Durante mucho tiempo se ha vinculado a la testosterona -la hormona sexual masculina- con la competitividad, la agresión y el dominio, características a su vez asociadas al género masculino.
Ahora, por primera vez, un estudio sugiere que las mujeres más exitosas y las que están más dispuestas a tomar riesgos tienen niveles más altos de la hormona testosterona.
La investigación, que fue llevada a cabo con estudiantes de negocios, concluye que es la biología -y no los factores sociales- la que dicta las diferencias en los géneros a la hora de atreverse a tomar un riesgo financiero e incluso de elegir una carrera.
Estudios pasados han demostrado que la testosterona, que evoca la imagen del hombre exitoso y poderoso, aumenta la agresividad y reduce el miedo, y se le asocia con conductas arriesgadas como el juego de apuestas y el abuso de alcohol.
Un estudio en 2008 llevado a cabo en el centro financiero de Londres mostró que los hombres con niveles más altos de la hormona tienen más probabilidades de obtener más ganancias financieras a corto plazo.
Hasta ahora, sin embargo, no se había estudiado el impacto de la testosterona en las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de tomar riesgos.
Más testosterona, más riesgo
Los investigadores de las universidades de Northwestern y de Chicago en Estados Unidos decidieron investigar si existían realmente estas diferencias.
Tal como señala la investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), en el campo de las finanzas la hormona sí tiene un impacto en las mujeres.
"En general, las mujeres tienen más aversión al riesgo que los hombres cuando se trata de tomar decisiones financieras importantes y esto a su vez puede afectar la elección de carrera de una mujer" afirma la profesora Paola Sapienza, quien dirigió la investigación.
Este es el primer estudio que demuestra que las diferencias de los géneros en la disposición a tomar riesgos financieros tienen una base biológica
Prof. Dario Maestripieri
"Por ejemplo, en el grupo que estudiamos 36% de las estudiantes mujeres habían elegido carreras financieras de alto riesgo como inversión bancaria u operaciones bursátiles, comparado con 57% de los estudiantes hombres".
"Quisimos explorar si estas diferencias de los géneros estaban relacionadas a la testosterona, de la cual los hombres tienen mayores concentraciones que las mujeres", señala la investigadora.
Para investigar esa relación los científicos midieron los niveles de la hormona en muestras de saliva de 500 estudiantes de maestría de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago.
Todos los participantes tenían relativamente la misma edad, los mismos antecedentes culturales y educacionales y el mismo nivel socioeconómico.
Los estudiantes tomaron parte en un experimento en el que con un videojuego se midieron sus actitudes ante el riesgo.
Debían elegir, por ejemplo, entre aceptar un premio monetario garantizado o una lotería que podría brindarles una mayor remuneración.
Los estudiantes debían elegir repetidamente entre la lotería y el pago fijo con valores cada vez más altos.
Y se recogieron dos muestras de su saliva, una antes de cada sesión y otra después de que completaban la prueba.
Los resultados mostraron, como se esperaba, que los participantes más dispuestos a arriesgarse eligieron la lotería con más frecuencia mientras que los que tenían una mayor aversión al riesgo eligieron el pago fijo.
Pero también se encontró que las mujeres con mayores niveles de testosterona habían elegido la lotería con más frecuencia.
Y descubrieron un vínculo entre la testosterona y la elección de carrera. Los que tenían más testosterona y más disposición al riesgo habían elegido carreras más riesgosas en finanzas.
Biología o sociedad
"Este es el primer estudio que demuestra que las diferencias de los géneros en la disposición a tomar riesgos financieros tienen una base biológica" afirma el profesor Dario Maestripieri, otro de los investigadores.
"Y que las diferencias en los niveles de testosterona entre individuos pueden afectar aspectos importantes de la conducta económica y de las decisiones de carrera", agrega.
Los expertos afirman, sin embargo, que las cosas podrían no ser tan categóricas porque todavía sigue siendo muy difícil saber con exactitud cuáles son las bases de las diferencias entre los géneros.
"Nadie duda que las hormonas tengan una función, pero éste es un vínculo muy complicado" dijo a la BBC el profesor Alex Haslam, experto en psicología social de la Universidad de Exeter, Inglaterra.
"Y las hormonas pueden ser tanto el producto de la experiencia como la experiencia puede ser producto de las hormonas".
"En este estudio hay una implicación de que la mujer que está dispuesta a tomar riesgos financieros de alguna forma no es femenina o es anormal".
"Nuestro apetito por las explicaciones biológicas en las diferencias de género es muy preocupante. Es una forma de justificar el status quo y los prejuicios".
"Es muy triste que prefiramos esta explicación en lugar de la que destaca a la sociedad, la elección y la capacidad de cambio del ser humano", expresa el experto.
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