Los niveles altos de una hormona que controla el apetito parecen estar vinculados con un menor riesgo de desarrollar Alzheimer, afirma un estudio llevado a cabo en Estados Unidos.
El estudio encontró que quienes tenían los menores niveles de leptina, una hormona producida por las células adiposas, mostraron menos posibilidades de desarrollar la enfermedad que quienes tenían niveles más altos de la hormona.
La investigación, que analizó a 200 voluntarios durante 12 años, aparece publicada en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense.
Los científicos creen que los niveles bajos de leptina están vinculados a las placas cerebrales que se han visto en pacientes con Alzheimer.
Se espera que eventualmente la hormona pueda ser utilizada tanto como marcador de la enfermedad como para tratamiento.
Estudios en el pasado han demostrado que el sobrepeso y la obesidad en la mediana edad están asociados a una menor función cognitiva y a un mayor riesgo de demencia.
Papel clave
También se ha encontrado evidencia de que la leptina, que avisa al cerebro que el cuerpo está "lleno" y reduce el apetito, tiene otras funciones fuera del hipotálamo (donde se regula la temperatura, el hambre y la sed).
Investigaciones en ratones llevadas a cabo para establecer porqué los individuos obesos con diabetes a menudo desarrollan problemas de memoria a largo plazo, revelaron que los animales que recibieron dosis de leptina fueron más capaces de trasladarse a través de un laberinto.
Si se logran confirmar nuestros resultados, los niveles de leptina en adultos mayores podrían servir como uno de los varios posibles biomarcadores del envejecimiento sano del cerebro y, aún más importante, podrían abrir nuevas líneas de investigación para posibles intervenciones preventivas y terapéuticas
Dra. Sudha Seshadri
El nuevo estudio, llevado a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Boston, llevó a cabo escáneres cerebrales de 198 voluntarios sanos de una edad promedio de 79 años en hombres y 62 años en mujeres.
Después de 12 años se encontró que un 25% de los participantes que tenían un bajo nivel de leptina desarrollaron Alzheimer, mientras que sólo 6% de quienes tenían niveles altos de la hormona padecieron la enfermedad.
También se descubrió una relación entre los niveles altos de leptina y un volumen cerebral más alto.
Tal como señala la doctoras Sudha Seshadri, quien dirigió el estudio "estos resultados son consistentes con datos experimentales recientes que indican que la hormona mejora las funciones de memoria en animales gracias a su efecto directo en el hipotálamo y refuerza la evidencia de que la leptina es una hormona con una amplia variedad de acciones en el sistema nervioso central".
"Si se logran confirmar nuestros resultados, los niveles de leptina en adultos mayores podrían servir como uno de los varios posibles biomarcadores del envejecimiento sano del cerebro y, aún más importante, podrían abrir nuevas líneas de investigación para posibles intervenciones preventivas y terapéuticas", afirma la autora.
Potencial tratamiento
Otros expertos están de acuerdo en que el estudio apoya la evidencia sobre la importancia de la leptina como tratamiento potencial del Alzheimer.
"Estudios previos han demostrado que la obesidad en la mediana edad está asociada con un incremento en el riesgo de la demencia" expresa Rebecca Wood, presidenta del Fondo de Investigación del Alzheimer en el Reino Unido.
"Pero esta nueva investigación revela que la hormona podría jugar un papel en esa asociación. Hay evidencia de que la leptina desempeña funciones en el cerebro y futuros estudios podrían confirmar la posibilidad de que esta hormona pueda servir en nuevos tratamientos para el Alzheimer", expresa la funcionaria.
Se calcula que hay unos 30 millones de personas viviendo con demencia en el mundo y esa cifra se incrementará a unos 100 millones para el año 2050.
La mayor parte de ese incremento ocurrirá en los países en desarrollo, donde hoy en día ya vive el 60% de los pacientes con demencia.
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