenvuelven, lo que afectaría considerablemente el resultado de una posible evaluación; estos aspectos son desestimados por la evaluación tradicional, constituyendo a veces un factor de discriminación del sistema educativo. Por otra parte, en Venezuela se ha desarrollado un proceso de enseñanza basado en el enfoque constructivista, específicamente en el área de la capacitación y la formación para el trabajo (aplicado en el Inces), en el cual la evaluación considera los saberes del individuo y la significatividad de los aprendizajes alcanzados mediante el desarrollo de competencias que debe poseer, traducidas en habilidades, destrezas, y valores, lo cual promueven la exploración y el descubrimiento de ideas. Visto desde la perspectiva de transformación de las sociedades y los cambios que experimenta la humanidad, es propia la adopción de un modelo de enseñanza cuyo proceso evaluativo aliente a los estudiantes a seleccionar su propio modo de expresión, trabajar colaborativamente con otros, pensar sobre su aprendizaje y repensar y revisar sus ideas de cómo construir sus estructuras cognitivas, tomando en cuanta sus recursos afectivos, situándolos junto al docente en una tarea común, estableciendo una relación que va más allá de la cotidianidad de la vida, rompiendo el muro que los separa, pero colocando a éste último como activo observador del proceso, que documento y registre en detalle todo tipo de información de lo que está evaluando, con una actitud crítica, analítica y reflexiva, lo cual permitirá ver muchos aspectos subjetivos difíciles de cuantificar o de medir objetivamente. Lo anteriormente señalado adquiere sentido y relevancia en la medida en que se centre la atención en la condición humana del individuo, elemento rector en el proceso educativo, para lograr el desarrollo social. Ello traducido en el hacer, el deber ser y el ser del individuo y sus relaciones con el entorno, utilizando la reflexión y creatividad a objeto de brindar una perspectiva de cambio y transformación, en sintonía con las demandas de la sociedad . |
lunes, 13 de julio de 2009
La evaluación cualitativa y constructivista Vs. La evaluación tradicional
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario