Los síntomas de su patología suelen ser confundidos con simple depresión
7,8% de la población sufre de la enfermedad psiquiátrica (Archivo)
El tratado Percepciones e impacto del trastorno bipolar del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Texas, EEUU, determinó que 69% de los pacientes con esa patología no recibieron el diagnóstico adecuado y aquellos pacientes que fueron subdiagnosticados consultaron, en promedio, cuatro profesionales de la Medicina antes de recibir un diagnóstico correcto. El psiquiatra Emilio Miquilena define al trastorno bipolar como "una alteración en la esfera mental que altera el ánimo" y precisa que la misma afecta a 7,8% de la población mundial. La prevalencia local de la enfermedad no se conoce aún.
El especialista destaca que el trastorno bipolar tiene dos polos: "Uno, cuando se presentan episodios de manía: la persona piensa y habla muy rápido. Es muy acelerada, se distrae con mucha facilidad, tiene delirios de poder. En casos muy severos alucina y tiene ideas delirantes". Precisa que deben persistir esos síntomas por al menos una semana para catalogar la bipolaridad. El otro polo del trastorno, dice Miquilena, es el depresivo: "La persona tiene baja autoestima y se siente inútil. Pierde el apetito, le cuesta concentrarse e incluso puede intentar suicidarse". Sólo si todas estas señas persisten más allá de dos semanas, entonces puede hablarse del trastorno.
El diagnóstico indebido o subdiaganóstico de esta enfermedad pisquiátrica conduce a un inapropiado tratamiento y en consecuencia un pronóstico errado de la patología.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno bipolar es la sexta causa de discapacidad en todo el planeta. Y según un estudio que publicó la revista científica British Journal of Psychiatry, los adolescentes más brillantes tienen hasta cuatro veces más riesgo de desarrollar trastorno bipolar en la edad adulta.
Miquilena precisa que el trastorno bipolar "no puede considerarse un estado de locura, como sí lo es, por ejemplo, la esquizofrenia. Hay quien considera a los bipolares como locos, pero esa no es la locura pura".
Para el tratamiento de este trastorno, luego de la rigurosa visita al médico especialista, los fármacos representan la alternativa más efectiva para realizar un adecuado manejo de los síntomas y con ello elevar la calidad de vida del paciente. Es fundamental la adherencia y cumplimiento del mismo ya que es la única garantía que tiene el individuo de poder desarrollar su vida normalmente.
La inconstancia en el tratamiento afecta negativamente al paciente, pues se incrementan considerablemente las variaciones del humor, hospitalizaciones e historia de psicosis, así como también deterioro cognitivo importante.
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