Recientemente se ha publicado el descubrimiento en Ecuador de varias nuevas especies de orquídeas, de entre ellas la más interesante es una cuya flor de pétalos transparentes mide tan solo 2,1 mm, lo que la convierte en la más pequeña del mundo.
Fue el pasado mes cuando el científico estadounidense Lou Jost publicaba el descubrimiento en la reserva del Cerro Candelaria de Ecuador de casi una docena de nuevas especies de orquídeas, entre ellas estaba una minúscula, de pétalos transparentes, tan pequeña que casi le pasa desapercibida. De hecho estaba trabajando con otra orquídea cuando –casi por casualidad– se dio cuenta de que en su base había otra orquídea minúscula, que resultó ser más interesante que la grande.
(Foto de la orquídea con una regla graduada. Cada raya es un milímetro. Foto gentileza de Lou Jost)
El descubrimiento tuvo lugar en la reserva de Cerro Candelaria por un equipo dirigido por Lou Jost de la fundación EcoMinga.
Han descubierto, entre otras muchas cosas, casi una veintena de nuevas especies de orquídeas del género Teagueia. La mayoría todavía no tienen nombre.
(Nuevas especies de Teagueias. Foto de Lou Jost. Gentileza de la fundación EcoMinga)
(Una de las nuevas orquídeas. Todavía sin nombre. Gentileza de la fundación EcoMinga)
En el Ecuador hay más 4 600 especies de plantas que son exclusivas de ese país lo que indica una gran biodiversidad.
La fundación EcoMinga trabaja en la reserva de Cerro Candelaria.
(Ubicación de Ecuador. El punto rojo señala donde trabaja Lou Jost y su equipo. Gentileza de la fundación EcoMinga)
(Mapa de Ecuador con indicación de la lluvia que cae. Se señalan los lugares de trabajo de EcoMinga. Gentileza de la fundación EcoMinga)
Volvamos a nuestra pequeña orquídea, la más pequeña del mundo por ahora. Es del genero Platystele y todavía no han nombrado a la especie. Sus hojas son casi transparentes debido a su pequeñez; su grosor es tan pequeño que deja pasar la luz. Sus pétalos dan la sensación de estar recubiertos de azúcar:
(Platystele x. Foto de Lou Jost. Gentileza de la fundación EcoMinga)
El anterior récord de pequeñez lo tenía otra orquídea del género Platystele; en este caso sí que la especie tiene nombre: Platystele jungermannioides cuyas flores son de 2,5 mm.
(Platystele jungermannioides. Foto gentileza de Daniel Jiménez)
Lo más interesante de este descubrimiento, según Jost, es demostrar que todavía se pueden encontrar especies nuevas. Una de sus frases textuales fue: «La gente piensa que todo ha sido descubierto, pero hay mucho más».
Por mi parte estoy de acuerdo y añado que el que se sigan encontrando nuevas especies, algunas de las cuales tienen algún récord, como en este caso ser la más pequeña del mundo, puede servir para atraer nuevas vocaciones científicas de las que tan necesitados estamos.
Gracias a Jost por su descubrimiento y crear motivación entre los jóvenes.
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