La especie estaba identificada desde 1939, por ejemplo aquí hay un dibujo del mismo.
Su nombre científico es Macropinna microstoma. En todas las descripciones se dice que tiene ojos tubulares que son fijos y que apuntan hacia arriba. Sin embargo, investigadores del MBARI (Monterey Bay Aquarium Research Institute), han logrado filmar al pez en su hábitat natural y han descubierto que el pez no tiene los ojos fijos. Los mueve. Cuando está al acecho de la presa los apunta hacia arriba, pero cuando está comiendo los dirige al frente.
Las fotos de este pez son un poco sorprendentes y ello no solo por su cabeza transparente.
Vamos a verlo.
(Macropinna microstoma. Foto © MBARI)
Sorprende su cabeza transparente y nos da la sensación de que los ojos miran al frente.
(Flechas que señalan a al órgano olfativo sobre una foto © MBARI)
Pues esa sensación es errónea. Lo que señalan las flechas no son los ojos sino un órgano olfativo. Podríamos decir que son las narices.
¿Ve unas estructura verdes convexas?
(Flechas sobre una foto © MBARI)
Esas son las lentes de los ojos.
Los propios ojos son unos tubos que están debajo de las lentes.
(Foto © MBARI)
Con una flecha he señalado uno de los ojos que se ve muy bien:
(Flecha sobre una foto © MBARI)
En esta imagen los ojos apuntan al frente a pesar de que el pez está mirando hacia abajo.
Pero si nos fijamos en la siguiente foto, veremos sus ojos encima del órgano olfatorio.
(Foto © MBARI)
No es el único pez que vive en las profundidades que tiene ojos en forma tubular. La razón es que permiten aprovechar muy bien la poca luz que les llega.
Tras sesenta años, los científicos de MBARI han descubierto que los ojos de este extraño pez no están fijos.
P.D. En castellano decimos Monterrey pero el nombre oficial en inglés es Monterey.
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