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miércoles, 30 de septiembre de 2009

La neuroimagen vincula el TOC a circuitos neuronales alterados


José Manuel Menchón, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge, ha detallado en la VIII Reunión anual de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría las ventajas de la estimulación cerebral profunda frente a la psicocirugía en el TOC.


Juan Larracoetxea. Bilbao. - Martes, 29 de Septiembre de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llave conceptual:
1. Las dos estrategias más usadas, en muchos casos combinadas, son la terapia psicofarmacológica y la psicoterapia cognitivo-conductual

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad que afecta al 1-3 por ciento de la población, "porcentaje que oscila, dado que puede manifestarse en un rango muy amplio de intensidad", según ha dicho José Manuel Menchón, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge. Ante una prevalencia tan significativa, el experto ha detallado en la VIII Reunión anual de la Sociedad Vasco-Navarra de Psiquiatría, "los últimos avances en factores que explican los mecanismos y las causas relacionados con el TOC".

En concreto, se ha detenido en el uso de las técnicas de neuroimagen, "mediante las cuales se han mostrado hallazgos que apoyan las teorías que sugieren la probable alteración de determinados circuitos neuronales en la patología". Estos hallazgos indican que en tales circuitos hay una hiperactividad funcional, "por lo que se considera que la modulación de la actividad de estos circuitos debería tener un efecto sobre la sintomatología obsesiva".

Reversibilidad
Según ha explicado, "desde hace unos diez años se empezó a estudiar el efecto de utilizar la estimulación cerebral profunda como una técnica para el tratamiento del TOC", una técnica que ya se ha mostrado eficaz en el abordaje de casos graves de Parkinson.

La principal ventaja de esta técnica respecto a la psicocirugía convencional es la "reversibilidad, a diferencia de las lesiones quirúrgicas". Además, según diversos estudios realizados en los últimos años, "la estimulación cerebral profunda propicia mejorías significativas en un 60 por ciento de los casos, lo cual le ha conducido a su aprobación como técnica para el tratamiento del TOC refractario tanto en Estados Unidos como en Europa".Aunque estas técnicas neuroquirúgicas se aplican en muy pocos pacientes, "abren nuevas perspectivas en el tratamiento de los trastornos mentales".

El TOC es un trastorno de ansiedad en el que las personas que lo padecen tienen pensamientos, temores o preocupaciones que provocan gran ansiedad, y originan conductas repetitivas para disminuir esta sensación. Estos pensamientos perturbadores tienen tres características: son repetitivos, generan mucha ansiedad y la propia persona afectada reconoce que son exagerados y absurdos.

Algunos de los síntomas más comunes del trastorno obsesivo-compulsivo, aunque cada persona pueda experimentarlo de una forma diferente, son: preocupación exagerada por la suciedad, los gérmenes o la contaminación, dudas reiteradas (por ejemplo, si la puerta está cerrada), y preocupación por el orden, la simetría o la exactitud.

Psicoterapia
Para el tratamiento de este trastorno, las dos estrategias más utilizadas (en muchos casos de forma combinada) "son el tratamiento psicofarmacológico (con antidepresivos del tipo de inhibidores de la recaptación de serotonina) y la psicoterapia de tipo cognitivo-conductual", ha apuntado Menchón.

La respuesta a estos tratamientos es variada y, si bien un porcentaje de alrededor del 50-70 por ciento "presentará una mejoría significativa con estos tratamientos, un pequeño porcentaje, alrededor del 5, seguirá un curso evolutivo desfavorable, sin mejoría". En algunos casos la sintomatología puede ser muy grave.

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