En ese libro detalla 10 mandamientos sobre los que reflexionar un poco en relación a cómo alcanzar el fracaso de cualquier iniciativa. Me gusta esta forma de reflexionar por la negativa. Aca van los mandamientos:
1. Dejar de tomar riesgos
“A lo largo de los años, muchas empresas de éxito han dejado de asumir riesgos importantes en momentos críticos y han pagado el precio; para algunas sólo fue un traspiés y lograron remontar, pero muchas otras, no sólo se derrumbaron sino que también desaparecieron… Quién sabe cuántas lápidas del cementerio del capitalismo deberían llevar grabado el epitafio de: “Aquí yace una compañía que murió libre de riesgos” (Pág.31).
2. Ser inflexible
“Cuando las condiciones a su favor cambien, siga inflexible insista en su postura, manténgase firme y fracasará” (Pág. 42). Y termina sentenciando: “Si quiere fracasar, sea inflexible”. ¡Amén!
3. Aislarse
“Si acata el tercer mandamiento y se aísla efectivamente, no sólo no sabrá lo que no sabe de su negocio, sino que estará suma y serenamente confiado en que lo que sí sabe es lo correcto”(Pág.62). Con el desastroso final que cabe suponer para el aislado.
4. Creerse infalible
“Esa actitud infalible del yo sé más que tú de muchos directivos ha provocado que muchas compañías pasen por alto la realidad y desperdicien oportunidades”(Pág. 67). Y sin aprovecharlas ¿cómo se puede ganar?
5. Hacerse el tonto o aparentar serlo, es decir, moverse en la ilegalidad.
El autor hace una referencia a los ejecutivos corporativos responsables de las finanzas de las empresas en estos últimos años, llegando a decir que se convirtieron en algo similar a las estrellas del Rock y que, en su descenso a territorios prohibidos, “unos cuantos líderes corporativos empezaron a cambiar la pregunta de: -¿Es correcto?- por la de: -¿Es legal? Y a partir de ahí, se quedaron a un sólo paso de: -¿Nos pillarán? (Pág. 73). Anuncia también su pesimismo acerca de la regulación de la actual situación “Nunca se podrán aprobar suficientes leyes para volver éticas a las personas.” (Pág. 76). Y hace un comentario extraordinario a la situación de las hipotecas subprime que nacieron cuando a su alrededor las normas éticas crecían en abundancia y esplendor.
6. No tomarse el tiempo para pensar
“Si usted quiere fracasar, no se pare a pensar; hágalo sólo si quiere tener éxito porque pensar es la mejor inversión que podrá hacer jamás su compañía, en su trayecto profesional y en su vida” (Pág. 87).
7. Poner toda la fé y la confianza en “expertos” y consultores
Los expertos y asesores son en muchos otros casos imprescindibles. Lo que Donald R. Keough sugiere como disparador del fracaso es la creencia ciega en el valor del experto quedando el directivo fuera del análisis de la situación. De todas formas, quizás su crítica es demasiado ácida.
8. Adorar la burocracia
“Si usted quiere impedir el progreso real (de su empresa) dé prioridad a los aspectos administrativos sobre todo los demás y adore la burocracia” (Pág. 114).
9. Enviar mensajes contradictorios
La falta de premisas claras es un acelerador claro de la velocidad hacia el fracaso.
10. Tener miedo a fracasar
“El miedo al futuro es garantía de que el futuro será un fracaso”. “El problema más grave del pesimismo en mayúsculas es su capacidad absoluta de paralización” (Pág. 148).
Donald R. Keough menciona una regla más extra. Nos advierte que la palanca hacia el fracaso definitivo es perder la ilusión por el trabajo y por la vida.
“No he conocido a ninguna persona de éxito que no sintiera ilusión por lo que hacía y lo hiciese, además con cariño” (Pág. 155).
Fuente: Basado en el libro: The 10 commandments of business failure, de Donald R. Keough
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