En un nuevo estudio, un equipo de investigación ha demostrado que las regiones del cerebro que anteriormente habían sido reconocidas como una red en la que se descifran las palabras habladas o escritas, intervienen también en la interpretación de los gestos sin palabras.
Lo descubierto sugiere que estas regiones cerebrales pueden desempeñar, en la interpretación de símbolos, un papel mucho más amplio de lo que los investigadores habían pensado, y por esta razón, pudieron ser el punto de partida evolutivo del que nació el lenguaje.
El estudio ha sido realizado por expertos del Instituto Nacional estadounidense para la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés), la Escuela de Medicina de la Universidad Hofstra, en Hempstead, Nueva York, y la Universidad Estatal de San Diego.
En los bebés, la capacidad de comunicarse a través de gestos o ademanes precede al lenguaje hablado, y es posible predecir las habilidades de un niño con el lenguaje mediante el análisis del repertorio de sus gestos durante esos primeros meses.
Lo descubierto ahora no sólo aporta evidencias convincentes sobre el origen probable del lenguaje, sino que además ayuda a explicar la interacción que existe entre el lenguaje y los gestos mientras los niños desarrollan sus habilidades con el lenguaje.
Tal como señala Allen Braun, del equipo de investigación, estos resultados se ajustan a una teoría, sostenida desde hace mucho tiempo, según la cual el antepasado común más reciente de seres humanos y simios se comunicaba a través de gestos con significados específicos, y, con el tiempo, las regiones cerebrales que procesaban los gestos se adaptaron para emplear palabras. Si la teoría es correcta, nuestras áreas del lenguaje podrían en realidad ser un vestigio de este antiguo sistema de comunicación, un remanente que, por su naturaleza, continúa siendo capaz de procesar gestos, además del lenguaje hablado o escrito.
Scitech News
No hay comentarios:
Publicar un comentario