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lunes, 24 de agosto de 2009

Monjes budistas y monjas católicas mejoran su poder cerebral a través de la meditación y las plegarias


Pero, incluso los ateos pueden disfrutar los beneficios mentales que los creyentes obtienen de la fe, según reveló el popular autor y neurocientífico Andrew Newberg.

En su nuevo libro How God Changes Your Brain (Cómo Dios Cambia Tu Mente), yace en los efectos calmantes y de concentración que tienen sobre el cerebro la meditación o las plegarias intensas.

Controles cerebrales muestran que la meditación intensa altera nuestra materia gris, fortaleciendo regiones que concentran la mente y generan compasión, mientras calman aquellas ligadas al temor y el enojo.

Ya sea que quien medita crea en lo sobrenatural o sea un ateo que repite un mantra, indicó el experto, el resultado puede ser el mismo: un aumento de la compasión -que prácticamente todas las religiones enseñan- y una reducción de los sentimientos y emociones negativos.

"En esencia, cuando se piensa en las grandes incógnitas de la vida el cerebro crecerá", señala Newberg.

"No importa si se trata de un cristiano o un judío, un musulmán o un hindú, un agnóstico o un ateo", dice Newberg.

El especlista asegura que 10 a 15 minutos de meditación parecen tener efectos positivos importantes sobre la cognición, la relajación y la salud psicológica.

El proceso, según Newberg

La meditación activa el lóbulo frontal, que crea e integra todas las ideas personales sobre Dios, y calma la amígdala, que es la zona emocional que genera imágenes de una deidad autoritaria y vela el pensamiento lógico.