16 de Agosto de 2010. Usando datos obtenidos por satélites de la NASA, un equipo de científicos ha creado el primer mapa de su tipo que detalla la altura de los bosques del mundo. A pesar de que existen otros mapas del "tejado" vegetal formado por las copas de los árboles, esos mapas son sólo de ámbito local y regional. El nuevo mapa es el primero que abarca todo el planeta utilizando un método uniforme.
El trabajo, basado en datos recolectados por los satélites Aqua, Terra, e ICESat de la NASA, debería ayudar a los científicos a crear un inventario sobre cuánto carbono almacenan los bosques del mundo y cuán rápidamente ese carbono circula por los ecosistemas y regresa a la atmósfera.
El nuevo mapa elaborado por el equipo de Michael Lefsky de la Universidad Estatal de Colorado, muestra que los bosques más altos del mundo se agrupan en el noroeste de Estados Unidos y en porciones del sudeste asiático, mientras que los bosques más bajos se encuentran en amplias franjas a lo largo del norte de Canadá y Eurasia.
Los bosques templados de coníferas, los cuales son muy húmedos y contienen árboles colosales como por ejemplo las secoyas, tienen las coberturas forestales o "tejados" más altos, superando con facilidad los 40 metros. En contraste, los bosques boreales, en los que predominan abetos, pinos, alerces y otros por el estilo, suelen tener coberturas forestales de menos de 20 metros de altura. Las áreas relativamente vírgenes de las selvas tropicales tienen su tejado vegetal en torno a los 25 metros.
El interés científico en el nuevo mapa va más allá de la curiosidad sobre la altura de los árboles. El mapa va a tener repercusiones en un proyecto actualmente en curso para estimar la cantidad de carbono retenido por los bosques del mundo, y también ayudará a explicar dónde son absorbidos los 2.000 millones de toneladas de carbono que "desaparecen" de manera poco clara cada año.
La humanidad emite cerca de 7.000 millones de toneladas de carbono anualmente, la mayoría en la forma de dióxido de carbono. De esa cifra, 3.000 millones de toneladas terminan en la atmósfera y 2.000 millones en el mar. No está claro a dónde van a parar los 2.000 millones de toneladas restantes, aunque los científicos sospechan que los bosques capturan y almacenan una buena cantidad de ese carbono "desaparecido" como biomasa mediante la fotosíntesis.
Hay indicios de que los bosques jóvenes absorben más carbono que los viejos, y que grandes cantidades de carbono acaban en ciertos tipos de suelo. Pero los ecólogos sólo han comenzado a desentrañar los detalles con motivo de las investigaciones encaminadas a discernir si el planeta puede continuar absorbiendo tanto carbono antropogénico como hasta ahora o si dejará de hacerlo con el avance del Cambio Climático Global.
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