11 de Noviembre de 2009. Un nuevo estudio sugiere que la razón de que entre las termitas los hijos permanezcan en sus colonias de nacimiento para ayudar a la reina y sus demás parientes en vez de marcharse y tratar de fundar su propia familia, es que sus probabilidades de heredar el ‘trono reproductivo’ son más altas que sus probabilidades de éxito si se dispersan, buscan un compañero, y tratan de sobrevivir para producir descendencia fértil por su cuenta.
La profesora Barbara L. Thorne (Universidad de Maryland) y sus colaboradores Philip Johns, Ken Howard, Nancy Breisch y Anahi Rivera, han desvelado cómo termitas sin parentesco, provenientes de dos familias o colonias diferentes, unen sus fuerzas después de la muerte de sus reyes y reinas, y cooperan en un grupo más grande y más fuerte en el que nuevas "reproductoras" pueden surgir de las filas de las obreras de una o ambas colonias originales, permitiendo así que ambos linajes prosperen.
Cuando las colonias jóvenes de ciertas especies de termitas anidan en la misma estructura de madera, su interacción conduce a que uno o ambos conjuntos de reinas y reyes sean asesinados y devorados, para después realizarse la fusión de las dos familias en una sola colonia.
Estos resultados ayudan a desentrañar un misterio evolutivo: La mayoría de los individuos en una colonia de termitas son "obreros" que se quedan para ayudar en la colonia de sus padres toda su vida, pero nunca se reproducen. ¿Por qué la selección natural ("supervivencia del más apto") favorece rasgos que reducen el éxito reproductivo? Esta investigación demuestra que las familias no emparentadas entre ellas se benefician tras los encuentros entre colonias, y que la competencia entre las familias que viven con recursos limitados de alimentación y alojamiento desempeñaron un papel destacado en la evolución de la compleja estructura social de las termitas.
Las colonias de termitas comienzan como una familia tradicional, integrada por el padre, la madre y sus retoños (obreros y soldados). Aunque la mayoría de las termitas obreras nunca se reproduce, si uno de sus progenitores originales o los dos, mueren, uno o más de sus hijos pueden convertirse en un "reproductor sustituto" para continuar con la labor de reproducción (por lo general incestuosa) y promover así el crecimiento de la colonia. Cuando dos colonias jóvenes de estas termitas están asentadas muy cerca la una de la otra, los vecinos se encuentran y las dos familias se funden en una sola colonia, después del citado proceso violento durante el cual uno o ambos conjuntos de reinas y reyes pueden ser asesinados y devorados. Después de la masacre, los hijos obreros pueden usurpar el trono, el poder de reproducción y los recursos asociados a estos.
Dentro de la colonia surgida a partir de la fusión de las dos previas, los individuos cooperan. Esta cooperación se explica mejor con la conclusión principal de este estudio, puesta de manifiesto a través del análisis de marcadores genéticos: Los hijos en ambas colonias originales tienen la oportunidad de convertirse en nuevos reproductores sustitutos dentro de la colonia más grande que ahora ha surgido, y las termitas de las dos familias, incluso pueden reproducirse unas con las otras. Así, ambos linajes pueden "ganar" y se propagan siguiendo esta dinámica.
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