martes, 29 de diciembre de 2009
El Intensivo Uso de la Tierra en Europa Contrarresta Su Sumidero Natural de Carbono
De la cantidad total de emisiones globales de dióxido de carbono, menos de la mitad se acumula en la atmósfera donde contribuye al calentamiento climático. El resto es capturado por los océanos y por ecosistemas terrestres tales como los bosques, los prados y los suelos ricos en turba. Estimular este servicio gratuito que nos prestan los ecosistemas acuáticos y terrestres está considerado como una de las formas principales, y disponibles ya, de reducir el cambio climático. Sin embargo, un nuevo inventario de gases de efecto invernadero ha revelado que para el continente europeo este servicio no es gratis después de todo.
Un equipo de investigadores de 17 países europeos que cooperan en un proyecto de la Unión Europea, y dirigidos por Detlef Schulze, del Instituto Max Planck para la Biogeoquímica en Jena, Alemania, ha confeccionado el primer balance exhaustivo de gases de efecto invernadero de Europa. Los científicos hicieron dos estimaciones independientes: una basada en lo que experimenta la atmósfera, y la otra basada en lo que experimentan los ecosistemas terrestres.
El nuevo inventario confirma la existencia de un robusto sumidero de carbono de 305 millones de toneladas de carbono por año en los bosques y prados europeos. Un sumidero de esta magnitud podría compensar el 19 por ciento de la emisión generada por la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, las tierras agrícolas y otros terrenos están emitiendo CO2, contrarrestando parcialmente la labor de este sumidero.
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