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miércoles, 9 de septiembre de 2009

La Amistad Influye en la Conducta Alimentaria

Foto: U. BuffaloUn nuevo estudio sobre obesidad infantil en Estados Unidos, ha desvelado que algunos factores sociales, tales como la presencia de amigos, pueden influir en el nivel de riesgo que los jóvenes con sobrepeso tienen de comer más de lo debido. La amistad tiene influencia sobre el comportamiento alimentario, pero sobre todo en quienes tienen sobrepeso.

La investigación demuestra que los amigos pueden actuar como "autorizadores" de la cantidad de comida que el niño o niña consume.

"Estos resultados son importantes, considerando el papel de los amigos como agentes de cambio en la infancia y la adolescencia", destaca Sarah Salvy, profesora en la División de Medicina de la Conducta, Departamento de Pediatría, en la Escuela de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Buffalo.

A los jóvenes con sobrepeso, estar en compañía de otros de su edad y con sobrepeso, puede darles "permiso" para comer más, o, en otras palabras, puede reducir sus reticencias, incrementando el límite máximo de consumo de ciertos alimentos dentro de lo que es visto como el reglamento de una nutrición adecuada, o cuánto puede uno comer.

El estudio se hizo sobre 23 niños con sobrepeso y 42 con peso normal, de edades comprendidas entre los 9 y los 15 años, quienes fueron asignados al azar a participar con un amigo o con un desconocido de edad similar, en un encuentro para jugar y comer juntos. El proceso de asignación dejó como resultado 33 pares de amigos y 39 pares de jóvenes que no se conocían.

Antes de tomar parte en el experimento, los participantes hicieron una lista de lo que habían comido en las últimas 24 horas, y no podían haber comido nada en las dos horas previas al experimento. Asimismo, los participantes calificaron en una escala el grado de hambre que sentían.

Cada par de participantes pasó 45 minutos en una habitación equipada con juegos, puzles y cuencos para consumo individual llenos de alimentos de dos clases: Una, formada por alimentos bajos en calorías y altos en nutrientes, como uvas y trocitos de zanahorias peladas. La otra, integrada por productos de alto valor calórico, como patatas chips y galletas. A los niños se les dijo que comieran si les apetecía, y que lo hicieran en la cantidad que deseasen, con la condición de que comieran sólo de sus cuencos personales.

Los investigadores observaron a los niños a través d un circuito cerrado de televisión y grabaron sus actividades. Al final de cada sesión, pesaron la comida que cada uno había dejado, para determinar cuánto había comido cada participante de cada tipo de alimentos y calcular las calorías.

Los resultados mostraron, entre otras cosas, que los pares de amigos que comieron juntos consumieron más alimentos que los pares de niños que no se conocían entre sí, y que era más probable que comieran cantidades similares los amigos que quienes no se conocían. Además, los niños con sobrepeso que estaban con otro también con sobrepeso, comieron más que los participantes con sobrepeso que estuvieron con un niño de peso normal.

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