Un grupo de científicos de Gran Bretaña y Canadá dijo haber identificado un potencial tratamiento para la enfermedad del sueño, que cada año mata a cerca de 60.000 personas en África y es causada por la picadura de una mosca.
Los expertos aseguran que un nuevo medicamento, que se toma en forma oral, puede atacar las enzimas que el parásito crea para sobrevivir dentro del cuerpo de las víctimas.
El tratamiento puede estar listo para pruebas controladas con humanos en laboratorio dentro de 18 meses.
La enfermedad, que se propaga por la picadura de la mosca tse tse, es causada por un parásito que ataca el sistema nervioso central.
El analista de la BBC en temas de salud Jack Izzard comentó que la enfermedad se propaga como la malaria -por la picadura de un insecto- y es igualmente mortal, aunque hizo notar que la malaria es mucho más conocida.
Izzard agregó que cuando no se ataca el mal de forma temprana, los parásitos se alojan en el cerebro del enfermo y en su sistema nervioso, para luego quitarle la vida.
Efectos secundarios fatales
El descubrimiento se hizo en la Universidad de Dundee, en Escocia, donde un grupo de científicos recibió apoyo financiero para trabajar en la cura, algo inusual ya que esa enfermedad no ha sido estudiada por las grandes compañías farmacéuticas del mundo.
El profesor Paul Wyatt, director del programa, dijo que "es uno de los más grandes hallazgos realizado en años recientes, en el sentido de descubrir un medicamento que cure una enfermedad que ha sido desdeñada".
Wyatt explicó que la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature, representa "un paso gigante" en el desarrollo de un medicamento completo y capaz de curar una enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud estima que hay entre 50.000 a 70.000 casos nuevos de la enfermedad cada año y calcula que cerca de 60 millones de personas están en riesgo de ser infectadas.
La investigación en Dundee tuvo el apoyo de la Universidad de York, de Gran Bretaña, y del Structural Genomics Consortium , de Toronto, Canadá.
Los dos medicamentos que hay ahora en el mercado para combatir la enfermedad tienen efectos secundarios fatales.
El primero contiene arsénico y uno de cada 20 pacientes ha muerto. El otro -eflornithine- es muy costoso, y sólo parcialmente efectivo, y requiere además un prolongado tratamiento, explicaron los científicos.
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