Un tipo de obesidad asociada a una variante genética de la que es portadora cerca de la mitad de los europeos occidentales puede estar asociada a degeneración cerebral, tal y como ha demostrado el grupo de Paul Thompson, del Departamento de Neurología de la Universidad de California en Los Ángeles, en un estudio que se publica hoy en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El citado grupo ha generado mapas en tres dimensiones de los cerebros de más de 200 sujetos caucásicos mayores aparentemente sanos y observaron patrones de un menor volumen cerebral en los portadores de una específica secuencia de ADN o alelo que estaba asociado con la masa grasa y obesidad si se comparaban con los no portadores del gen. Las diferencias en el tamaño cerebral podían no estar directamente relacionadas con otros factores de riesgo asociados con la obesida, como el colesterol elevado, la diabetes o la hipertensión.
Estudios previos habían encontrado que el citado alelo, que se asocia con un mayor peso y un perímetro abdominal grande, lo portaban el 46 por ciento de los habitantes de Europa central y occidental y el 16 por ciento de los asiáticos.
Se sabe que la obesidad es un factor conocido de deterioro cognitivo y que se ha relacionado con diferencias detectables en el volumen cerebral de los sujetos con sobrepeso.
En el citado estudio no se ha identificado el mecanismo que subyace en la atrofia cerebral y no se determina dónde influye la secuencia genética del ADN y si lo hace a través de otros factores que determinan la obesidad.
Por eso, el grupo de Thompson sugiere que la variante genética puede contribuir a la degeneración cerebral más allá del peso propio del individuo.
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