Algunos astrónomos dicen que un planeta del tamaño de Marte o la Tierra podría estar merodeando en los límites de nuestro Sistema Solar. Pero incluso el último telescopio espacial lanzando en 2009 tiene pocas posibilidades de encontrar un objeto a tal distancia.
Tal mundo, de existir, posiblemente tendría una órbita mucho más allá de la de Plutón o los planetas enanos similares en el Sistema Solar exterior. Probablemente recordaría a una versión congelada de Marte o la Tierra, en el mejor caso, un hogar poco adecuado para la vida. Y no estaría solo.
“Cuando se escriba finalmente la historia del Sistema Solar, es mucho más probable que estemos más cerca de los 900 planetas que de los 9 con los que crecimos”, dijo Alan Stern, científico planetario en el Instituto de Investigación del Suroeste (SwRI) en Boulder, Colorado.
Apenas un puñado de esos potenciales descubrimientos podrían alcanzar el tamaño de la Tierra, en comparación con el enjambre de cuerpos del tamaño de Plutón que Stern y otros esperan encontrar.
Cada objeto – ya sea planeta, planeta enano u otra cosa – serviría como una cápsula del tiempo congelada que podría revelar mucho sobre la evolución inicial del Sistema Solar. Podría incluso forzar a los científicos a pensar de nuevo la definición de planeta, tras la controvertida degradación de Plutón a planeta enano.
Más allá del cinturón
La degradación de Plutón llegó en parte debido a que los astrónomos descubrieron un número de objetos planetarios menores en el Sistema Solar exterior. Los planetas enanos como Eris ocupan una abarrotada región helada más allá de Neptuno conocida como el Cinturón de Kuiper. Pero no ha aparecido un planeta del tamaño de Marte o la Tierra en esa franja.
“Para el Cinturón de Kuiper, ya podemos decir que no hay nada del tamaño de Marte o la Tierra, dado que sus efectos dinámicos serían fácilmente visibles”, dijo Mike Brown, astrónomo de Caltech que lideró los equipos que descubrieron Eris (conocido como “Xena” al principio) y otros planetas enanos.
Uno de los antiguos planetas enanos descubiertos por Brown, Sedna, ocupa una extraña órbita elíptica entre el Cinturón de Kuiper y la más lejana Nube de OOrt — un posible signo de una influencia gravitatoria de otro mundo tan grande como la Tierra, según propuso un astrónomo. Pero Brown sospecha que un objeto tan grande ya habría sido observado.
Brown y Stern dicen que la Nube de Oort representa un proyecto más probable para mundos del tamaño de la Tierra o Marte. La Nube de Oort rodea nuestro Sistema Solar con miles de millones de cuerpos helados a distancias de hasta 50 000 veces la del Sol a la Tierra.
“Una vez que vas más allá del Cinturón de Kuiper, en la región de Sedna o la Nube de Oort, siempre se pueden esconder cosas colocándolas aún más lejos”, dijo Brown a SPACE.com.
Cómo llegaron allí
Brown señala que cualquier futuro descubrimiendo de objetos más grandes en el Sistema Solar exterior sugeriría que los científicos tienen una idea equivocada de cómo se forman los planetas, o que el Sistema Solar inicial tenía más material disponible de lo que se sospechaba antes.
“Sin embargo, más interesante para mi, es que sería una clase completamente nueva de cuerpo de gran tamaño”, dijo Brown. “No tenemos cuerpos de tamaño planetario ricos en hielo en el Sistema Solar, por lo que realmente no sabemos qué aspecto tendrían y cómo funcionarían”.
Stern ha apoyado desde hace mucho la idea de muchos cuerpos del tamaño de planetas merodeando en el Sistema Solar exterior. Se refirió a los modelos por ordenador que muestran cómo podrían haberse formado planetas de tamaño medio durante la creación caótica de gigantes gaseosos como Júpiter, cuando trozos pequeños se acumularon para formar cuerpos mayores.
“Los planetas gigantes limpiaron gravitatoriamente regiones entre ellos, siendo cada uno capaz de arrojar a planetas de tamaño medio y pequeño a las profundidades del Sistema Solar”, explica Stern.
Define ‘planeta’ por mi
Tales planetas de tamaño mediano o pequeño que moran en los confines del Sistema Solar arrojarían renovadas dudas sobre la regla de la Unión Astronómica Internacional (IAU) de 2006. Stern ha critizado severamente la decisión de la IAU, la cual degradó a Plutón en parte debido a su localización en el Sistema Solar.
“La IAU está lentamente empezando a darse cuenta de que ha cometido un grave error”, dijo Stern. Predijo que la organización retractaría su decisión de 2006 si surgieran nuevos descubrimientos de tamaño planetario en el futuro.
Brown considera la decisión de la IAU como una “definición muy clara” que tiene utilidad científica. Pero también reconoce las probables complicaciones con planetas en el Sistema Solar exterior del tamaño de Marte o la Tierra.
“Parece bastante obvio que si se descubriera algo del tamaño de la Tierra, todo el mundo lo llamaría planeta”, dijo Brown. “Por lo que entonces volveríamos a la mesa de diseño, por desgracia”.
Una cuestión de cuándo
La propuesta de planetas mayores lejanos puede tener que esperar hasta que mejore la detección científica. Stern comparó la búsqueda con los actuales telescopios espaciales a “mirar al cielo a través de una pajita de soda”, debido a que la mayor parte de los telescopios tienen una visión extremadamente estrecha del cielo. Incluso los telescopios más potentes sólo pueden observar directamente objetos a aproximadamente 10 veces la distancia de Plutón.
La nave WISE de la NASA tiene una ligera posibilidad de observar un planeta en primer plano con su estudio infrarrojo de todo el cielo, concuerdan Brown y Stern. Pero ambos tienen grandes esperanzas en el Gran Telescopio de Estudio Sinóptico, el cual debería ser capaz de observar objetos del tamaño de la Tierra a, tal vez, 1000 unidades astronómicas (UA), siendo 1 UA la distancia de la Tierra al Sol.
Esas 1000 UA aún se quedan cortas en comparación a la vastedad de la Nube de Oort, la cual ocupa una región de decenas de miles de UA. Aún así, Stern sugiere que la futura exploración espacial podría incluso alcanzar hermanos lejanos de la Tierra — una actitud de “podemos hacerlo” que tal vez refleja su papel como investigador principal de la sonda New Horizons de la NASA que va hacia Plutón.
“La Nube de Oort es el ático del Sistema Solar, con todo tipo de cosas por allí”, dijo Stern. “Simplemente aún no tenemos una escalera lo bastante grande para llegar y echar un vistazo”.
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