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jueves, 26 de noviembre de 2009

Homínidos Fabricantes de Herramientas Ya Vivían en Praderas Hace 2 Millones de Años


Foto: Thomas PlummerThomas Plummer del Queens College, adscrito a la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Richard Potts del Museo Nacional de Historia Natural dependiente del Instituto Smithsoniano, y otros expertos, han presentado la evidencia arqueológica más antigua (2 millones de años) de actividades humanas en una pradera.


Muchos científicos, desde Charles Darwin, han pensado que la adaptación al medio ambiente de la pradera tuvo una influencia profunda en el curso de la evolución humana. Esta idea ha permanecido bien afianzada, aún con el reconocimiento reciente de que el surgimiento de los homínidos tuvo lugar en un entorno boscoso y que el medio ambiente africano del pasado experimentó grandes fluctuaciones en respuesta a oscilaciones climáticas de corto plazo.

Durante el crítico período que va desde hace tres millones de años hasta hace un millón y medio, el inicio de la tecnología lítica y otros desarrollos tecnológicos o evolutivos estuvieron vinculados con entornos cada vez más abiertos en África.

Sin embargo, los ecosistemas en los cuales prevalecen las praderas no han estado documentados en el registro geológico de la evolución de los homínidos en el Período Plioceno, de modo que no ha estado claro si los hábitats abiertos estaban disponibles para los homínidos, y de ser así, si los utilizaban. En su nuevo estudio, Plummer y su equipo aportan la primera documentación sobre ambas cosas en el yacimiento arqueológico de Kanjera South, Kenia, el cual tiene alrededor de dos millones de años de antigüedad.

Los investigadores realizaron análisis químicos a dientes de mamíferos y suelos antiguos, y también reunieron otros datos sobre la fauna.

Sus hallazgos demuestran que los puntos en los que recientemente se ha excavado, descubriéndose en ellos herramientas del tipo más antiguo conocido de tecnología lítica, estaban ubicados en un ecosistema dominado por prados durante el citado período de tiempo crucial.

Plummer y sus colegas han llegado a la conclusión de que los primeros Homo eran flexibles en el uso de hábitats, y que su habilidad para encontrar recursos tanto en entornos abiertos como boscosos fue una baza fundamental para su buena adaptación.

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