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sábado, 22 de agosto de 2009

¡Costillas al ataque!

Tritón español

El tritón es capaz de perforar su cuerpo para desenvainar sus costillas como lanzas envenenadas.

Científicos descubren cómo un anfibio puede protegerse de sus atacantes desenvainando a través de su cuerpo sus propias costillas y utilizándolas como lanzas venenosas.

El tritón español o gallipato (Pleurodeles waltl) empuja sus costillas atravesándose la piel para exponer una hilera de huesos que actúan como púas envenenadas.

Y lo más extraordinario de este mecanismo, afirma la investigación publicada en Journal of Zoology (Revista de Zoología), es que no causa al tritón ningún daño o efecto secundario.

Esta capacidad para defenderse del tritón español -que está relacionado con las salamandras- ya se conocía, pero ahora, por primera vez, los investigadores de la Universidad de Viena, en Austria, lograron descubrir cómo funciona el mecanismo.

Sin daños posteriores

Tritón español

Las costillas (marcadas con flechas) salen atravesando la piel.

Utilizando técnicas modernas de fotografía y radiografía, los científicos observaron como cada vez que el tritón se ve amenazado empuja las costillas hacia adelante aumentando el ángulo de su columna hasta en 50 grados y manteniendo inmóvil el resto de cuerpo.

"Con el movimiento hacia arriba hace aumentar el tamaño de su cuerpo y estirar su piel hasta el punto de penetrarla" explicó a la BBC Egon Heiss, uno de los científicos involucrados en el estudio.

Posteriormente las puntas de las costillas del tritón sobresalen de su cuerpo como espinas expuestas.

"Cuando se le ataca el tritón secreta en la superficie de su cuerpo una sustancia lechosa y venenosa" dice Heiss.

"La combinación de secreción venenosa y púas como armas es extremadamente efectiva" agrega.

Y el impacto en el depredador es impresionante, en particular si trata de morder al tritón o levantarlo usando su boca.

Posteriormente el anfibio inyecta el veneno causando un dolor severo y hasta la muerte a su atacante.

Huesos rotos

Durante la investigación, además de dilucidar la forma de las costillas como puntas de lanza y el modo en que las empuja hacia adelante para desenvainarlas, los científicos descubrieron que los huesos del animal se rompen cada vez que atraviesan el cuerpo del tritón.

Costillas con puntas de lanza

Una tomografía muestra las puntas afiladas de las costillas del anfibio.

El doctor Heiss y su equipo pensaron al principio que las costillas pasaban de forma pasiva por los poros del anfibio.

Nunca se imaginaron que éstas atravesaban la superficie corporal.

Y tampoco podían creer que el tritón no presentaba ningún daño o efecto posterior a pesar de perforar repetidamente su propio cuerpo y exponer los huesos de sus costillas.

"Se sabe que los tritones, y los anfibios en general, tienen una extraordinaria capacidad para reparar su propia piel" dice Egon Heiss.

"Y si este tritón utiliza este mecanismo para evitar que lo devoren, ciertamente esa capacidad de reparación es muy positiva".

El científico cree también que el anfibio es inmune a su propio veneno, que normalmente queda confinado en las glándulas de su organismo.

Cuando el tritón lesiona su piel para exponer sus costillas el veneno se filtra por los tejidos y esto tampoco le causa efectos secundarios.

Los investigadores planean ahora investigar cuáles son los compuestos que forman el veneno.

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