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martes, 6 de octubre de 2009

Educacion 2.0

Desde hace unos días que viene circulando por la Red “El Manifiesto de Internet” vinculado al ámbito del periodismo. Tan es así que hace un par de semanas pasada me hice eco del mismo y lo reproduje en este blog.

Es así como Pedro Villarrubia que posee el blog: Discentia decidió extrapolar y adaptar ese manifiesto al ámbito de la educación. Me parece una adaptación excelente.

Dado que me encanta promover la circulación de los numerosos manifiestos que pululan por la red y que dan cuenta del cambio epocal en ciernes, en esta ocasión vuelvo a hacerme eco y lo reproduzco a continuación.
Para aquellos que deseen conocer más manifiestos de estas racterísticas les recomiendo clickear aquí.

Manifiesto de Internet en Educación

Cómo debería funcionar la educación hoy. Diecisiete declaraciones.

1. Internet es diferente.

Internet genera diferentes esferas públicas, diferentes términos y diferentes habilidades culturales. Los centros educativos deben adaptar sus métodos de trabajo a la realidad tecnológica actual en lugar de ignorarla o desafiarla. Es su deber desarrollar la mejor forma de educación posible basada en la tecnología disponible. Esto incluye productos y métodos educativos nuevos.

2. Internet es un centro educativo de bolsillo.

La web reacomoda las estructuras educativas ya existentes trascendiendo sus antiguas fronteras y ámbitos. La publicación y diseminación de los contenidos han dejado de estar atados a los centros e instituciones educativas. La autoconcepción de la educación está —afortunadamente— siendo privada de su función de centinela. Todo lo que nos queda es la calidad educativa a través de la cual la educación se diferencia de la mera instrucción y memorización.

3. Internet es nuestra sociedad, nuestra sociedad es Internet.

Las plataformas basadas en la web como las redes sociales, Wikipedia o YouTube se han vuelto parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas del mundo occidental. Éstas son tan accesibles como el teléfono o la televisión. Si los centros educativos quieren seguir existiendo, deben entender el universo conjunto de los usuarios actuales y abrazar sus formas de comunicación. Esto incluye formas básicas de comunicación social: escuchar y responder, también conocido como diálogo.

4. La libertad de Internet es inviolable.

La arquitectura abierta de Internet constituye la ley IT básica de una sociedad que se comunica digitalmente y, consecuentemente, de la educación. No puede ser modificada por el mero propósito de proteger los intereses comerciales o políticos frecuentemente escondidos detrás de la ficción del interés público. Sin importar cómo esté hecho, bloquear el acceso a Internet pone en peligro la libre circulación de la información y corrompe nuestro derecho fundamental a decidir nuestro propio nivel de educación.

5. Internet es la victoria de la educación.

Por causa de una tecnología insuficiente, los centros educativos, los centros de investigación, las instituciones públicas y otras organizaciones han sido las encargadas de compilar y clasificar la información mundial hasta ahora. Hoy en día cada ciudadano puede montar su propio filtro personal de informaciones mientras que los motores de búsqueda explotan la abundancia de información con una magnitud nunca antes vista. Los individuos ahora pueden informarse y educarse mejor que nunca.

6. Internet cambia/perfecciona la educación.

Gracias a Internet, los centros educativos pueden cumplir con su rol social-educativo de una nueva manera. Esto incluye presentar la educación como un proceso continuo y de cambio constante; la confiscación de la inalterabilidad del conocimiento es un beneficio. Aquellos que quieran sobrevivir en este nuevo mundo de información necesitan de un idealismo rejuvenecido, con nuevas ideas y un sentido de placer al explotar este nuevo potencial.

7. La red requiere establecer contactos.

Los enlaces son conexiones. Nos conocemos a través de enlaces. Aquellos que no los usan se excluyen a sí mismos del discurso social y educativo. Esto también se aplica a los sitios web de los medios educativos, a la relación entre ellos y con sus comunidades educativas, y entre sí.

8. Los enlaces retribuyen, las citas adornan.

Los motores de búsqueda y los agregadores facilitan la educación de calidad: elevan el hallazgo de contenido excepcional sobre una base a largo plazo y por lo tanto son una parte integral de la nueva esfera pública conectada. Las referencias a través de enlaces y menciones —especialmente aquellas hechas sin ningún consentimiento o siquiera remuneración de su creador—hacen, en primer lugar, posible la cultura misma del discurso social conectado. Ellos son, en todos los casos, dignos de protección.

9. Internet es la nueva sede del discurso democrático.

La democracia prospera con la participación y la libertad de información. Transferir la formación democrática y en valores, y su discusión y debate, desde los centros educativos hacia Internet y expandirse en ésta discusión involucrando la participación activa de la comunidad educativa y la tolerancia, es una de las nuevas tareas de la educación.

10. Hoy libertad de cátedra significa libertad de opinión.

Internet invalida los límites tecnológicos entre el amateur y el profesional. Esta es la razón por la que el privilegio de la libertad de opinión debe aplicarse para cualquiera que desee contribuir al cumplimiento de los fines educativos. Cualitativamente hablando, no debería existir diferencia alguna entre docentes remunerados y no remunerados, sino entre docentes buenos y docentes malos.

11. Más es más – nunca la información y educación son demasiado.

Había una vez instituciones tales como la Iglesia que priorizaban el poder por encima de la conciencia personal y alertaban sobre un flujo de información sin filtros cuando la imprenta fue inventada. Por otro lado estaban los panfleteros, enciclopedistas y periodistas que probaron que más información conduce a más libertad, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto. Al día de hoy, nada ha cambiado al respecto.

12. La tradición no es un modelo de negocio.

Se puede hacer dinero en Internet con contenido educativo. Existen muchos ejemplos de esto actualmente. Sin embargo, a causa de que Internet es altamente competitiva, los modelos educativos tienen que ser adaptados a la estructura de la red. Nadie debería intentar fugarse de esta adaptación esencial diseñando políticas destinadas a preservar el status quo. La educación necesita abrir competencias para las mejores soluciones de refinanciación en la red, junto con el coraje de invertir en la implementación multifacética de estas soluciones.

13. El Copyright se vuelve un deber cívico en Internet.

El derecho de reproducción es la piedra angular fundamental de la organización informacional en Internet. Los derechos de los creadores para decidir el tipo y ámbito de diseminación de sus contenidos también son válidos en la red. Al mismo tiempo, el copyright no deberá ser abusado como una palanca para salvaguardar mecanismos de abastecimiento obsoletos y aislar nuevos modelos de distribución o programas de licencias. La propiedad acarrea obligaciones educativas.

14. Internet posee numerosas divisas.

Los servicios educativos en línea financiados a través de anuncios ofrecen contenido a cambio del “efecto-tirón”. El tiempo de un lector, espectador u oyente es valorable. En educación, esta correlación ha sido a veces uno de sus principios fundamentales de financiación. Otras formas de refinanciación que sean educativamente justificables necesitan ser forjadas y evaluadas.

15. Lo que está en la red se queda en la red.

Internet está elevando la educación a un nuevo nivel cualitativo. Texto, sonido e imágenes en línea ya no tienen que ser transitorios. Permanecen recuperables, y por consiguiente construyen un archivo de historia contemporánea. La educación debe tomar el desarrollo de la información, su interpretación y errores en consideración, por ej., debe admitir estos errores y corregirlos de una manera transparente.

16. La calidad permanece como la cualidad más importante.

Internet desacredita los productos educativos homogéneos y en masa. Sólo aquellos que sobresalen, son creíbles y excepcionales conseguirán una audiencia estable a largo plazo. Las demandas educativas se han incrementado. La educación debe satisfacerlas y acatar sus propios principios formulados.

17. Todos para todos.

La web constituye una infraestructura para el intercambio social superior a la de los medios masivos de comunicación del siglo 20: cuando entra en duda, la “generación Wikipedia” es capaz de valorar la credibilidad de una fuente, rastrear noticias hasta la fuente original, investigarla, chequearla y evaluarla —solos o como parte de un esfuerzo grupal. Los educadores que desdeñan esto y no están dispuestos a respetar estas habilidades no serán tomados en serio por estos internautas. Internet hace posible comunicarse directamente con aquellos alguna vez conocidos como destinatarios —alumnado, como oyentes y espectadores—y sacar provecho de su conocimiento. No son los docentes sabelotodos los que están en demanda, sino aquellos que comunican e investigan.

Fuente: Blog de Pedro Villarrubia: Discentia

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